CAPÍTULO 44: DESPERTAR.

Tener que desenvolver recuerdos de una vida donde podía escucharla y abrasarla sin que nadie me lo impida porque era mi derecho tenerla cerca de mis brazos siempre. 

Tamary siempre tuvo claro a lo que quería dedicar su vida, pero el canto era algo que llevaba en la sangre y siempre estaba cantando. En la primaria y secundaria participo cada año en las festividades de su colegio hasta que llego a la universidad en la cual solo se centró en sus estudios y dejo en stop su hobby, aunque de vez en cuando me arrastraba a un karaoke en la cual podía disfrutar de su hermosa voz.

Cuando el video empezó a reproducirse pude ver el rostro de mis como iban cambiando desde sorpresa, emoción, nostalgia y tristes, hasta yo mismo la extrañé verla con tanta vida y ahora ella solo vive por unas máquinas a las que está conectada.

Las lágrimas por las mejillas de mis hijos se hacían m&aac

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