¿Sera capaz Isabella de vengar la muerte de su padre?.- Gracias a todos por seguirme y apoyarme son maravillosos y estoy feliz de estar acá compartiendo con todos mis historias, espero emocionada todos los dias sus comentarios, ¡gracias por todo los amo!.
Valente Black Mi vida entera se desmorona en mi cara, me siento débil y me hago los chequeos pertinentes en absoluto silencio...No quiero mortificar a mi hija más de lo que ya lo está. Todo el día lo paso en silencio, consintiendo a mis nietos y tratando de darles el mayor amor posible para que me
Isabella Cole Apenas entramos a casa mi padre Valente nos observa entrar y no dice nada, el no quiso ir al entierro para quedarse cuidando a los niños, ya que estamos bajo una amenaza. —¿Los niños?.— Cuestiono a mi padre, se acaban de dormir.— Nos informa mientras me abraza sin importar lo mojada
—Me mira a los ojos, trato de meter lo más que puedo dentro de mi boca, pero no alcanzo ni a la mitad, esta tan duro que me duelen un poco las mejillas. —Te necesito a ti pequeña. — Me dice viéndome con sus ojos casi negros nublados por el deseo que nos consume a los dos, con cuidado, me siento sob
Andrew Cole Me despierto con el sonido de alguien tocando la puerta de la habitación de forma insistente, Isabella duerme a mi lado, esta tan cansada que no escucha los golpes. —Voy— digo molesto viendo el reloj que marca las cinco de la mañana, normalmente a esta hora ya estoy de pie, pero hemos
—Tu papa me saco de la cama temprano t no quería que te viera desnuda., — Explico mientras entro al baño a darme una ducha rápida. —Ella entra al baño detrás de mí, trato de concentrarme en salir rápido y ella sonríe con picardía al ver que me altera su presencia. —Tengo que hablar con mi padre un
Andrew Cole Cuando todos en la mansión se duermen aprovecho para hacer lo mío. — ¿Dónde estás?— Recibo el mensaje de nada mas y nada menos que de él ministro de defensa. —En camino. — Respondo haciendo una mueca por apenas comenzar a salir de forma sigilosa —Tenemos media hora esperándote. —Repro
—Bien. — Respondo y mi padre asiente dándome varias de las armas que lleva cargadas de municiones. —Tal vez deberías quedarte. — Le digo, ya que mi padre si pasa de los sesenta aunque se conserva demasiado bien para su edad. —No me perdería esto por nada del mundo., — Me dice tranquilo, ambos subi
El ministro va a frente con dos hombres cubriéndolo, pero aun así, una bala alcanza en su pierna derecha derribándolo, los gritos de dolor de los heridos, es algo que detesto. No voy a cometer errores del pasado, cuando los italianos están en el suelo desangrándose, me acerco para darles el tiro de