—¡Es nuestra hija!, los errores del pasado están atrás.— Le dice él. —Me siento mal.— Le digo a Jasón y me desmayo—. —Es una exagerada no le hicieron nada.— Dice mi madre, yo en mi estado de semi inconsciencia puedo escucharla. —¡Un medico por favor!.— grita Jasón cargándome en sus brazos, desesp
Nancy Parker.Cuando llego a casa, están mi madre y mi suegra hablando y riendo a carcajadas, ambas callan al verme.Mis hijos corren a abrazarme ya de por si me sentía mal, con ellas dos juntas, me siento peor.—No me siento bien, voy a acostarme un rato. — Susurro a Jasón y comienzo a subir las es
—Tu padre no te trata mal. — Me dice.El es más astuto, está investigando todo de mí, buscando mi talón de Aquiles para atacar. — Le respondo entre dientes.— ¿Tú crees? Cuestiona Jasón—Lo sé. — Respondo endureciendo la barbilla, nadie mejor que yo para conocer a mis padres, si les puedo llamar de
Nancy Parker Llevamos a los niños al colegio mientras somos escoltados por guarda espaldas creo que nunca me podre acostumbrar a este tipo de atención. Pero quedo con la boca abierta cuando entro al edificio de Versache, mis compañeros de trabajo tienen toda una fiesta para mí ¡a las ocho de la ma
—Separa las piernas.— Ordena, lo hago no es como si no hubiésemos hecho esto antes, Solo que no delante de una enorme ventana panorámica donde pueden vernos desde otris edificios, esa idea me vuelve un poco loca. El se inclina, y comienza a tocarme con suavidad con sus dedos, me contoneo buscando m
Nancy Parker Asiento me arreglo la ropa lo mejor que puedo y salgo de mal humor al dichoso almuerzo, con mis papás lo único que me consuela, es que no voy a entrar a su nueva casa como una perdedora, como ellos me hicieron sentir siempre. — ¿Por qué tus padres venderían la mansión?— Pregunta el.
Nancy Parker Ceno con mis amigos, pero no puedo sacar de mi cabeza lo que paso al medio día en casa de mis padres, no tengo como probar que esto lo hicieron adrede ¡Por Poco me matan! —¿Estás bien?— Me pregunta Camila, tomándome una mano y viéndome directo a los ojos. —Excelente.— Respondo fingie
Camino detrás de él pero una discusión en la puerta de la mansión a las diez de la noche llama mi atención y volteo, Jasón también lo hace. —¿Olvidarían algo?— Cuestiona el y nos devolvemos sobre nuestros pasos. —Si así hubiese sido, te aseguro que los guardaespaldas no estaría tan escandalosos.—