—¿Qué haces aquí?.— Es lo único que logro articular antes que mi madre se abalance sobre mi abrazándome. —Te extrañe tanto, me alegra que tu novio te acompañara.— Me dice ella, haciéndome boquear —¿Tu también?, ningún hombre se me puede acercar sin que tenga una relación con el.— Le digo sabe en s
—¿Qué haces acá?.— Le pregunto viéndolo a los ojos. —¿Quieres la verdad?— —Por favor.— Respondo —No sé qué me pasa contigo últimamente, solo pienso en follarte, me siento obsesionado, creo que la única forma en que me quede tranquilo es que cojamos.— Me dice sin mudar su expresión como si estuvie
Isabella Holmes —A las cuatro de la tarde mi madre me toca el hombro,—despierta no ha nos haz almorzado y estamos preocupado debes alimentarte mejor, me gusta verte con mas carnita sobre los huesos.— Me dice ella, mi madre es robusta y sus ideales de belleza y salud son diferentes a los míos. Me e
Me levanto como impulsada por un resorte, y quedo a varios metros de Andrew, que lame sus dedos con los ojos entrecerrados saboreando mis fluidos, debería parecerme asqueroso pero verlo así de caliente me excita. —Dime.— Logro articular —Ayúdame a escoger el vestido, tu prima me envió dos para que
Isabella Holmes —Es joven no te quedaras con todo tan rápidamente.— Asegura el dejándome con la boca abierta, no puedo creer que siga pensando tan mal de mí. —Disimuladamente le doy un codazo, y el aprieta mi mano entre las suyas de forma que llega a ser muy doloroso, quiero llorar, cuando él ve q
—Mi padre no me hablo por mucho tiempo, hasta que termino por aceptarte y es que eres el hombre más dulce del mundo.— Dice mi madre, dejando ver lo mucho que ama a mi papá ¡tienen cuarenta años juntos! Y siguen enamorados. —Tengo suerte que ustedes me hayan adoptado, doy gracias a Dios cada uno de
—Así.— gimo, cuando comienza a acariciarme de forma circular sobre la tela estimulando mi hinchado botón de placer, me muevo sobre su mano buscando mayor fricción, estoy desesperada —Tócame.— Suplica, tomando mi mano y llevándola hasta su potente masculinidad, lo aprieto por encima de su pantalón y
Isabella Holmes Nos separamos lentamente me siento extrañamente vacía y también estoy consciente al mirarnos a los ojos que una vez no fue suficiente, tenemos que repetirlo hasta que se extingan las llamas, no puede ser para siempre. Las palabras que se escapan de sus labios solo confirman lo que