Becca, llegó temprano al instituto, lo sentía tan frío y solitario como desde aquel día en el que Lucía, desapareció.
Al entrar al aula, se sorprendió, en un asiento estaba Miriam, quien parecía completamente deshecha, sus gemidos y sollozos inundaban el lugar, Rebecca se sintió confundida sin saber qué hacer. Se acercó lentamente hasta llegar junto a ella.
-Miriam...- le susurró. La rubia levantó el rostro- ¿te puedo ayudar en algo?
-Yo...Bárbara, desapareció- gimió.
-¿Qué?- Becca, le miró sin comprender nada. ¿Desaparecida?
-Bárbara, desapareció- sollozó nuevamente- nadie sabe nada de ella desde hace varios días- se secó las mejillas- su madre está desesperada...desapareció junto a otras dos chicas del instituto, no sé que está ocurriendo Becca, pero tengo miedo- Rebecca, tembló internamente.
¿Chicas estaban despareciendo como si nada?, ¿de qué diablos se trataba aquello?, quería correr hasta su casa y no volver a salir jamás.
Neithan, atendía los últimos asuntos pendientes del día anterior para salir en el operativo de búsqueda. No podía creer lo que estaba ocurriendo en la ciudad, incluyendo a Lucía, cuatro chicas habían desaparecido, según algunos informantes habían en la ciudad dos grandes galpones dónde se estaban llevando a cabo operaciones ilícitas como venta de drogas y venta de mujeres, chicas normales que eran reclutadas y convertidas en esclavas sexuales.Se sorprendía de que todo aquello hubiese estado ocurriendo en sus narices y no se hubiese dado cuenta. Quizás en alguno de esos dos lugares encontraría a su hija, aunque no sabía qué esperar y en qué condiciones se encontraba si estaba siendo sometida a la esclavitud sexual. Su corazón se llenó de pena y las lágrimas acudieron a sus ojos, su pobre e inocente Lucía, aquello sería difícil de superar, pero estaba dispuesto a todo con tal de tenerla en casa.Aún recordaba la primera vez que la tuvo entre sus brazos, la primera v
Lucía, despertó del agitado sueño que tenía, su respiración acelerada y el cuerpo bañado en sudor.Las pesadillas eran constantes desde que había llegado a ese infierno, pero desde que Barbas abusara de ella, se habían intensificado. Nunca pensó que diría algo así pero, era una pena que no hubiese muerto, así al menos no tendría que verlo de nuevo, aunque no sabía si eso hubiese sido mejor, pues seguramente el castigo de Peligro hubiese sido más espantoso, o ese Pantera, hasta se hubiese atrevido a matarlo.Se giró sobresaltada cuando la puerta se abrió. La Loba, llegaba con su "comida".-Hola, preciosa- la saludó con una enorme sonrisa- he traído algo de bocado- le tendió la bandeja, Lucía se sentó en la cama, la tomó y se dispuso a comer. La Loba, se sentó con ella al borde de la cama y la miraba comer en silencio.-Gracias...- le dijo Lucía de pronto.-¿Porqué?-Por no ser desagradable, por hacerme compañía, por hablar conmigo...-N
Neithan, estaba sentado en su oficina con la angustia taladrándole las entrañas.Había liberado a muchas chicas pero no a Lucía, no a su hija. Se alegraba de haberle devuelto la felicidad y libertad a esas jovencitas pero lamentaba no haber encontrado a su pequeña e imaginarse que estaba pasando por situaciones similares estaba por consumirlo totalmente.Su teléfono timbró y lo tomó. Era un número bloqueado, solo aparecía , pero no había ningún número, era una situación extraña, suspiró y atendió la llamada.-¿Bueno?-¿Neithan, eres tú?- escuchó esa voz en un pequeño susurro y su corazón saltó dentro de su pecho. Se puso en pie de inmediato.-¡¿Lucía?!- preguntó con voz temblorosa.-Si papito, soy yo- escuchó como contenía el sollozo.-Nena, mi amor, mi tesoro- decía rápidamente mientras las lágrimas bañaban sus mejillas- ¿estás bien?, ¿dónde estas?-No estoy bien- seguía hablando muy bajito- pero al menos sigo con vida. Te
Peligro...Me quedo por horas en mi habitación, mirando el techo, buscando una explicación a estos desconocidos sentimientos que me abruman y se mueven inquietos en mi pecho, esa sensación desconocida, inexplicable, algo completamente nuevo para mí.Jamás, jamás había sentido aquello...y todo con un simple beso, un pequeño roce de sus labios...esos labios dulces e inocentes...la misma inocencia que esta perdiendo encerrada en este lugar, esa misma inocencia en la que yo soy participe, de ver cómo pierde poco a poco. Es algo horrible, don dos emociones bailando en mi pecho.Me siento terriblemente confundido porque desde que la conozco a despertado sentimientos en mi, sentimientos como protección, confianza, hasta cariño, pero... ¿será que esos sentimientos han estado camuflando, sentimientos más intensos?No sé si puede ser posible. Ni siquiera sé si puedo sentirlos, si tengo derecho a ellos. No soy una buena persona, no he Sido un ciudadano modelo, no
Allison, se negaba a salir de la cama, la depresión se había apoderado de ella con todo, no hacia más que llorar y lamentar la ausencia de su hija, dolorosas preguntas le rondaban la cabeza.¿Dónde estaba?¿Con quién?¿Habría comido?, ¿habría dormido?, ¿estaría con vida?, era espantoso vivir de aquella manera tan miserable, añorando la presencia de su hija sin saber si volvería a verla.-Ya no quiero que estés triste, mami.-Lo siento cariño, es que...son cosas difíciles de comprender- abrazó al pequeño, acercándolo a su pecho.-Quiero ver a Luci, lleva mucho tiempo de viaje mami, quiero verla- se quejaba Lorena y el corazón de Allison, se oprimía con más fuerza, tanto que creía que no podría respirar.-Lucía, no puede volver ahora- dijo conteniendo las lágrimas- estará de viaje un tiempo más, pero cuándo vuelva le haremos una gran fiesta, para que así sepa cuando la hemos extrañado- los miró con ojos llenos de lágrimas.
Un año ha pasado desde la desaparición de Lucía, sus amigos y familiares no dejan de lamentar su ausencia y su padre no deja de atormentarse por no haber podido encontrar a su hija y por el hecho de nunca más haber recibido una llamada de ella.Sospechaba que quizás alguien la escuchara hablando con él y. . . y. . . la hubiesen asesinado.Le costaba pensarlo, le hería, le dolía, pero no debía engañarse. A pesar de eso seguía en su búsqueda, completamente dispuesto a encontrarla y no rendirse, mientras no tuviese un cuerpo, seguiría luchando por su hija.Gabbe llegó a casa destrozado, aquel había sido el acto de grado más triste que pudiese imaginar y no solo porque le faltara Lucía, sino porque once chicas del instituto habían desaparecido sin dejar rastro.Bien, había obtenido su titulo en la preparatoria, estaba listo para ir a la universidad. . . o al menos eso decían, porque él se sentía terriblemente devastado y la universidad no era s
-¿Escapar?-Lucía, lo miró con ojos enormes.-Así es, mi amor- le dijo sonriente, caminando hasta ella, tomándola de ambas manos y besándoselas con rapidez- debes confiar en mí, yo me haré cargo de todo. Este fin de semana cuando todo esté lleno de clientes, escaparemos.-¿Cuándo el lugar esté lleno?, me parece una locura, Vicent.-Sé que lo parece, pero es mejor hacerlo así. Si lo hacemos cuando no haya clientes, será sospechoso que te saque de tu celda hasta el nivel de lujo, pero si lo hago un día así, no habrá problemas, todos creerán que un cliente te solicitó. Será difícil librarnos de la vigilancia de la entrada, pero ya lo solucionaremos, es nuestra libertad, debemos arriesgarnos- El corazón de Lucía, latió con rapidez dentro de su pecho llevaba un año en aquel infierno, la esperanza de volver a ver la luz del sol, casi hace que le salten las lágrimas.-Será como tu digas- le respondió confiándole su vida, lo besó con ternura- eres una de las personas
El corazón de Lucía se detuvo, estaban perdidos, lo sabía. Barbas jamás dejaría que se marcharan, la única manera de salir bien librados seria asesinándolo. . .parecía un precio muy bajo por recuperar su libertad, pero lo cierto era que ya comenzaba a sentir el peso de la sangre en sus manos; había disparado a Pantera, Peligro había asesinado a Diente y ahora. . . tener a Barbas frente a ellos solo significaba algo; más muerte.Quería echarse a llorar porque no estaba pidiendo nada que fuese complicado o imposible.Libertad.Eso era lo único que quería. Libertad de caminar a dónde quisiera, libertad de abrazar a los suyos, libertad de escoger con quién acostarse, libertad de decir "No" cuando no quisiera que un hombre la tocará, libertad de amar y ser amada.No parecía ser algo de otro mundo, ni difícil de comprender, pero era obvio que Pantera y sobretodo Barbas, no estaban dispuestos a darle aquello con lo que soñaba. No le darían la tan a