Señor Olvis compraremos el auto más caro que tengan en esta sucursal, no es así joven amo Seit, dijo Ben dirigiéndose a Seit igual que Olvis con algo de dudas, porque después de todo Seit sería quien pagaría y no él.

Ja jajá, en ese momento un hombre que ya llevaba observándolos durante un buen rato se les acerco, y les dedica una sonrisa amarga a Ben y a Seit y luego se dirige a Olvis y le dice; Olvis cuando aprenderás a distinguir a los buenos compradores, no puedes atender a todos de la misma manera, no ves que te están tratando de engañar como la ves pasada, te estas están viendo la cara y se burlaran de ti como sucedió ayer.

Negando con la cabeza el hombre continuó; no dijeron lo mismo los hombres de ayer y nunca más volvieron, vamos Olvis, mejor ve y empieza a trapear los pisos que pronto serraremos, yo me encargare de atender a estos niños.

Este hombre era uno de los trabajadores más antiguos de la sucursal, y creía que podía distinguir bien a un buen comprador poten