Benjamín estaba al borde del colapso producto de la rabia, se levantó y metió un golpe a la repisa donde tenía una gran cantidad de trofeos, premiaciones y estos cayeron al suelo.—¿Voy a dejar a ese… malparido ponerle las manos a mi mujer? —inquirió sintiendo la sangre agitarse en sus venas producto del enojo.—¡Escúchame bien! Debes confiar en Ana Sofía, ¿Acaso no sabes qué clase de mujer tienes a tu lado? —interrogó Sirio tratando de persuadirlo de no irse a Villa Madera aún.—Yo confío, ¿Pero ve esas imágenes? Una imagen vale más que mil palabras.—Escúchame lo que haremos, en primer lugar, vamos a llamar a los hombres que la están vigilando para que se acerquen y nos cuenten, segundo, la expresión corporal de la señora Ana Sofía es de desagrado, vea por sí mismo, no puede centrarse en lo que Estela quiere mostrarle —le pasó el celular nuevamente.Benjamín cerró los ojos, respiró profundo, cuando se sintió un poco más calmado, empezó a prestarle atención al entorno. Amplió la ima
Las palabras de Benjamín causaron de nuevo revuelo entre los presentes, cada uno veía al otro con desconfianza, como viendo a ver quién de todas las familias se atrevió a ir en contra de un amigo del mismísimo BGrey el hombre no solo con más poder influencia y riqueza del país, sino incluso del mundo, solo superado por el imperio económico de los Amorín y algunas otras familias importantes, ubicadas en el mismo nivel. Y a quien si en Nobilis existiera una monarquía, considerarían el príncipe heredero o incluso el mismo rey, porque para todos no era un secreto el empeño de su padre de dominarlo, aunque era obvio que no lograba hacerlo, así se valiera de cualquier artimaña, porque el joven gozaba de una capacidad, inteligencia y recursos inimaginables. —Hace un poco más de cinco años, una jovencita de diecisiete años, de una belleza extraordinaria, inigualable, perfecta, tanto que parecía hecha por las mismas manos del creador, y no conforme con eso, como si la naturaleza quisiera seg
Los presentes no encontraban en dónde fijar su atención, si en los dos hombres, porque Paolo tenía apuntando amenazando a BGrey o en la gran pantalla, donde se transmitía de manera clara el vídeo y se escuchaba claramente a Paolo Anderson en un restaurante comiendo conspirando en compañía de Melissa, en contra de Ana Sofía, para echarle ácido en el rostro.Una exhalación general, unísona y de indignación, se escuchó en el salón de todos los presentes, cuando vieron el rostro quemado de Ana Sofía era la única parte visible, porque la parte sana, fue cubierta para que no pudieran visualizar su rostro, de cómo ella lucía actualmente, pues Benjamín no la deseaba exponer. —Estás perdiendo tu tiempo Paolo, de hecho estás complicando las cosas para ti… si me disparas y me matas te espera mínimo, cadena perpetua… no termines de malgastar tu vida —expresó Benjamín con tanta tranquilidad como si estuviera hablando del tiempo.Entretanto, la actitud de Paolo era por completo opuesta a la suya,
Por segundos las miradas de su madre y Sirio se cruzaron ante su pregunta, era evidente la complicidad entre ellos, por breves segundos, una idea loca se le ocurrió y la rechazó, no podía pensar esas cosas, sin embargo, lo ponía nervioso la actitud de ellos y su silencio era demasiado molesto.—¡No sé qué carajos se traen ustedes entre manos! Pero podrían ya dejar el misterio y hablar de una vez… ¿Saben? Siempre me ha parecido demasiado extraño, esa excesiva confianza entre ustedes, a pesar de que es mi padre el jefe de Sirio, él siempre ha mantenido una lealtad impresionante hacia ti. Díganme ¿Acaso tienen una relación amorosa? ¿Es eso? ¿Te has mantenido como amante de Sirio por estos veintidós años que no has querido hablar de los problemas con mi padre?El rostro de su madre fue de absoluto enojo, al punto que se tiñó carmesí.—¡Eres un atrevido! Debería darte un par de bofetadas para que aprendas a respetar —. Levantó la mano con clara intención de golpearla, no obstante, antes de
Benjamín se quedó observando a su madre con una clara expresión de irritación, si había algo que le molestaba sobremanera era que amenazaran a su hijo y a su esposa, ellos eran intocables, apretó los puños a un lado de su cuerpo tratando de contener su enojo.—Voy a decirles algo y espero que lo tengan muy claro… —rechinó los dientes sin poder evitarlo—. No voy a permitir que nadie, absolutamente nadie, amenace y ponga en peligro la vida de mi hijo. Ni siquiera a ti madre, voy a permitírtelo, tocar a mi familia, saca lo peor de mí.—No estoy amenazando a mi nieto, solo te estoy diciendo cuáles son las consecuencias de que tú te niegues a tomar tu lugar en la sociedad secreta, esa gente ha existido por siglos, su objetivo es mantener el equilibrio mundial, no son buenos ni malos, hay momentos de la historia en las cuales se han tenido que inclinar hacia una parte de la balanza u otra, han luchado contra otras sociedades secretas que han querido instaurar un orden mundial distinto, por
Barton Grey, dio instrucciones a su gente que no dijeran donde estaría, después de tres horas y medias llegó a Villa Madera, no estaba cansado porque descansó en el dormitorio del avión. Todo un despliegue de seguridad lo esperó en el aeropuerto, que no pasó desapercibido para los medios locales, como llegó en horas de la madrugada se fue directo a uno de los hoteles seis estrellas de los Grey, esperaba al día siguiente a temprana hora poder contarse con la Celedón, para ponerla en su sitio y decirle la verdad sobre su hijo, aunque temía que ella lo supiera y por eso no quería dejarlo.Entretanto, Ana Sofía se sintió mejor, ya no le dolía el pie y la inflamación había cedido, como pasó todo el día durmiendo no tenía sueño, por lo que se puso a revisar su correo electrónico empresarial, lo hizo silenciosamente para evitar que Nidia se despertara y terminara reprendiéndola, porque la mujer se había empeñado a que descansara y se recuperara lo más pronto posible, pese a que ella, ya se se
Las palabras de su hijo, causaron un profundo dolor y tristeza en Barton, le dolía que su hijo fuese capaz de hacerlo a un lado por preferir a una mujer, su rostro empezó a enrojecer, su respiración se agitó, daba la impresión de que en cualquier momento iba a colapsar. Ana Sofía se acercó para auxiliarlo, al mismo tiempo que tomaba el teléfono de las manos del hombre y le dirigía unos cuantos insultos al hijo. —¡Óigame bien! Es usted un hijo desconsiderado, ¿Qué le dijo a su padre para ponerlo de esa manera? ¡Oh Por Dios! Le está dando algo —exclamó ella dejando caer el celular para auxiliarlo, por eso no escuchó la voz de Benjamín. —Ana Sofía —llamó Benjamín reconociendo la voz de su esposa, pero ella ya no lo estaba escuchando— ¡Por Dios! Mi padre está hablando con ella —habló sin ocultar su tono de desesperación y cortó la llamada, debía llegar a Villa Madera. Entretanto, Ana Sofía le aflojó el cuello de la camisa y la corbata, como vio que su estado de salud iba empeorando, lo
Benjamín, desde el momento cuando escuchó a uno de sus hombres decir que su padre había viajado a Villa Madera, no pudo evitar una sensación de pánico, recorrerlo, lo conocía lo suficiente para darse cuenta de que sus intenciones no eran buenas, porque su intención era decirle a Ana Sofía la verdad como una forma de acabar con la relación, por que no tenía ninguna duda que al ella enterarse, eso ocurriría y no estaba dispuesto a perder a la mujer que amaba.Esas fueron las razones que lo llevaron a llamar a su papá y amenazarlo, por qué quería evitar por todos los medios que se atreviera a hablar con Ana Sofía, era la única manera de evitarlo, porque él no podría estar en Villa Madera, sino dentro de varias horas. Estaba furioso cuando le reclamó, sin embargo, al escuchar la voz de su esposa al otro lado de la línea, todos sus sentidos se activaron, la preocupación se agitó en su interior con fiereza, «¡No puede ser! Mi padre está con ella, estoy perdido», pensó, sin poder ocultar su