Ana Sofía no creyó que su padre a la primera oportunidad, iba a presionarla para dejar a Benjamín, cuando hizo un trato de dejarlos en paz si él conseguía llevar al doctor, su actitud la decepcionó, porque de toda su familia, su padre a pesar de todo, era quien mejor la trató, de hecho antes de lo sucedido con su rostro, la protegía y cuidaba en exceso, llegó a ser la niña de sus ojos, sin embargo, desde ese incidente en el cual perdió su belleza, cambió un poco y se convirtió en una persona severa e intolerante, y ahora pretendía volver a utilizarla para unir a los Celedón con familias ricas.—Papá me tienes sorprendida con tu actitud, nos diste tu palabra de que si Benjamín traía el doctor no te meterías con nosotros y ahora estás aquí queriéndome chantajear para lograr divorciarnos, si deseas que nosotros nos vayamos de tu casa y quieres hacer todo lo que acabas de decir, entonces adelante, yo no voy a ceder ante tu chantaje, te amo papá, pero no voy a permitir que dirijas mi vida
Benjamín estaba tranquilo en su oficina revisando varios proyectos que desarrollaría CSG, cuando recibió la llamada de su asistente y casi sufre un infarto, las palabras de la mujer se repetían en su cabeza como una especie de mantra «¡La señora Ana Sofía está aquí!».—¡Mierd4! ¿Y ahora? —se preguntó en voz alta, no podía creer que él, un hombre de uno noventa de estatura, que durante toda su vida se había enfrentado a situaciones extremas, le temiera a una diminuta mujer. No obstante, era comprensible, no era cualquier mujer, era Ana Sofía, esa mujer parecía un agente del FBI, si llegaba a sospechar de que él era el heredero de los Grey, la iba a perder, porque ella no le aceptaría esa mentira, quizás si la recibía terminaría delatándose con su tono de voz, en un gesto «¿La recibo o huyo? ¿Corro el riesgo? Puede no reconocerme ¿Y si lo hace? Mejor es que digan, aquí huyó que aquí quedó» Nervioso, como estaba de enfrentarse y delatarse ante Ana Sofía, salió corriendo hacia la habitac
La gerente, a pesar de las indicaciones de la asistente, hizo caso omiso, entró a la sala de reuniones con una actitud para nada amigable, su rostro daba la impresión que estaba comiendo alguna fruta ácida, quizás un tamarindo o chupando un limón. Ana Sofía y Benjamín, como no les dijeron que se sentaran, permanecieron de pie, eso causó más irritación en la mujer. Miró Ana Sofía de arriba abajo y aunque la encontró muy hermosa, ese hecho la molestó más, porque la chica irradiaba perfección, después dirigió la mirada al marido y se burló, mirándolo con desprecio. —Si la reunión era con usted como representante de las empresas Celedón, ¿Para qué trajo al obrero, chofer, Jardinero… bueno lo que sea? Debería salirse y esperar afuera. Señor, ¡Salga de inmediato de esta sala! —pronunció, sintiendo satisfacción en humillar al hombre, porque veía que eso alteraba a la mujer.—¡Es usted una grosera! ¿Cómo se atreve a tratarnos de esa manera? ¿Quién se ha creído? —espetó indignada Ana Sofía.
Benjamín y Ana Sofía se miraron a la cara, ella no quería decir que le hicieron una propuesta solo para ella, para no generar incomodidades en la familia, suficiente tenían a estas alturas con los constantes señalamientos, peleas y discusiones para agregar un nuevo motivo para que los siguieran odiando. Los vio por un par de segundos y suspiró con pesar.—Ellos no quieren seguir contratando con nosotros, pretenden encontrar otra empresa, que proponga materiales de mejor calidad y la ejecución de los proyectos en menor tiempo, lo siento mucho —dijo la chica y caminó hacia la salida.Sin embargo, su padre siguió insistiendo, sosteniéndola por el brazo.—Dime Ana Sofía, ¿Te reuniste con el mismo BGrey? —indagó su padre.Por segundos, ella pensó si decirle la verdad o si ese hecho, supondría alguna diferencia para él, al final terminó diciéndole la verdad.—No, el presidente tuvo algo importante que hacer y designó a Sirio Robert, su asistente, para atendernos.—Entonces no tiene validez
Los Celedón empezaron a organizar la fiesta, Genaro no perdió oportunidad de botar la casa por la ventana, es decir, derrochando no solo buen gusto, sino excesivo lujo, los más costosos entremeses, platos exóticos, las mesas, centro de mesas, mantelería, en fin no había un solo detalle sencillo, todo era ostentoso, extravagante, con eso quería demostrarle a la sociedad de Villa Madera que su familia no estaba acabada y que los rumores sobre el estado precario de sus finanzas, no eran ciertos, pues nadie pensaría que una familia a punto de arruinarse celebraría una fiesta de semejante magnitud. Así se fue divulgando en toda la ciudad e incluso en todo el país, la unión de los Celedón con una de las familias más importante del país, sin embargo, no daban detalles de las personas que se comprometerían, las redes sociales y diarios indicaba «Unión poderosa entre los Anderson con los Celedón, a través de un compromiso matrimonial, entre dos miembr0s importantes de sus familias», eso hizo
Benjamín observaba atento la expresión de Paolo mientras revisaba los resultados de la investigación, su rostro palideció, aunque intentó simular el temor que estaba sintiendo.—¿De dónde has sacado esto? ¿Te lo has inventado? ¿Cómo conseguiste este informe? —habló el hombre asustado.—¿Por qué? Porque cada investigación que se hizo tú la saboteabas para que no se pudiera saber el nombre del responsable. Que planificaste todo porque sabías que ese día tu padre te iba a comprometer con Ana Sofía, quien a pesar de ser inteligente y hermosa, no te interesaba porque tenías una relación con Melissa, la invitaste a comer a un restaurante y le contaste a ella sobre las intenciones de tu padre, ella cayó en la locura… en el mismo momento para apaciguarla le dijiste que no te importaba Ana Sofía, que si es por ti podrías desfigurarle el rostro y así fue como ella se le ocurrió lo del ácido. »Fuiste tan tonto que enviaste a uno de tus propios trabajadores a adquirirlo y lo cambiaste de ciudad,
Genaro se acercó al hombre y empezó a carcajearse burlesco. —¿A quién pretenden engañar? ¿Usted cree que me voy a creer semejante representación? ¿De dónde va a sacar ese muerto de hambre para adquirir unas joyas de más de cien millones de dólares? Porque es que con su aspecto tan insignificante no creo que ni para mafioso sirva —expuso mientras la gente soltaba carcajadas de burla. —Piense lo que usted crea, yo soy un experto en joyas, uno de los mejores del país con una alta reputación, jamás me prestaría para engañar, si usted no quiere creerlo, eso es su problema —respondió el hombre apartándose del lugar, sin dejar de sentir molestia, porque lo incomodaba que pusieran en tela de juicio su capacidad y experiencia. En cuanto a Ana Sofía, ignoró a su padre, a decir verdad, le daba igual si era una baratija o no, cualquiera fuera su valor económico, para ella tenía un invaluable valor sentimental, tomó la mano de Benjamín, y comenzó a subir las escaleras. Sin embargo, en la plant
Benjamín entró a la habitación y encontró a Ana Sofía llorando, observó a Nidia, le agradeció haberse quedado con su familia y la despidió.—¿Viste que estoy bien? —interrogó, aunque algo le decía que no estaba así por él.—Sí, vi como te defendiste del ataque de esos hombres, por algunos momentos tuve miedo, sin embargo, me calmaba cuando te veía peleando como si fueras todo un experto… —se limpió las lágrimas y le hizo una pregunta—. Yo tengo varias preguntas que hacerte ¿Puedo?—Me imagino cuáles son, pero antes de que me las hagas, deseo que me digas ¿Por qué estabas llorando cuando entré? —interrogó el hombre y las lágrimas de la joven volvieron a rodar por sus mejillas.—Estoy sufriendo un ataque por las redes… me están llamando desde zorr4, interesada, mala mujer, que me vendo al mejor postor, que soy la moneda de cambio de los Celedón y que estos por el dinero y el poder son capaces de vender su alma al diablo.—Me vas a perdonar Ana Sofía, sin embargo, lo último es cierto, y