Valeria se quedó viendo a Ana Sofía con los ojos bañados en lágrimas, el día que la vio por primera vez, quiso lanzarse en sus brazos y darle todo el amor que había guardado durante todos esos años para ella, y tener que contener esos sentimientos ha sido lo más doloroso.Ella entró sin mediar palabras, se acercó a Ana Sofía, la abrazó, llorando, desconsolada, Ana Sofía permaneció impasible, en completo silencio porque no sabía qué decir, ni siquiera como reaccionar. «¿Debería echarla? No creo, quizás debería darle oportunidad de que exponga sus razones» pensó, esperando a que sucediera lo que tenía que suceder.—Yo lo siento mucho hija, te juro que jamás quise hacerte daño, mas en esa oportunidad mi padre me dijo que si no me alejaba de ti, ella sufriría las consecuencias —excusó entre lágrimas.— Siempre te he amado, como no hacerlo si eres parte de mí… pensé en ese momento que estaba haciendo lo correcto. Además, creí que estarías bien con tu padre… por favor, Ana Sofía, perdóname.
Al escuchar esas palabras, Benjamín corrió tras de Ana Sofía, entró con ella al baño, le sostuvo el cabello, mientras la chica vomitaba todo lo que tenía en el estómago, cuando terminó, miró avergonzada a su esposo.—Lo siento, esto es muy asqueroso, me da mucha vergüenza contigo que tengas que presenciar esto —pronunció ella con una mirada triste.—¡Claro que no! No tienes nada de qué avergonzarte, eres mi esposa, ¿Acaso no recuerdas que debo estar en la salud y en la enfermedad? No solo en los momentos buenos, sino también en los malos —expresó dándole un beso en la frente, y ella un suspiro de alegría.La ayudó a levantarse, tomó el cepillo de diente, le agregó pasta dental y se lo entregó, cuando ella se cepillaba, Benjamín tomó un cepillo de peinarse, la peinó y le recogió el cabello.—¿Te sientes muy mal? —interrogó con preocupación.—Todo me da vueltas, me siento un poco mareada —respondió ella cerrando los ojos.—Lo mejor será que te recuestes un poco, yo voy a ir a preparar
Tal y como lo planificaron empezaron a cumplir con su papel de Cupido, su primer inconveniente fue cuando Ana Sofía se negaba a que Benjamín observara las mujeres que aparecían en la página.—¿Qué vas a hacer qué? —interrogó con una mirada peligrosa.—Voy a ver las mujeres que pueden gustarles a tus hermanos… —no pudo terminar, porque una enojada Ana Sofía le arrancó el celular de las manos.—¡Por encima de mi cadáver Benjamín! No tienes derecho a estar viendo ninguna mujer, así sea para buscárselas a mis hermanos, además, tú no conoces sus gustos —habló con tanta determinación que en un principio el hombre se sorprendió, porque su esposa era una mujer tranquila, casi nunca le hacía grandes escenas de celos, mas en ese momento, se observaba que estaba más furiosa que nunca.Se veía tan adorable, que él se carcajeó y ella se enfadó más, para calmarla la estrechó entre sus brazos de espaldas a él, y besó su mejilla, mientras la acunaba en sus brazos.—¿Está celosa mi esposa? —ella se ma
Los ojos de Val se llenaron de miedo y empezó a hiperventilar, su respiración y los latidos de su corazón se aceleraron como si hubiera estado corriendo un maratón.Se tomó de la pared del ascensor tratando de calmarse.Genaro observó la sombra que era el cuerpo de la mujer y por un momento la ignoró, sin embargo, cuando la miró acuclillarse a un extremo del ascensor, encendió su celular y la vio colocar su cabeza entre las piernas, y empezar a sollozar se dio cuenta de que no estaba fingiendo y que su miedo era real.—¿Qué sucede Val? Ante su pregunta ella se mantuvo aparentemente indiferente, no obstante, el estremecimiento de su cuerpo le indicó que estaba afectada. Genaro suspiró, se acercó a ella, le levantó el rostro y la miró a los ojos.Ella estaba tratando de respirar y sus ojos reflejaban temor.—Val, no pasa nada, tranquilízate. Estoy aquí —ante la voz del hombre ella levantó la mirada, sus ojos llorosos se extendieron hacia él.—Tengo miedo —dijo ella en un leve susurro.
Benjamín tomó su celular y se sentó a un lado de su esposa, marcó el número de su padre, mientras ella le pedía que lo colocara en alta voz.—Ponlo en alta voz para escucharlo y así si necesitas apoyo te lo doy.Benjamín asintió, y segundos después se oyó la voz de su padre al otro lado de la línea.—Hola, hijo, ¿Todo está bien? —interrogó el hombre preocupado.—Hola, papá, si todo está muy bien ¿Y tú, cómo estás? —Bien, estoy en Wollemia, intenté correr a Sirio, pero no hay forma de deshacerse de ese hombre… seguramente porque la manipuladora de su hermana lo mandó, ella cree que su hermanito va a impedir que me divorcie de ella, como se negó a firmar el divorcio de mutuo acuerdo, yo inicié un divorcio contencioso, quiero quedar libre de ella… conocí a alguien en el aeropuerto, el día que llegué de Villa Madera, estoy interesado en ella, pero mientras siga casado con Mara no puedo ni siquiera iniciar un acercamiento.En ese momento entró Mara y como el teléfono estaba en alta voz, e
Ana Sofía se sentía muy mal por tener la intención de ocultarle la verdad a Xiomara, pero es que en verdad ella no creía que Barton la hubiese dejado de querer, el amor no era como un artefacto eléctrico que se podía apagar como si tuviera un interruptor, ese amor entre ellos debía estar allí y quizás él viéndola a ella, que le hablara y le dijera como se siente podía darse cuenta de que estaba perdiendo a la mujer que realmente amaba.—Me parece bien suegra, debes ir y luchar por reconquistar a mi suegro, cómprate una lencería sexy, y muéstrale porque se enamoró de ti —pronunció la joven tomando su decisión.—No puedo con ustedes, ¡¿Es en serio, Ana Sofía?! ¿Le estás dando consejos a mi madre de como seducir a mi padre? Eso es demasiado fuerte para mí, ¡Dios! Me van a traumar, porque siempre me imaginé que mis padres eran asexuales —pronunció Benjamín en un tono dramático.—Pues no querido esposo, si fueran asexual tú no estuvieras aquí —lo reprendió la joven siguiendo con el tono br
Laurent se sostuvo de los fuertes brazos del hombre, hubiese caído de bruces, si él no la hubiera sostenido con fuerza.—Disculpe ¿Se hizo daño? —ante la pregunta del hombre ella negó con la cabeza, por varios minutos se quedó en silencio después de escucharlo, a pesar de querer hablar, de pronto sintió que sus palabras se quedaron atascadas en su garganta—. Creo que llamaré a emergencias, quizás se hizo una conmoción porque ya no puede hablar o de repente se comieron la lengua los ratones —pronunció el hombre con una sonrisa que hizo que a la joven le diera un vuelco en su estómago.Ella sacó la lengua y la movió de un lado a otro, para mostrarle que tenía su lengua y luego se dio cuenta de que su acto era bastante infantil, por eso se aclaró la garganta.—Ya te hablé y te pedí disculpas, siento haberme tropezado contigo —expresó y el hombre hizo una cara de ofendido.—Para mí, en cambio, ha sido un placer que lo hayas hecho —manifestó extendiendo la mano para saludarla y aunque él t
Laurent abrió los ojos sorprendida, al mismo tiempo que pensaba que definitivamente el mundo era demasiado pequeño. No pudo evitar el sonrojo en sus mejillas sobre todo ante la presencia de Patricio. —¡Ay por Dios! ¡Qué vergüenza! —exclamó la chica cubriéndose el rostro, mientras Erasmo se sorprendía de sus palabras.—¿Acaso se conocen? —interrogó mirando de uno a otro.—Si —respondió Laurent.—Fue mi cita a ciegas —dijo Patricio—Fue la cita a ciegas que preparé para Patricio —respondió Ana Sofía, al mismo tiempo que los otros.—¿Por qué le están preparando cita a ciegas a Patricio? ¿También nos las iban a preparar a Horacio y a mí? Eso suena como que desean deshacerse de nosotros.—¡No! Es solo que cuando uno es feliz quiere que los demás sean tan feliz como uno —expresó Ana Sofía.—Bueno, por favor tomen asiento… vamos a disfrutar de esta cena en familia —invitó Benjamín y todos tomaron asiento.Todos se habían llevado una gran sorpresa cuando vieron entrar a Erasmo con la mujer q