Isabella Holmes Trato de resistirme de negarme, pero de un momento a otro estoy devolviéndole el beso al animal ese. —Te necesito.— Dice metiendo las manos debajo del vestido y quitándome las bragas con facilidad mientras no deja de besarme, levante mi pelvis para facilitarle el trabajo, estoy moj
—Aplana su lengua y la mueve con maestría sobre mi botón de placer, mientras introduce dos dedos en forma de garfio dentro de mí, ¡Dios eso está muy demasiado rico!, me contorsiono de placer, mordiendo con fuerza mis labios para no gritar de placer. Convulsiono, en sus dedos despegando la espalda d
Cuando bajo todos comparten contentos como si nada, mi padre se acerca y me pregunta—¿estás bien?.— —Si.— Miento todos están en su mundo, pero cuando levanto la mirada el desgraciado de Andrew sonríe y levanta su copa en forma de brindis por lo que acabamos de hacer en mi habitación. Después de la
Isabella Holmes Seguro él tiene un plan maléfico, para que me aleje del que cree mi amante, es un tonto nada ni nadie, me va a separar de mi padre, ahora menos que nunca que me necesita. —Lo único que quiero es que usted me deje en paz y no vuelva a verme en su vida.— Le digo con ira viéndolo a l
Durante un mes que fue lo que tardo nuestra recuperación de la cirugía, dimos la orden a todo el personal que dijera que estábamos de viaje, apenas llegamos a casa ya sabíamos que la cirugía había resultado un éxito, mi padre estaba al fin libre de cáncer. —¡Hola, Dalila! ¿Se encuentra Valente? —Pr
—¿Al revolcón de hace un rato? ¿Piensas hablarle al idiota ese en cuanto me vaya? —Sus ojos apuntaron a la puerta, Ruedo los ojos con gesto de aburrimiento, me prometí a mi misma que no me dejaría amargar la vida con Andrew —.¿A poco estás tan urgida que lo harás aquí en la misma casa de Valente? —
Isabella Holmes Pienso en Andrew, el es todo lo que detesto en un hombre en una sola persona: Mujeriego, arrogante, prejuicioso, grosero, ¡estoy molesta conmigo misma! Porque apenas me toca, me derrito como una mantequilla, no soy tonta soy tan culpable como él de todo lo que me está pasando, al pe
Pasea su masculinidad, por toda mi intimidad, mientras muerdo mis labios ¡para no gritar! Lo pasea arriba y abajo, llegando hasta mi botón de placer. su solo contacto me hace temblar, me tiene desesperada. Aprieta sus dientes tratando de contenerse y al fin decide entrar en mi de un solo golpe, no