Aunque los Baagh eran un clan antiguo con una amplia historia y una gran riqueza, eso no significaba que su fortuna se basara solo en rutas de comercio; como todos los clanes, con el paso del tiempo se diversificaron a nuevos mercados, expandiendo su dominio a diversos nichos, compartiendo así negocios con otros clanes.―Señorita Baagh ―llamó apurado el asistente cuando entró en la oficina―, tiene que ver esto. ―Le tendió una tableta.Darika frunció el ceño cuando vio la pantalla, un gráfico se reflejaba en esta y una flecha roja comenzaba a titilar describiendo una caída notable.―¿Qué sucedió? ―inquirió dubitativa―. Hasta hace dos días este mercado estaba bien.―Son los Karras, señorita ―respondió el hombre―, retiraron el financiamiento, debido a eso, el valor de las acciones cayó.―¡¿Qué?! Eso es imposible…―Lamento decirlo, pero no es así… también… ―dudó un momento, luego soltó una exhalación―. El CEO Karras mandó un comunicado, de ahora en adelante, cada día, retirarán su apoyo f
Tal y como lo prometió Zeke, cada día uno de los negocios en los que participaba la familia Baagh fue desplomándose. Darika pasó las siguientes noches planificando el futuro inmediato para aguantar el impacto de las pérdidas.Aunque Volva le quitó toda esperanza, ella no se dejaría derrotar tan fácilmente; no por nada era una de las mujeres menores de treinta más exitosas del mundo; Darika Baagh era una genio en los negocios, y todo eso no era más que un revés que se arreglaría una vez se vinculara con Zeke.La morena era tenaz, inteligente, ambiciosa e indetenible, por eso su padre la había escogido a ella para dirigir el clan de cara al mundo humano.―Si la inútil de Volva no quiere hacerlo, solo tendré que encontrar a otra persona que lo haga ―musitó, removiendo el vaso con whisky―. Todo el mundo tiene un precio, Volva no es la única mágissa que se ha ido por la magia prohibida.Sin embargo, una semana después, el clan fue citado.―Señorita Baagh… ―la voz débil y asustada del secre
―¡Zeke! ―llamó Darika con indignación.Ella salió corriendo detrás de él después de que el impacto inicial de su declaración pasó. Las cosas no podían terminar de ese modo.«Si hablo con él, si logro que me escuche, entonces él se dará cuenta…» pensó con desesperación.En el fondo la morena sabía que solo se estaba engañando, sin embargo, no podía aceptar ese resultado.―¡Por favor, Zeke! ―rogó de nuevo, consiguiendo que se detuviera finalmente.El hombre de cabellos castaños y ojos gélidos como témpanos de hielo, se giró para encararla; los haces dorados del sol cayeron sobre él, bañándolo de un aura magnifica, como si fuese un rey que ha bajado de su trono para concederles una gracia.Darika siempre lo admiró, desde jóvenes él fue la existencia que siempre quiso alcanzar.―Si no vienes a decirme dónde puedo ir a recoger a mi basherte…―¡No! ―chilló ella, perdiendo los estribos―. ¿Por qué? ¿Por qué tenías que romper nuestro compromiso? ¡Yo te he estado esperando todos estos años! Per
Zeke caminaba de un lado a otro en el hangar privado, esperando el arribo del vuelo que traía de regreso a Nohemi.―Si no está aquí al amanecer…Daria soltó una risita.―Cálmate, hermano mayor, ya el piloto te dijo que estaban en el aire ―le recordó―. Solo es cuestión de tiempo, ten paciencia.―Debí ir directo a Chennai cuando salimos de Esparta ―se quejó él.―¿Y comenzar una guerra entre clanes de una vez? ―preguntó Aren con frialdad.―Nosotros no la empezamos ―intervino Daria―, fue la perra loca de Darika quien inició todo esto…―Las mujeres son aterradoras ―musitó su hermano menor.―Como no tienes idea ―asintió la mujer.Apenas se bajaron del avión cuando regresaron de Grecia se encontraron con la respuesta del patriarca Baagh; no solo pidió disculpas por la atrocidad cometida por su hija menor, sino que también garantizó que ya todo estaba listo para mandarla de regreso. La decisión fue tomada durante el momento en que ellos estaban reunidos.Fue el propio Darion quien cuadró todo
―¿Esta es tu habitación? ―preguntó ella para romper el silencio, lo cierto era que extrañaba los ruidos comunes del día a día. Él asintió.―Nuestra habitación ―corrigió Zeke, atrayéndola a su cuerpo; ella descansó su cabeza sobre el hombro masculino―. De hecho, es un ala completa. La mansión está dividida en cuatro alas, en una viven mis padres y en las otras vivimos Daria, Aren y yo. Tenemos entrada independiente, igual que todo lo demás, ya sabes: cocina y todo eso.»Realmente, esta mansión es el centro del complejo donde vive la mayoría del clan, Calvin y Rose viven bastante cerca.Volvieron a quedarse en silencio, era como si las palabras hubiesen decidido abandonar sus cerebros. Tampoco necesitaban decirse nada, en ese momento lo único que querían era estar así, uno cerca del otro.Veinte minutos después, Zeke le propuso darse un baño, cambiarse de ropa y descansar. Solo entonces fue que Nohemi notó los signos en el atractivo rostro de él; las ojeras oscuras que empezaban a ser n
La pregunta les tomó por sorpresa a todos. Mientras los Turner mostraron expresiones de asombro o curiosidad, Zeke frunció el ceño en obvia insatisfacción.―No hay registros de algún caso así ―habló Camerina―. Por lo que sabemos, el vínculo surge una vez…―¿Por qué lo preguntas? ―interrumpió Charles.Nohemi los miró por largo rato antes de hablar; lo cierto era que, sin importar las circunstancias, ella poseía una mente científica, acostumbrada a la investigación; habían pasado muchas cosas desde aquella primera noche con Zeke durante la Noche de Brujas, y lo que más tuvo oportunidad de hacer durante su cautiverio, fue pensar.Pensó mucho, sobre diversas cosas.―Antes de encontrarme con Zeke, tuve contacto con el señor Novikov. ―Se rascó la cabeza un poco frustrada―. Durante ese encuentro, yo tuve una reacción extraña, como si hubiese entrado en una especie de celo; luego él me llamó basherte y yo experimenté esta sensación rara de reconocimiento…Zeke apretó las mandíbulas con fuerza
― Tú eres solo mía.Nohemi sintió cómo su piel se erizaba, cada poro de su cuerpo se brotó como una flor bajo el rocío matutino, tuvo tanto miedo como expectativas, después de todo, a pesar de los días pasados, todos los roces y besos que se dieron fueron bastante inocentes.Pero en ese momento… había una oscura amenaza allí.Los ojos de Zeke parecían retarla, como si esperara que ella le dijera que no; sin embargo, la pelirroja sabía muy bien que él tenía razón.Ante el silencio, el hombre inclinó la cabeza y se adueñó de sus labios.El beso fue intenso, caliente y húmedo; el calor del cuerpo de Zeke consumió cualquier rastro de cordura dentro de ella, no sabía que lo necesitaba tanto hasta ese momento, en que sus bocas se unieron y sus lenguas danzaron.Nohemi se alejó buscando un poco de aire, sus labios entumecidos comenzaron a enrojecerse. Zeke no tuvo piedad, sus ojos continuaron observándola de forma intensa, mientras sus manos viajaron por el cuerpo femenino deshaciéndose de l
«Puedo acostumbrarme a esto» pensó con un poco de vanidad Nohemi cuando el avión privado de los Karras despegó en su hangar privado.Tras conversar con Zeke y llegar a un acuerdo, decidieron viajar una semana después. Durante esos días la pelirroja aprovechó de ir al Aquelarre, que resultó ser un edificio histórico en el centro de la capital. Camerina le explicó con lujo de detalles que existían Aquelarres en todo el mundo, especialmente en los países donde se asentaban grandes clanes.Cuando cruzaron la puerta principal, Nohemi pensó que había entrado a un museo, poseía ese aire señorial y de erudición típico de esos lugares.―Lo que ves en exhibición es para el público general, son considerados museos de historia pagana o religiosa, donde se explica la historia sobre la cacería de brujas y cosas por el estilo. ―Rina la invitó a subir por una escalera que tenía bloqueado su paso con un cordón rojo―. Pero, en el sótano y en los pisos privados se encuentran las verdaderas joyas de las