Andrew Cole Tengo programada una cirugía en media hora, por lo que me preparo como siempre para ella, es un loe frontal izquierdo, estudio el caso, pensando la forma de abordarlo para que el paciente sea menos afectado. Carol, lava mis manos de forma eficiente, no le doy las gracias por su trabajo
Están en la sala viendo películas.— Me dice mi padre Valente viéndome a la cara esperando escuchar lo que tengo que decir. —Se los diré todo, al mismo tiempo.— Le aclaro, con una sonrisa tratando de calmarlo. —Tu sonrisa no llega a tus ojos, no puedes engañarme la noticia no es tan buena como dice
Isabella Holmes Ese hombre que se negó a ser padre, no sabe lo que se pierde.— Dice mi padre seguro, por sus malas decisiones del pasado crecí sin él, pero aprendí a agradecer a Dios por todo, porque por eso también tuve a la mejores padres del mundo y me crie con los pies en la tierra y ganándome
Isabella Holmes Me despierta el sonido de la alarma, en lugar de pararme como todos los días a hacer ejercicio, la apago nuevamente, me levanto a hacer pis y me vuelvo a acostar, ¡no me quiero parar! De inmediato me duermo nuevamente y es mi madre la que me despierta acariciándome la cabeza ¡a las
Isabella Holmes —Me voy a infartar si sigues dándome esa clase de impresiones todos los días ¡qué difícil es ser padre!.— Se queja mi padre Valente haciéndome reír. —Y usted cree que estas canas son gratis, debió de haberla cuidado en la adolescencia, en el pueblo sobrevive el más fuerte y ella er
Así como no puedo evitar corearla sin ninguna pena aun sabiendo que debo estar lastimándole los tímpanos con mis alaridos.De ti aprendió mi corazón, de ti aprendió mi corazónY ahora no me reproches que no sepa darte amorMe has enseñado tú, tú has sidoMi maestra para hacer sufrirSi alguna vez fu
Isabella Holmes —¡Que sorpresa encontrarlos aquí, en mi restaurante favorito.— Dice Andrew sentándose sin permiso en nuestra mesa, gracias a Dios casi terminamos de comer, porque su llegada me quita el hambre de en l acto. Me tenso por completo, sentándome totalmente erguida e incómoda. ¿Qué haces
—Te ves preciosa con ese vestido.— Me halaga. —Parezco una albóndiga con patas, pero no podemos hacer nada, cuando nazca el bebe me esforzare por regresar a mi peso.— Respondo —Debe ser por eso, que te veo linda las albóndigas son mi comida favorita.— Me responde Armand con su típica sonrisa —Te