NUESTRO PARAÍSO PARTE 1

Íbamos tan acelerados que casi no podía seguir su paso, su mano me jalaba con tanta fuerza que pensé que me la descolgaría, trate de que se detuviera para que me soltara un poco el agarre, pero me fue imposible su mente estaba en otro lado y no notaba mi incomodidad. Su semblante preocupado se veía en cada parte de su rostro, su mandíbula estaba cerrada con fuerza, sus cejas que siempre se mantenían imperturbables estaban fruncidas y sus ojos estaban perdidos en los miles de pensamientos que pasaban por su mente, bajamos las escaleras con rapidez casi enredándome con mis pies.

—Espera… voy a caerme —me queje con apremio, pero fue como hablar con una roca ¿qué le pasaba? De verdad estaba tan asustado por esa mujer, no lo entendía… esta era su vida diaria