PODEMOS REPETIRCamino y dudo por un instante si tocar la puerta o no, no sé qué diablos hago acá, mis manos parecen tener vida propia, toco el timbre y como nadie aparece rápido doy media vuelta dispuesto a marcharme.—Fue mala idea venir acá, ni siquiera debe ser su dirección real. — Susurro Algu
Doctor Andrew ColeRecibo un mensaje inesperado –Tu a cambio de los niños.— No tengo ni que pensarlo, yo ya he vivido suficiente tiempo, y ellos apenas comienzan a vivir así que respondo—Hecho.,—No pensé que cederías tan fácil.— Responde Jimmy.—Tu ganas, cumples tus anhelos de venganza y dejas a
Andrew Cole HijoManejo lo más rápido posible a la clínica, cada segundo cuenta, sé que estoy dejando un operativo en proceso tirado y eso tendrá consecuencias, pero la vida de mi padre esta sobre todas las cosas incluso sobre mi carrera, como agente.—Estoy orgulloso de ti, eres un hombre muy noble
—Está obstaculizando un operativo aléjese.—Le ordenan y ella de manera infantil les saca la lengua, esa cosas locas que tiene ella son las cosas de las que me enamore desde el día que la conocí.Alice ColeNos dejan pasar a ver a mi padre cuando despertó y Luce tranquilo—Hola papá ¿cómo te sientes?
Alice Mascherano Max y yo volvemos a dormir en la misma habitación, pero no estoy de humor para tener intimidad con él, me siento vacía desde que mis hijos no están conmigo Paso el día en la habitación de ellos viendo su cuna vacía…Siento que me muero casi no como, casi no duermo y lloro todo el t
— ¡Usted no es nadie para despedirme!— Chilla y se me va encima, parece que me ha estado menospreciando por el hecho de mi distanciamiento con mi esposo. —Max suelta las muletas y la detiene sujetando la mano con la que intentaba golpearme—Cuidado con lo que intentas, llegas a tocar un pelo de mi e
Alec Cole Ceno con Camila y su abuela y comenzamos a hablar de temas triviales, la señora Smith es encantadora, estoy agotado lo de ser un esclavo no fue ninguna broma de la loca de su nieta, me puso a limpiar casi toda su casa, ahora pienso que tal vez aguantar a la prensa hubiese sido mejor idea.
Puedo sentir el calor de su cuerpo, presiono mi pelvis contra su centro para que sienta lo duro que estoy por ella. Mi teléfono repica y yo no quiero contestar, pero insisten y sé que es de la clínica — ¿Qué quieren?— Ladro como mi padre sin separarme de ella. —Su padre acaba de ingresar al quiróf