Al parecer los demás que no están presentes desprecian a aquellos clientes que no son potenciales a sus ojos, quizá solo por como visten y como llegan aquí, ¿cierto?, cuestiono Seit, después de una pausa siguió, seguramente nos ven a través de las cámaras que hay en el estacionamiento y afuera de la entrada de esta sucursal.

No es así Olvis, terminó Seit, y cuando termino de caer la última sílaba de sus palabras Olvis se veía avergonzado, porque de hecho esto era así.

Sus colegas del trabajo califican a todos los que llegan a la entrada para ver si son clientes que merecen ser atendidos por ellos, si no son lo suficientemente bueno a sus ojos dejan que esperen para que se vayan solo, o simplemente que lo atienda Olvis o cualquier otro a quien no le importe perder el tiempo.

Así es joven amo, respondió Olvis con nerviosismo.

Dime Olvis, ¿eres nuevo?, ¿Por qué te dicen que tú atiendas a los demás?, cuestionó Seit.

Usted esta en lo cierto joven amo Seit, llevo recién un