Ahora me siento demasiado mal y el silencio que crece en la habitación no hace más que apuñalarme sin parar el corazón, Allison me mira con pena y yo no hago más que levantarme y salir de allí lo más rápido que pude. Creo que voy a perderla después de todo.

Justo cuando comienzo a sentir algo por ella esto es lo que sucede, está es una razón más para ser tan cerrado como siempre lo he sido. “Bien hecho David, eso te pasa por ablandarte” Me reprende mi consciencia; de a poco mis ojos se humedecen y las lágrimas vuelven a salir sin permiso, al tiempo que mi alma vuelve a sumirse en su oscuro abismo del que quizá, jamás debió haber salido.

Camino tan rápido como puedo sin llamar la atención y me encierro en el baño, lavo mi rostro para intentar relajarme y me miró al espejo sintiendo como la ira se apodera de mi; empuñó mis manos y descargo toda mi ira en el espejo que tengo delante de mi, el estruendoso sonido de los cristales cayendo invade el lugar acompañado de mis maldiciones pronun