Los dedos de Kevin acariciando mi espalda sintiendo su aliento cerca de mi, me envolvió y me excitaba, lamió el lóbulo de mi oreja recorriendome un fuerte escalofrío por todo mi cuerpo deseando que se adentrará en mi. — Dime que me deseas como yo a ti Alice — me dijo— Te deseo Kevin y tambien deseo que – me quede callada mirando sus preciosos ojos— Quieres algo más de mí, ¿verdad? — preguntóCuando iba a decirle que deseaba de él, puso sus manos en mis hombros, adentrándose en mi moviéndose despacio haciéndome desear un orgasmo, pero quería primero seguir sintiendo ese placer que solo él sabía darme, Cruce mis piernas en sus caderas atrapandolo como cruel araña atrapa a sus presas porque no quería terminará ese momento mágico que me estaba dando desde aquella noche en las Vegas, en la que fuimos solo uno, sintiendo poco después el fruto de nuestro amor loco, a nuestro bebe. Arañe su perfecta espalda con mis uñas, sintiendo nuestras respiraciones agitadas, salió y entró en mi varias
– Anderson, tu hija Alice vino el otro día a mi despacho llorando porque está embarazada, ¿quién es el padre? no lo sabe, ya sabes como es la juventud de ahora unos alocados — dijo Kevin haciéndome mirar al suelo por avergonzandome delante de mi padre— Que mi única hija ¿que? ¿estas segura Alice, de que estas embarazada? Dime golfa — me grito mi padre levantándose del sillón acercándose a mí dandome un fuerte bofetón en la cara — Que humillación, mi hija es una puta ¿que dirá tu madre cuando se entere? Kevin por favor, buscarle un piso no la quiero ver por mi casa, ¿me estas escuchando? no quiero putas en mi casa y no me avergonzaras delante de mis amigos,--dijo— Alice para mi has muerto como hija — me dijo mi padre cuando se marchaba del despacho— ¿No querías que se lo dijera a tu padre? hecho está, después del trabajo te llevare a nuestro nido de amor — me dijo Kevin— Eres un cínico, porque no le has dicho a mi padre que tú eres el padre de mi hijo y si le digo yo a Dory que tu
¿Qué podía decirle a Dory? Kevin tenía razón, no tenía donde caerme muerta y encima embarazada, al repudiarme mi padre no podía volver a mi casa ¿que me quedaba? nada. Aunque temía irme a su casa porque sabía que Kevin no me dejaría en paz y me buscaría para irme a la cama con él cuando Dory no nos viera y encima tendría que firmar los papeles de divorccio y renunciar a mi hijo que era lo que más me dolía .— Esperame aqui Dory, tengo antes que despedirme de alguien muy especial para mi — le respondíSalí del despacho de Kevin con el corazón destrozado, me fui hacia donde estaban los ascensores y subí al primero que llegó a la planta, salí del cubículo cuando paro en la planta de la cafetería dirigiéndome hacia el lugar donde se encontraba la barra, viendo a Bryan mirándome con su preciosa sonrisa— Dos veces que te veo hoy, que suerte que tengo ¿que quieres que te ponga?, es mi tiempo de descanso y podemos tomarlo los dos juntos sentados en la mesa ¿un bollo y un zumo? — preguntó—
Me levanté de la silla del jardín para acompañar a Kevin hasta su despacho, entramos en él dándome cuenta que cerraba la puerta con llave acercándose muy despacio hacia donde yo me encontraba mirándome con lujuria, intente dar unos pasos hacia atrás huyendo de él pero me tropecé con la mesa, bloqueandome Kevin entre la mesa y su cuerpo, rodeo mi cuerpo con sus brazos, apretando su boca a mi boca mientras me tumbaba boca arriba en su mesa, abrió mis piernas rompiendome el tanga guardándolo en su bolsillo del pantalón.— Mientras vivas en mi casa, no te pongas bragas quiero tener lo que es mio a mano cuando y como yo quiera — me dijo— Kevin por favor ya basta, esta tu prometida en el jardín y yo no soy nada para ti , déjame en paz — dije— Tu eres mi esposa, y la madre de mi hijo y como tal tengo derechos sobre ti y tu cuerpo — me dijo poniendose de rodillas, lamiendo mi clítoris haciéndome gemir por el placer que me estaba dando— Te firmaré los papeles de divorcio, pero por Dios, ssi
Dos días después, vi a Dory muy nerviosa andando por la casa sin rumbo fijo, me acerque hasta ella y la abracé intentando llevarla al salón, nos sentamos en el sofá, le limpie la lágrima que le caía por la mejilla mirándonos las dos a los ojos.— ¿Qué te pasa? te veo hoy muy nerviosa — pregunté— Hoy viene la hermana de Kevin de Nueva York, no es buena gente Alice, pero va a ser mi cuñada, temo que se entere de que mi hijo está en tu vientre y se lo cuente a varios amigos — me dijo— No pasará nada ya veras, ademas no veo razón para que vaya divulgando, el bebe es cosa de Kevin y tuya, venga tranquilízate y esperemos a acontecimientos ¿vele? — le dije intentando calmarla.Por la tarde casi era de noche y estando sentada en la terraza de mi dormitorio,fue cuando vi la limusina de Kevin llegar a la casa, el chofer nada más aparcar en la puerta, bajó del vehículo abriendo una de las puertas, bajo primero Kevin, bajando después una mujer alta, rubia, un poco más joven que él, y muy bien v
Me quedé sin saber que decirle a Kevin y a su hermana, no comprendía porque su hermana era tan fría y tan malvada, cuando lo único que yo quería era ver crecer a mi hijo. Hubiera sido más fácil para mi y mi bebe decirle a todo el mundo la verdad, pero yo estaba sola y sin nadie quien me pudiera decir que hacer y ayudarme con mi bebe, pero aún faltaba para poder tenerlo en brazos y sabía que no podrían separarme de mi hijo por muchos documentos que me hicieran firmar.— Bueno si me perdonáis, estoy cansada y quiero volver a mi dormitorio — les dije levantándome del sofá.Me marché a mi dormitorio y cuando entré cerré la puerta mientras las lágrimas caían por mis mejillas, me senté en la cama poniendo mis manos en mi vientre como protegiendo a mi hijo contra los malvados de Kevin y su hermana. Me tumbe en la cama quedándome dormida,me desperté sintiendo unas manos acariciando mis piernas despertando sobresaltada— Tranquila mi amor, soy yo Kevin, estás preciosa cuando duermes — me dijo
Después de cenar me fui a mi dormitorio, entre en el cuarto de baño para cepillarme los dientes y hacer mis cositas, volví al dormitorio, me quité la ropa poniéndome un pijama corto ya que hacía calor, pero cuando me iba a tumbar en la cama para dormir, escuche como tocaban a la puerta, me acerque a ella y abriendola vi a Lucy de pie al otro lado.—¿Puedo pasar? — me preguntó— Sí claro ¿qué quieres? — pregunté apartandome de la puerta para dejarla entrar— Quiero regalarte una cosita, es insignificante pero el favor que le estas haciendo a mi hermano y a su prometida es muy grande y quiero que aceptes esta pulserita de oro, para que veas mi buena fe contigo — me dijo— Lo siento Lucy, pero lo hago por mi amiga solamente, no creo que lo merezca — le dijeLucy me cogió la mano poniéndome la pulserita en mi muñeca, era preciosa, de oro y un pequeño diamante en una pequeña plaquita que llevaba, una vez que ya la tenia puesta, Lucy rodeo mis hombros para abrazarme, respondiendo a su abraz
Nona me envió por mensaje como me dijo, el número de vuelo y la hora que salía mi avión hacia Londres, la noche que pase en el hotel pude dormir y descansar bastante, al día siguiente, me marché de la habitación, cogi el ascensor para bajar a la cafetería y poder desayunar antes de coger un taxi que me acercara al aeropuerto. Después de tomarme el zumo y comerme los dos botillos que le pedí al camarero y que por cierto estaban deliciosos, me acerque a la recepción del hotel a pagar lo consumido y la habitación. Sorprendiéndome cuando la recepcionista me comentó que todo estaba pagado, me alegré mucho porque a mi no me quedaba mucho dinero y sabía que mi nona me estaba ayudando. La misma recepcionista me llamó al taxi que me llevó al aeropuerto. Cuando llegué a Londres, vi a un hombre con traje y gorra que portaba en sus manos un cartel con mi nombre, me acerque a él sigilosamente porque ya no podía fiarme de nadie. — Soy Alice Anderson — le dije con la voz temblorosa — Señorita Ande