Por eso Andrew no cree en las mujeres y por eso se niega a enamorarse de Isabella, pero ya es muy tarde...¡Ese arroz ya se cosió!
—No sé porque tu cara de felicidad, igual tienes que laborar pero no con el doctor, sino como asistente de la doctora Petrovic. — Me dice ella, no conozco a la doctora bien, pero no puede ser peor que Andrew ¿o sí? —Bien. — Respondo feliz. Me lleva a la oficina sale una chica tímida de lentes de
Sé que no soy nada de Valente pero él me preocupa es mi amigo, pienso frustrada, estoy harta de la actitud como todo el mundo, no importa que tan bien te veas si dentro de ti no hay nada bueno, es como una cascara vacía sin sentimientos. — ¿Todo bien? —Pregunta Andrew al notarla tensa y silenciosa
Isabella Holmes —¡Isabella, detente! no es seguro que ande sola por la ciudad a estas horas, Víctor la va a llevar — El ama de llaves, detuvo su carrera y se derrumbó en sus brazos que se ofrecieron a consolarla —¡Llore! ¡Llore! ¡Desahóguese! —la invitó con pena Dalila de ver cómo su tembloroso s
—¿Qué haces aquí?.— Es lo único que logro articular antes que mi madre se abalance sobre mi abrazándome. —Te extrañe tanto, me alegra que tu novio te acompañara.— Me dice ella, haciéndome boquear —¿Tu también?, ningún hombre se me puede acercar sin que tenga una relación con el.— Le digo sabe en s
—¿Qué haces acá?.— Le pregunto viéndolo a los ojos. —¿Quieres la verdad?— —Por favor.— Respondo —No sé qué me pasa contigo últimamente, solo pienso en follarte, me siento obsesionado, creo que la única forma en que me quede tranquilo es que cojamos.— Me dice sin mudar su expresión como si estuvie
Isabella Holmes —A las cuatro de la tarde mi madre me toca el hombro,—despierta no ha nos haz almorzado y estamos preocupado debes alimentarte mejor, me gusta verte con mas carnita sobre los huesos.— Me dice ella, mi madre es robusta y sus ideales de belleza y salud son diferentes a los míos. Me e
Me levanto como impulsada por un resorte, y quedo a varios metros de Andrew, que lame sus dedos con los ojos entrecerrados saboreando mis fluidos, debería parecerme asqueroso pero verlo así de caliente me excita. —Dime.— Logro articular —Ayúdame a escoger el vestido, tu prima me envió dos para que
Isabella Holmes —Es joven no te quedaras con todo tan rápidamente.— Asegura el dejándome con la boca abierta, no puedo creer que siga pensando tan mal de mí. —Disimuladamente le doy un codazo, y el aprieta mi mano entre las suyas de forma que llega a ser muy doloroso, quiero llorar, cuando él ve q