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EN LOS BRAZOS DEL MILLONARIO.
EN LOS BRAZOS DEL MILLONARIO.
Por: J.C.Castro
Capítulo 1; Un matrimonio no convencional.

—Cariño, tenemos que hablar—aquellas palabra la habían petrificado, y no por las palabras en sí, sino por el tono en el que habían sido pronunciadas. La cuchara que movía el guiso para acompañar el pollo, se detuvo. Eloise, frunció el ceño preocupada.

—¿Ahora?— preguntó ella— podría esperar a que termine la cena, cinco minutos y...

—Debe ser ahora mismo, Eloise, no puede esperar— su tono de voz mostraba inflexibilidad, lo cual denotaba que debía ser en aquel momento, ni un segundo después

—Bien— ella apagó la estufa y se giró hacia su esposo— ¿Qué sucede?, ¿Qué es tan importante como para detener la cena?

—Vamos a la sala— sugirió Jonas y así lo hicieron, Jonas, se sentó frente a ella y la miró si ningún tipo de expresion en el rostro.

—Estás asustandome, Jonas. — dijo sincera.

—Necesito que hablemos de algo muy importante. Eloise, llevamos nueve años de matrimonio, los cuales han sido... Buenos, como cualquier pareja hemos tenido altas y bajas, pero hemos logrado sobrellevarlo y mantener nuestro matrimonio a flote...

—Si, hacemos lo mejor posible, el matrimonio no viene con un manual, no nos dicen como seguir instrucciones para que las relaciones funcionen Jonas, por eso me siento orgullosa de haber superado tantas dificultades en el camino, cariño.

—Así es, sin embargo creo que hemos caído en la monotonía, nuestro matrimonio es... aburrido— Eloise abrió los ojos enormes, aquellas palabras le habían dolido en lo profundo porque diariamente se esforzaba mucho por ser una buena esposa, que Jonas considerará su vida juntos como aburrida o monótona, le afectaba emocionalmente— necesitamos llevar nuestra relación a otro nivel, refrescar nuestro matrimonio, yo... necesito algo más que solo trabajo, y sí, eres una mujer hermosa cariño, pero... has cambiado mucho... — Eloise, se sintió terriblemente avergonzada.

—Tienes razón, Jonas, es solo que... el trabajo en casa es muy agotador, cariño. Tener que asear, cocinar, lavar, planchar, ocuparme de tener todo al día para ti, sé que no me arreglo como antes, que casi siempre estoy agotada y hasta un poco frustrada porque generalmente querría que el día tuviese al menos veinte horas más, de esa manera alcanzaría a todo lo que debo hacer y ocuparme de siempre estar hermosa para ti. Si eso te está disgustando, prometo esforzarme un poco más...

—No es eso a lo que me refiero, Eloise, necesitamos un verdadero cambio.— dijo firme.

—¿Me estás hablando de viajes?— sonrió feliz—Me encanta la idea, creo que es justo lo que necesitamos, me vendría bien descansar, relajarme un poco, podríamos irnos de vacaciones, eso sería increible, hace mucho que no salimos a unas vacaciones, tu siempre tienes tanto trabajo y yo... dedicada exclusivamente a nuestro hogar, un viaje nos vendría bien.

—No es un viaje a lo que me refiero, Eloise, es algo más grande.— ella abrió los ojos enormes y lo miró con ilusion, ¿sería posible?, después de tantos años juntos, Jonas estaba dispuesto...

—¿Quieres que tengamos un hijo, mi amor?— lo miró llena de ilusión, pero Jonas arrugó el entrecejo y negó rápidamente, como si ella hubiese dicho una locura.

—Por supuesto que no, mi amor, te amo pero aún no estoy listo para ser padre.

—¿Cuándo?—preguntó con un suspiro de resignación— tienes un buen trabajo, vivimos bien, ya son nueve años de matrimonio, Jonas, sabes cuánto deseo tener un hijo, quiero ser madre.

—Cariño, ese no es el tema que quiero tratar ahora—le acarició la mejilla— yo hablo de un cambio drástico.

—¿Qué puede ser más drástico que un bebé?— le preguntó sorprendida.

—Eloise, quiero que lo tomes con calma, y lo pienses con actitud fría, sé que lo que voy a decirte puede ser sorprendente...

—Dilo de una vez, Jonas, porque no sé si deba asustarme o preocuparme, ¿Qué quieres?

—Me gustaría experimentar, dejar de ser un matrimonio convencional— sonrió.

—¿Qué significa eso exactamente?— frunció el ceño, confundida ante lo que su esposo decía.

—Estoy hablando de tener una relacion abierta, un matrimonio que nos permita flexibilidades, experimentar con otras personas... — la miró directamente a los ojos, Eloise no le daba crédito a sus oídos, sencillamente tenía que haber escuchado mal, no había otra explicación posible.

—¿Me estás diciendo que quieres una amante, Jonas?— lo miró horrorizada, sin poder creer lo que escuchaba— ¿Quieres que te de mi consentimiento para engañarme?

—No sería engaño— sonrió, queriendo acariciarle, pero Eloise se alejó de su toque— ambos estaríamos al tanto de que podemos vernos con otras personas, refrescar nuestra relación, alimentar el líbido, eso nos volvería más pasionales, mejoraría nuestra intimidad, es beneficioso para nosotros.

—¿Refrescar la relación?, ¿alimentar el libido?, ¡debe ser una broma, debes haber perdido la razón! No, Jonas, es una locura, ¿Cómo se te ocurre?

—Piensalo, cariño. Yo podría estar libremente con las mujeres que desee y tú estarías al tanto, evidentemente tendríamos un protocolo de cuidado y seguridad, no queremos contagiarnos de nada y a la vez, tu tendrías la libertad de verte con otros hombre.

-¡NO PUEDO CREERLO, JONAS, NO PUEDO CREERLO!- gritó poniendose de pie, respirando con dificultad ante las palabras de su esposo.

—No estoy siendo egoísta, es una oportunidad para ambos. Puedes estar con otros hombres.

—¡YO NO QUIERO ESTAR CON OTROS!—gritó frustrada.

—Mi amor, te pedí que lo tomarás con calma.— dijo en tono tenso al ver la actitud de su esposa.

—No... no puedo tomar con calma, el hecho de que pretendas legalizar infidelidades en nuestro matrimonio, ¿No te das cuenta que esto no es normal?, es obvio que quieres estar con otras, quieres serme infiel, y ésto es solo una manera elegante de decirlo, pero no, yo no quiero estar con nadie más... ¿Te das cuenta de lo que dices?, ¿Acaso te estás escuchando, Jonas?, ¡Es una locura!

—Cariño, si lo piensas con cabeza fría...

—No— le interrumpió—No tengo nada que pensar, mi respuesta es no.

—Estás siendo poco racional, Eloise, intransigente— le sonrió con ternura.

—¿Poco racional?, ¿Intransigente?, ¡debes estar demente!— dijo furiosa, mientras lágrimas de frustración resbalaban por sus mejillas— No aceptaré que duermas con otras. ¿Es que acaso no te das cuenta que nos estás empujando al divorcio?, estás por tirar por la borda un año de noviazgo y nueve años de matrimonio, te he dado diez años Jonas, diez años de mi vida, y ahora quieres una relación abierta.

—Eres de mente estrecha Eloise, estoy hablando de una posibilidad para volver a encender la llama pasional de este matrimonio, te amo, pero tras diez años juntos nuestra vida monótona nos grita cambios.

—Y los cambios son tener amantes, según tú — lo miró con ojos llenos de lágrimas.

—No son amantes, son una especie de desahogo, mi amor.

—No puedo creer lo cínico que eres, Jonas. ¿Cómo es posible que después de diez años juntos, sienta que tengo a un extraño frente a mi?— lo miró horrorizado— no voy a dormir con otros hombres siendo una mujer casada.

—Bien, si no quieres hacerlo, está bien, pero yo lo haré, siento que necesito ésto.

—¡No puedes hacerme ésto!— dijo furiosa y herida en su orgullo— No es una decisión que puedas tomar solo, se supone que somos una pareja, un matrimonio.

—Ahora no estás pensando con claridad, la sorpresa de mi propuesta, nubla tu mente, pero ya lo verás con más tranquilidad y lograrás comprender lo beneficioso que es para ambos, mi amor— se puso de pie, y caminó por el pasillo en dirección a la habitación.

—No veré nada con claridad, Jonas.— lastimada, herida, humillada y triste, se dejó caer en el sofá, con el rostro entre sus manos, se dedicó a llorar. No podía creerlo, sencillamente no podía creer lo que su esposo le estaba proponiendo, Jonas había enloquecido, no había otra explicación para aquello.

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