«¡Mierda! ¡Mierda! ¿Y ahora qué hago? ¿Cómo hizo este viejo tramposo, para verse así, tan… tan… tan comestible? No caigas en la tentación Mara, piensa en otra cosa, porque tantos años con este verano, por Dios que provoca dejarse quemar», pensó apretando los ojos.—¡Idiota! Mejores especímenes masculinos he visto en mi vida y con la piel… más tersa y más joven —declaró recorriéndolo con la mirada con aparente indiferencia, ahora se lamentaba haberse cubierto tanto.«¡Si serás idiota Mara! Debiste haberte acostado ligera de ropa y en este instante sería él quien estuviera siendo tentado… todo tiene solución en esta vida, menos la muerte». Se dijo y sin siquiera pensarlo un segundo más, se quitó la parte de arriba de la pijama quedándose en toples, ante la sorpresa e Barton.El hombre no podía creer que ella lo estuviera provocando de esa manera y a pesar de que al principio se puso de espalda, luego se giró y el perdedor de ese momento, fue Barton quien de inmediato la cubrió con su cu
Mara no pudo dormir el resto de la noche, cada cierto tiempo se asomaba de manera disimulada hacia el piso para ver como estaba Barton, tenía colocado su disfraz de Bernardo, por temor a que Ana Sofía entrara y lo descubriera; las veces que su esposa lo observaba lo veía tranquilo, durmiendo plácidamente.«Pinche muérgano, yo aquí sufriendo de insomnio y él roncando, a pierna tendida» se dijo mentalmente, y es que no dejaba de evocar las escenas vividas hacía un instante y de solo pensar en ellas si cuerpo se volvía a encender.«Pues te aguantas Mara, si pasaste veintidós años en abstinencia, puedes pasar veintidós años más» se quedó pensativa por un momento y se refutó «¡Mentirosa Mara! Esa es una hazaña que lograste porque el hombre estaba al otro extremo de la casa, sin embargo, ahora teniéndolo literalmente a tus pies, a pocos metros de distancia, no creo que lo logres, la única manera de salir de todo esto y evadir la tentación, es dejándote vencer por ella». Se dijo con un susp
Benjamín, Ana Sofía y Patricio se miraron a los rostros, con preocupación, pues la pregunta de Xiomara los tomó a los tres por sorpresa, sin embargo, segundos después, el primero en reponerse fue este último.—De que envié a hacer unas pruebas de ADN, a mis hermanos y me las entregan en seis días, si comprobamos nuestra teoría, entonces habrá que empezar a cuidarnos, no podemos ser presa fácil de todos aquellos que quieran sacarnos de en medio —respondió el chico con aparente tranquilidad.—Eso ya se lo he dicho a Benjamín, debemos cuidar a Ana Sofía y a mi nieto, y te digo sin temor a equivocarme que tus hermanos mayores no son hijos de Genaro —expuso con seguridad Xiomara.—Bueno, como están listos, entonces salgamos ¿Quieres venir con nosotros? —interrogó Benjamín a Patricio.—No, ya tengo planes para el día de hoy, quiero visitar a mi padre y pasar un rato con él, creo que sería buena idea prepararlo un poco para lo que pueda suceder, no quiero que todo lo tome de imprevisto y pue
Benjamín giró la vista hacia su esposa y comenzó a explicarle.—La tercera persona que los acompaña, es un oficial de la policía, es miembro de la familia Cáceres, sostuve una reunión con él en Wollemia, me pidió mi opinión sobre si yo creía que mis tíos serían capaz de matar a mi abuelo, porque murió envenenado porque alguien que le cambió el contenido de una botella de licor. Me pareció extraño las razones por las cuales siendo de familia de dinero trabajara de policía, no por denigrar la profesión, ojo, sino que no aparenta tanta nobleza o sacrificio, nadie me quita que debe haber algo más. Además, me previno de NPresley que tenía interés en ti.—Sí, es que soy demasiado irresistible y todos los hombres caen rendido ante mí —bromeó Ana Sofía, para después quedarse pensativa—. Es extraño que te prevenga de NPresley y a la vez se reúna con él en un lugar público, o quería que tú lo supieras, para intentar crear una brecha entre nosotros, o solo está usando al hombre para obtener su i
Ana Sofía estaba impactada, las lágrimas se agolparon en sus ojos, por primera vez, no sabía cómo reaccionar, no era para menos, enterarse primero quien creías que era tu madre no lo era, pues la verdadera era una millonaria que supuestamente murió dándote a luz, pero que de pronto aparecía de manera inesperada frente a ti, o mejor dicho tras de ti en un restaurante.Por varios segundos sus miradas se encontraron, los ojos del mismo color, sus expresiones iguales, ese encuentro de miradas fue interrumpido por Ana Sofía que luego de tomar el control sobre sus emociones emitió, unas palabras de disculpa.—¡Discúlpenme! Ya debo irme, con permiso —pronunció la chica, pasándole, por un lado, a la mujer, quien se mantuvo por completa estática, sin saber cómo reaccionar. Ana Sofía, aparentemente se recuperó en su exterior del impacto de ver a su madre a quien creyó hasta ese instante muerta, sin embargo, en su interior era un vendaval de emociones, ni siquiera supo cómo salió de allí, porqu
Benjamín nunca había sentido tanto miedo en la vida, como el que sintió cuando vio a su padre tirado en el suelo y ni rastros de su hijo y de su esposa, no podía creer que eso le estaba pasando. «¿Cómo carajos los secuestradores lograron pasar los dos anillos de seguridad que estableció para su familia?». Se preguntó, a pesar de haber establecido solo dos, porque no quería que Ana Sofía se sintiera incómoda, la conocía la suficiente para saber que eso la molestaría y terminaría buscando escapar, no le gustaba llamar la atención de la gente.La respuesta a su pregunta se abrió paso en su mente, quien rompió la línea debía ser alguien conocido, que le inspirara confianza a sus hombres, y empezó a analizar quién podría ser. Marcó un número de teléfono para llamar a sus hombres, al mismo tiempo que auxiliaba a su padre.—Recorran todo el perímetro, cierren las vías de acceso hacia la manzana donde está ubicado el centro comercial y las que están ubicados a los laterales, nadie sale ni en
El primero de salirle al paso fue Naul, creyendo que se trataba del yerno de los Celedón y esposo de Ana Sofía, caminó parándosele al frente en un gesto desafiante.—Aquí tenemos, al marido de la Celedón, el yerno despreciado. El hombre insignificante que ha llevado a Ana Sofía a la ruina social. ¡Es que eres una vergüenza pública! —declaró Naul burlándose de Benjamín.Como se había cumplido el lapso en que las televisoras se enlazarían para transmitir, en ese momento todo lo que estaba ocurriendo estaba siendo transmitido en vivo ante la mirada sorprendente de todos, al ver a Naul Presley, uno de los jóvenes más ricos y prominentes, enfrentado a un hombre que a pesar de su buen tamaño y contextura, lucía bastante nerd.—Yo siendo los Celedón buscaría la forma de divorciarte de mi hija, me imagino que ella aceptó la boda con alguien como tú al pensar que su rostro desfigurado no tenía cura… ahora ella es bella, tú no te mereces a esa belleza de mujer, es demasiado hermosa, muy buena pa
Ana Sofía se despertó por el llanto de Alejandro, a quien colocaron a un lado de ella, en una camioneta de carga cerrada, tirándolos atrás a oscuras, aunque ella no podía verlo, el pequeño si y estaba aterrado mirando a todos lados, porque a su corta edad nunca había estado solo, siempre estaba con su padre, su madre o la nana Nidia y ahora los abuelos. El llanto del bebé agudizó el dolor de cabeza en la chica, al mismo tiempo incendiaron sus alarmas, no tenía idea a donde iban, porque le colocaron una venda en los ojos, aparte de ello, le ataron las manos, intentó zafarlas, pero apenas si logró moverlas, por eso escuchar llorar a su hijo, le causó mayor desesperación.—Mi niño precioso, ven acércate a mami, ven mi pequeño aférrate a mí —pronunció con voz suave y el sonido de su voz tranquilizó a Alejandro, quien de inmediato se quedó callado.—¿Mami? —llamó dubitativo y ella respondió, pensando que quizás la camioneta está oscura y por eso no veía.—Si mi niño hermoso soy mamá, ¿Est