—Firme un compromiso amor, por favor vuelve a casa.— Le ruego. —Lo hare con una condición.— Me dice ella seria. —¿Cuál?— Cuestiono, dispuesto a darle todo lo que me pida, pero que se vaya lejos donde nadie pueda lastimarla. —Que me hagas el amor toda la noche.— Responde sin titubear. —Respiro ag
—Lily, Víctor es peligroso ¿Por qué precisamente te acercaste al? Necesito que vuelvas a casa temprano.— Le ordeno, viéndola a los ojos. —¿Cómo sabré de ti?— me pregunta —No podemos comunicarnos...— Le respondo —¿Cómo sé que no te paso algo malo?— Pregunta con los ojos llenos de lagrimas. —Mis p
Alec Cole. Muero de ganas de hacerle el amor a Camila de nuevo, pero lo mejor es que me retire de a mi casa, le doy un beso y me despido muriendo de ganas por quedarme, pero debo pensar mucho en lo que está pasando entre nosotros, y lo hago mientras conduzco a casa de mis padres. Hoy vi a Alice, f
—¿Que Buscas con todo esto?— Cuestiono con miedo de escuchar la respuesta. —Quiero que seas mi mujer.— Me responde viéndome a los ojos. —Creo que te estás saltando varios pasos.— Respondo con el corazón palpitando tan rápido y tan fuerte, que pienso que en cualquier momento se me va a salir del pe
Alice Mascherano —Estoy muy preocupada, Lily no se ha comunicado conmigo desde ayer.—Le cuento a mi marido, mientras estamos abrazados y saciados en nuestra cama. No sabía lo mucho que necesitaba esto entre los dos, además estoy segura que mis hijos están bien, ya que la única entrada a su habita
Lily Holmes ¿Adónde me lleva?.— Cuestiono asustada en ruso, uno muy malo por cierto , mientras el señor Víctor camina relajado a mi lado como si no hubiese roto un plato, el avión privado de mi familia está lleno de personas muertas y todos sus hombres actúan con normalidad como él. —A mi casa, y
—Si te portas mal, te trato mal, si te portas bien tal vez el jefe se apiade de ti y te deje vivir.— Me explica, mientras chillo de dolor, siento, que me va a dejar calva, el dolor que me causa es lo peor que he sentido en mi vida. Lloro en el medio de la habitación y el sale cerrando la puerta con
—Indudablemente.— Respondo con los ojos desorbitados. —Debo irme a trabajar, quedas en tu casa, puedes ver televisor, comer o cocinar lo que te apetezca, nos vemos esta noche.— Me dice después que terminamos de comer, despidiéndose de un beso en la mejilla. —Gracias.— Susurro temblando del miedo