Ella me dice amablemente: “Puedes contarme algo más de ti, podrías contarme algo de tu vida”.

Yo le respondo apenado: “señorita Ana, mi historia no vale la pena, no quiero que pierda su tiempo aquí conmigo”.

Ella sigue insistiendo: “vamos no digas esas cosas, en mi opinión nadie es aburrido y, todos somos exitosos tan solo por haber llegado hasta este punto de la vida, y nuestra vida misma es una gran historia, y afuera hay muchos que esperan poder descubrirla”.

Yo la contradigo: “no lo creo, no pensamos igual, pero quizá tengas razón, todos somos un libro, pero al igual que en el mundo, hay muchos libros, de hecho, millones, pero solo un centenar de ellos es apreciado por los lectores, al igual que mi vida, mi historia simplemente no vale la pena escucharla, es simplemente aburrida y da asco”.

Ella se molesta un poco conmigo y me responde: “siempre eres tan negativo, no me gusta que seas tan pesimista”.

-Qué te parece si yo te cuento varias historias cortas muy entretenidas y tú me cuentas tu historia, a fin de cuentas, hoy es mi día libre y tú eres mi mejor amigo, así que pasaré toda la tarde contigo, ¿Qué te parece la idea?

-yo no sabía cómo responderle a Ana, ahora me encontraba en el hospital, y ella era una de las enfermeras de este centro hospitalario, eh estado aquí por más de dos semanas y venía a visitarme todos los días.

Había tenido un accidente, y resulte gravemente herido, mis piernas quedaron fracturadas y eh estado aquí desde entonces.

Desde el primer día que Ana vino a visitarme, literalmente me obligó a ser su mejor amigo, Ana tiene una hermosa voz, así que no pude negarme, creo qué, me había enamorado completamente de ella en tan solo estas dos semanas, pero pronto dejé de soñar con ello, después de todo estoy seguro de que ella no se fijaría en alguien como yo, un hombre ciego y enfermo desde hace 5 años.

Aunque no pueda verla, estoy seguro de que ella es muy hermosa, entonces en ese momento me pongo a pensar en el pasado porque ella me había preguntado sobre ello, así que le respondo: “está bien, pero empieza tú, me siento más intrigado por tus pequeñas historias”.

Ana estaba feliz por mi respuesta, ¿Qué cómo lo sé?, pues por el tono de su voz, aunque no sé por qué ella tenía tanto interés en mi pasado, pero se oye emocionada.

Ella: “¡está bien!, ¡está bien!, mmm…por cuál empiezo.

- ¡ya sé!, ¡ya sé!, sabías que hace un tiempo, una de las abogadas más famosas del país gano un caso que le llevo más de dos años, esto lo hiso por su amado, ella nunca se rindió, a pesar de enfrentarse sola a uno de los grandes como A****n.

Sabes, su amado era un escritor, como tú, pero tuvo muchos problemas y al final su amado se perdió, una de sus obras que no eran conocidas por muchos saltó a la fama después de una de las críticas de un escritor famoso.

Después de la crítica de este escritor famoso, todas las copias que había en el mundo se agotaron de inmediato, incluso el grande de A****n tuvo problemas por las grandes demandas de pedido de su libro, se había generado millones en solo pocos días, incluso creo que no estaría exagerando al decir que generó miles de millones por día.

Pero el grande de A****n no informó de esto al escritor de esta obra, incluso lo engañaron para que firmara un contrato de comprar los derechos de autor por una mísera fracción de 5 millones, y esta abogada, no acepto tal hecho y lucho contra este grande y ganó el caso después de dos años y medio.

Aunque al final, su amado seguía perdido y no podía ver el mundo, ella abandonó su carrera para estar con él.

-Dime, ¿Qué te pareció?

Yo: sonrío por la loca historia que me acaba de contar y le respondo; “oye, creo que es un poco exagerado…dices que, por amor, una sola persona logró ganar un caso tan grande contra el grande de A****n, además, ¿Qué obra podría ser tan buena que incluso movería a miles, no, millones de lectores y darle problemas incluso a A****n para satisfacer las altas demandas de este?”. Jajaja, de hecho, creo que es una historia divertida.

Ella: “¡verdad!, de hecho, aunque no lo creas, esta es una historia real, aunque quizá sí estoy exagerando un poco, crees que esto no podría ser posible, vamos sigues siendo pesimista, eso no tiene que ser así”. Vamos, te toca, ahora cuéntame tu historia, yo ya te conté una.

Yo: “oye, eso sería injusto, además de que tu historia tiene muchos huecos vacíos, no dijiste como se llamaban los personajes, tampoco me dijiste cuál es esa obra que hiso que un escritor famoso la hiciera famosa con una sola crítica, quisiera leerla…quisiera que me la leyeras”.

Al decir estas palabras me sentí algo nervioso por alguna razón, creo que tenía miedo de que ella se molestara conmigo.

Ella: “está bien, aunque por ahora es un secreto, estoy seguro de que tú conoces la obra mejor que nadie… mmm que te parece esto, te cuento dos historias más, y tú me cuantas la tuya”.

Yo simplemente asiento en respuesta y estoy de acuerdo.

Después de esto, ella me cuenta dos historias más y, todas tenían que ver con esta dichosa abogada y su amado, por alguna razón estas pequeñas historias me resultaban familiares, después de esto, yo le cuento mi historia y de cómo detesto esta vida de m****a y de cómo creo que en esta vida no existe nada bueno, y todos los momentos trágicos que pase, al final la escucho susurrar entre sollozos “lo sé”.

Yo había escuchado esta frase y quería preguntar al respecto, pero ella me preguntó de inmediato haciéndome olvidar de este asunto.

- “Johan, si tuvieras que pedir un deseo a este mundo de m****a, ¿Qué le pedirías? Yo me quedo sorprendido ante esta pregunta, pero luego de pensar por un momento, agarro el valor y busco su rostro con mi mano y le digo: “si esta vida me devolviera la vista tan solo unos segundos para ver tu belleza, diría que esta vida ya no es una m****a y que realmente existe algo bello como tú”.