Benjamín se quedó observando a su madre con una clara expresión de irritación, si había algo que le molestaba sobremanera era que amenazaran a su hijo y a su esposa, ellos eran intocables, apretó los puños a un lado de su cuerpo tratando de contener su enojo.—Voy a decirles algo y espero que lo tengan muy claro… —rechinó los dientes sin poder evitarlo—. No voy a permitir que nadie, absolutamente nadie, amenace y ponga en peligro la vida de mi hijo. Ni siquiera a ti madre, voy a permitírtelo, tocar a mi familia, saca lo peor de mí.—No estoy amenazando a mi nieto, solo te estoy diciendo cuáles son las consecuencias de que tú te niegues a tomar tu lugar en la sociedad secreta, esa gente ha existido por siglos, su objetivo es mantener el equilibrio mundial, no son buenos ni malos, hay momentos de la historia en las cuales se han tenido que inclinar hacia una parte de la balanza u otra, han luchado contra otras sociedades secretas que han querido instaurar un orden mundial distinto, por
Barton Grey, dio instrucciones a su gente que no dijeran donde estaría, después de tres horas y medias llegó a Villa Madera, no estaba cansado porque descansó en el dormitorio del avión. Todo un despliegue de seguridad lo esperó en el aeropuerto, que no pasó desapercibido para los medios locales, como llegó en horas de la madrugada se fue directo a uno de los hoteles seis estrellas de los Grey, esperaba al día siguiente a temprana hora poder contarse con la Celedón, para ponerla en su sitio y decirle la verdad sobre su hijo, aunque temía que ella lo supiera y por eso no quería dejarlo.Entretanto, Ana Sofía se sintió mejor, ya no le dolía el pie y la inflamación había cedido, como pasó todo el día durmiendo no tenía sueño, por lo que se puso a revisar su correo electrónico empresarial, lo hizo silenciosamente para evitar que Nidia se despertara y terminara reprendiéndola, porque la mujer se había empeñado a que descansara y se recuperara lo más pronto posible, pese a que ella, ya se se
Las palabras de su hijo, causaron un profundo dolor y tristeza en Barton, le dolía que su hijo fuese capaz de hacerlo a un lado por preferir a una mujer, su rostro empezó a enrojecer, su respiración se agitó, daba la impresión de que en cualquier momento iba a colapsar. Ana Sofía se acercó para auxiliarlo, al mismo tiempo que tomaba el teléfono de las manos del hombre y le dirigía unos cuantos insultos al hijo. —¡Óigame bien! Es usted un hijo desconsiderado, ¿Qué le dijo a su padre para ponerlo de esa manera? ¡Oh Por Dios! Le está dando algo —exclamó ella dejando caer el celular para auxiliarlo, por eso no escuchó la voz de Benjamín. —Ana Sofía —llamó Benjamín reconociendo la voz de su esposa, pero ella ya no lo estaba escuchando— ¡Por Dios! Mi padre está hablando con ella —habló sin ocultar su tono de desesperación y cortó la llamada, debía llegar a Villa Madera. Entretanto, Ana Sofía le aflojó el cuello de la camisa y la corbata, como vio que su estado de salud iba empeorando, lo
Benjamín, desde el momento cuando escuchó a uno de sus hombres decir que su padre había viajado a Villa Madera, no pudo evitar una sensación de pánico, recorrerlo, lo conocía lo suficiente para darse cuenta de que sus intenciones no eran buenas, porque su intención era decirle a Ana Sofía la verdad como una forma de acabar con la relación, por que no tenía ninguna duda que al ella enterarse, eso ocurriría y no estaba dispuesto a perder a la mujer que amaba.Esas fueron las razones que lo llevaron a llamar a su papá y amenazarlo, por qué quería evitar por todos los medios que se atreviera a hablar con Ana Sofía, era la única manera de evitarlo, porque él no podría estar en Villa Madera, sino dentro de varias horas. Estaba furioso cuando le reclamó, sin embargo, al escuchar la voz de su esposa al otro lado de la línea, todos sus sentidos se activaron, la preocupación se agitó en su interior con fiereza, «¡No puede ser! Mi padre está con ella, estoy perdido», pensó, sin poder ocultar su
Benjamín se sintió muy nervioso, la vio tan segura, marcando, introdujo su mano disimuladamente en el bolsillo y lo apagó, sintiendo alivio, cuando ella se llevó el móvil a su oreja.—No es necesario que llames al idio…—se frenó al darse cuenta de que no debía estar celoso porque él era su esposo, ya fuera como Benjamín o como BGrey—. A tu esposo… por lo orgullosa que te pones hablando de él, pensaría que es un superhéroe.—Es más que eso, porque los superhéroes no existen, en cambio, mi esposo sí, es real, es un súper marido, súper papá, súper amigo.Mientras estaba hablando, sus ojos se iluminaron con ternura, orgullo y aunque parezca una locura, eso irritó al hombre, que movido por quien sabe que genio malo, se acercó a ella sin darle oportunidad a reaccionar, la tomó por los hombros y sin mediar más palabra la besó. Benjamín estaba encantado, esa experiencia era sublime para él, ella abrió su boca por la sorpresa y el hombre aprovechó ese falló e introdujo su lengua en su cavidad
Genaro Celedón le pasó el teléfono a su hija, para que viera el email que le enviaron de CSG, revocando el contrato y ella se quedó viendo en silencio.—¿Has visto? ¿Qué hiciste tú para que rescindieran los tuyos? —interrogó el hombre, como ella se quedó en silencio, continúo hablando—. Vas a ir a donde NPresley, sin poner ninguna objeción y vas a negociar, no importa lo que cueste.—¿Eso incluye aceptar si él desea, acostarse conmigo? ¿Te estás escuchando? Me pides que pierda mi dignidad, mi honestidad, solo porque te da miedo llegar a anciano sin dinero y poder ¿Qué clase de padre eres? —increpó Ana Sofía indignada.—No es eso Ana Sofía, es por ti misma, ¿Crees que vas a poder ir por la vida con un hombre que no tiene el mínimo recurso, que no solo es pobre, si no tampoco tiene aspiraciones de lograr nada en la vida más allá de ser un mantenido? ¿Tú hijo? Debes pensar en Alejandro, es tu prioridad, uno por los hijos termina aceptando, hasta lo inaceptable —expresó hablando como si l
Genaro sintió un sudor frío, recorrerle la espina dorsal, un fuerte dolor se instaló en su pecho, se mareó y hubiese caído de bruces al suelo, si no es porque Ana Sofía lo sostuvo y evitó su caída.—Papá ¿Qué pasa? ¿Qué tienes? —interrogó preocupada mientras lo ayudó a recostarse en el sofá.—Estoy bien hija, es solo un pequeño mareo, ya se me pasará —replicó el hombre apretando los ojos y llevando su mano a la sien para apretarla.—Vamos a llevarte al médico, no puedes quedarte en casa si te sientes mal —afirmó Ana Sofía, en ese momento su madre la tomó del brazo y la haló a su lado con fuerza.—¡Tú eres la única culpable! —exclamó Estela molesta — ¿Acaso pretendes matar a tu padre? Sacas unas tonterías ¿Cómo no voy a hacer tu madre, eres mi penúltima hija? Además, tu caída fue un accidente, yo me giré, no me di cuenta de tu cercanía y por eso te golpeé sin querer con la sombrilla —se justificó la mujer con una aparente expresión de inocencia.—Tú y yo sabemos que no es así… no sigas
Benjamín caminó a la habitación de su padre, pensó en reclamarle, pero cuando lo vio tan pálido, terminó desistiendo, sin embargo, él si no perdió oportunidad en hacerle su reclamo.—¿Qué le hiciste a mi amiga? ¿Por qué se fue? —Benjamín lo observó con las cejas alzadas, como si no le importara, esto causó molestia en su padre—. ¿No me digas que la corriste? ¿Cómo fuiste capaz de hacerlo? Ella me auxilió, me cuidó cuando me encontraba solo, por tu bien BGrey, espero que no te hayas atrevido a intimidarla.Por más que Benjamín hizo intento de controlar su risa, no pudo hacerlo, incluso comenzó a toser, cuando trataba de contenerse, le parecía demasiado cómico, que su padre le reclamara haber echado a su amiga, tenía tantas ganas de restregarle que su famosa amiga, era nada más y nada menos que Ana Sofía, su esposa, a la mujer a quien odiaba con todo su ser por ser hija de Genaro Celedón. —¿En serio esa chiquilla es tu amiga? —inquirió sin poder controlar su tono de burla.—¡Si lo es!