ENFERMEDAD

Cuando por fin llegaron a la parada del autobús, Rebeca parecía querer descubrir su secreto y la razón por la que había cambiado por completo. Por un instante, Rebecca pensó que no había nada en el mundo capaz de cambiar su humor o incluso, el gesto de su cara. Había vuelto a ser una tonta.

—¿Trabajas allí? —preguntó Rebecca tras un largo rato de silencio entre ellos.

Cuando más necesitaba Rebeca que su hijo hablara, él se quedaba quieto mirando a sus padres.

Daniel miró a Rebeca. Ella sonreía y, por un momento, sintió que era su sonrisa lo que le impedía hablar. Rebecca no era la típica madre soltera que se limitaba a cuidar de su hijo y luego, de sí misma. Era el tipo de madre que tenía que pensar en todo al mismo tiempo que tenía que cuidar de la personita más hermosa que Dios le había dado.

La miraba, miraba su belleza, ese pelo largo y rizado, su figura esbelta, su sonrisa, esos ojos preciosos, llevaba más de dos meses viviendo con ella y esa era la primera vez que Daniel la mira
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo