—Me la llevo de inmediato. Manifestó el señor Soleimani, como si se tratase de la tela que quería, me trato como una m*****a mercancía. —No puede llevársela sin estar casado con ella.— Le respondió mi padre con las mejillas rojas. —¿Cómo puedes hacerme esto padre?— Reclame con los ojos llenos de l
Alexa Me cuesta un mundo abrir los ojos, me pesan demasiado cuando al fin lo logro escucho que me dice mi esposo –Al fin despiertas.— Con la voz patosa totalmente desorientada cuestiono —¿Dónde estoy?— —Conmigo.— Susurra el e inmediatamente me despierto alerta, seguramente esta son mis últimas ho
Sé que no debería defenderlo, que se lo merece, pero grito que se detenga al verlo convulsionar en el suelo. —Devuélvame a mi esposo.— Exige ella, quisiera tener la fuerza para enfrentarme a él de esa forma, pero el miedo me paraliza, para ella Samir es un hombre con dinero, para su pueblo es más q
Alexa Todo paso demasiado rápido para mi gusto, de pronto me encuentro en mi vieja habitación y sobre la mesa de noche se encuentra el cajo con todas las joyas que me lleve. Intento abrir la puerta y ocurre lo que me temía, ha sido cerrada, la habitación es enorme sin embargo siento claustrofobia,
Sinaid regresa, y me limpia la herida, me arde y duele el proceso pero es totalmente necesario, se coloca de rodillas ante mí, para retirar los restos de cristal que quedaron incrustados en mi pie. Me muerdo los labios para no chillar, soy una mujer grande y he pasado por cosas que duelen más que e
—Me quedo allí un rato contemplando el cielo, viendo cómo cambian de forma las nubes en el cielo azul, la vida es tan fácil pero nosotros los humanos todo lo complicamos, al final, cuando morimos, en la tumba ocupamos el mismo espacio. Al final, todos nos podrimos de la misma forma, nos comen los m
Alexa Alguien toca a la puerta y me niego a responder, tocan varias veces hasta que después de quince minutos de insistencia el jefe de la guardia Real Azir abre la puerta con una llave maestra. —¿Quién demonios te dio permiso para entrar?.— Cuestiono seria. El parece aliviado al verme, no pensar
Karim se levanta y en un movimiento inesperado me carga como si no pesara nada. — ¡Suéltame, bruto aun no termino con ellos!— Le digo golpeándolo sin darme cuenta comencé a gritar en español hasta del mal que se iban a morir. — ¡Cálmate!— Me dice y me da una nalgada que me deja con la boca abierta