Una vez que cierra la puerta detrás de él, Arman es recibido por un aroma inconfundible: cigarrillo.Frunce el ceño de inmediato. Y aunque en otro momento reñiría con Grigori por ese tema, justo ahora no está de humor para discutir sobre ello.Con un suspiro cansado, avanza por el breve pasillo y entra del todo en la habitación y recorre el espacio con la mirada en busca de Grigori. El aroma del cigarrillo es demasiado fresco como para que él hubiese salido antes de su entrada.Aunque en un principio no lo ve en ninguna parte, cuando escucha el sonido del agua correr en la ducha, entiende que él se encuentra allí.—Claro que sí… —murmura para sí mismo, para luego dejarse caer pesadamente sobre la cama.El colchón se hunde ligeramente bajo su peso, y Arman deja que su mente vague y se pierda en otra parte.Con movimientos pausados, saca la carta de su bolsillo y la observa con detenimiento.El papel es de un tono rosado pálido, con bordes doblados con mucho cuidado. Un aroma dulce flot
Para cuando el reloj marca las 9:20, el lobby del hotel ya se encuentra lleno de voces y risas. Los estudiantes se encuentran agrupados en pequeños círculos, conversando animadamente mientras esperan la van que los llevará a la estación de trenes. Algunos están revisando sus teléfonos, otros intercambian historias de la noche anterior, y hay quienes simplemente disfrutan de los últimos momentos en el lugar antes de partir a la siguiente ciudad en su ruta de viaje. Arman camina con calma hacia el centro del lobby, por lo bajo refunfuña por las tonterías de Grigori y como le tocó salir corriendo de la habitación, pero cuando entra en el espacio, su mirada es atrapada de inmediato por la chica que le entregó la carta. La chica está justo donde dijo que estaría: junto al florero de porcelana azul y blanca, aquel que decora la esquina de la gran sala. A simple vista se le nota el gran esfuerzo que hizo para verse bien arreglada, su cabello cuidadosamente peinado, su ropa impecable.
Al igual que siempre, las calles de Venecia respiran vida.Los turistas pasean por los canales, las parejas se toman de la mano mientras los gondoleros navegan por las aguas tranquilas. En las plazas, los músicos callejeros llenan el aire con melodías vibrantes, y en los cafés al aire libre, las conversaciones se mezclan con el aroma a expresos recién hecho.Pero no todo es tan pacífico como debiera. Lejos de la multitud, en una de las callejuelas menos transitadas, la atmósfera que se respira es completamente distinta al resto de la ciudad.—¡Basta! —exclama con fuerza una de las voces que los rodean con marcada preocupación—. Grigori, ¡Detente!—¡Alguien haga algo! — dice una de las voces femeninas del grupo.Poco a poco los gritos comienzan a ir en aumento y se escuchan por todo el callejón, pero nadie se acerca demasiado a los dos implicados. En vista de ello, dos de los adolescentes se apresuran en ir en busca de sus profesores.Pero, es que cualquiera que observe la escena que se
༻ INSTITUTO ORLOVSKAYA ༺༻ SHIROKAYA BALKA – RUSIA ༺Arman apenas si tiene tiempo de cerrar los ojos con fuerza, antes de que la mano de su padre impacte contra su mejilla con un sonido seco y desgarrador que resuena en cada espacio de la habitación.El golpe es fuerte, ejecutado con toda la intención de generar daño.Su cabeza gira por la fuerza del impacto de la bofetada, y por un segundo, su oído zumbo con un pitido constante.Grigori observa la escena, y no puede sentir cómo la sangre en sus venas comienza a hervir ante la impotencia que lo recorre.El pelinegro se encuentra sentado junto a la profesora Alexandra al otro lado de la oficina de la directora, pero en cuanto ve el golpe que Arman recibe por parte de su padre. Grigori no duda en ponerse de pie de un salto, su silla crujiendo tras de él por la brusquedad del movimiento.—¡¿Pero qué demonios cree que está haciendo?! —gruñe al tiempo que sus puños se cierran.Ante su estado alterado, la directora y la profesora Alexandra i
La tensión en la oficina comienza a tornarse cada vez más y más densa cuando los adultos comienzan a intercambiar palabras entre ellos. La directora y la profesora Alexandra intentan retomar el control de la situación, mientras los dos padres se mantienen en lados opuestos de la sala, teniendo ligeros intercambios de palabras con comentarios mordaces y respectivos referente a la reacción que cada uno está teniendo con la situación en la que sus hijos están involucrados.La reunión se extiende apenas unos 10 minutos más, y sinceramente ambas mujeres se muestran ligeramente calmadas y complacidas cuando esto llega a su fin, ya que ninguna de ellas esperaba que aquella reunión se convirtiera en un ir y venir de disimuladas amenazasUna vez que se encuentra fuera de la dirección, Arman apenas si se encuentra procesado lo ocurrido cuando siente una mano suave pero firme sujetar su muñeca.—Arman, espera —la voz de la profesora Alexandra lo detiene justo antes de que su padre lo arrastre por
༺ ROMA - ITALIA ༻༺ CUATRO MESES DESPUÉS ༻Anastasia se alza sobre el pequeño pedestal frente al espejo, su cuerpo envuelto en una fina tela de prueba mientras la modista ajusta las medidas con precisión. La luz tenue de la sala de costura baña su rostro, reflejando la felicidad pura que brilla en sus ojos. Su sonrisa es amplia, sincera, imposible de contener.No solo está probándose el vestido con el cual caminará hacia el altar dentro de dos semanas para unir su vida a la del único hombre que siempre ha amado, sino que además tiene el privilegio de que su diseñadora favorita se encargue de su confección. Todo parece perfecto, casi irreal. Como si estuviera viviendo dentro de un cuento de hadas.Una vez que la ajustadora le indica que ya están listas todas las medidas, Anastasia se gira hacia Arman para que este le dé su opinión—Dime, ¿qué te parece? —pregunta con entusiasmo, mientras deja que su brillante sonrisa se mantenga intacta en su rostro.Por su parte, Arman se encuentra sen
La voz de Dmitry es lo primero que escucha cuando este se acerca para saludar.—Tienes mala cara, Arman. Esas ojeras podrían competir con las mías después de semanas sin dormir.Arman parpadea al escucharlo, después de todo, él sabe que es cierto que está agotado, pero no por falta de sueño, no, en realidad su cuerpo se encuentra pidiéndole con desesperación que duerma, pero sencillamente se le ha hecho complicado el poder hacerlo por más de dos horas seguidas debido a todo lo que lleva acumulado en su cabeza.Aun así, consiente que aquél sea un tema del que Dmiry quiera escuchar, así que su respuesta es la de dedicarle una sonrisa de cortesía y estrechar la mano que Dmitry le ofrece.Pero su atención no dura en él por mucho tiempo, por el contrario, esta se desvía rápidamente hacia su único interés dentro de esa habitación.Grigori.Arman lo ve acercarse a Anastasia y saludarla con un beso en cada mejilla, su actitud relajada y natural, como si todo estuviera en orden. Como si él no
Anastasia entra con una bolsa de papel en una mano y un vaso de café en la otra. En cuanto su mirada se fija en Arman y nota que este ya se encuentra despierto, su expresión se ilumina con un alivio tan palpable, que el pelinegro no puede evitar sentirse culpable por preocuparla.—¡Por fin despiertas! —exclama, terminando de entrar en la habitación y dejando sus cosas en la mesita junto a la cama—. Pensé que tendría que aguantar más horas viéndote dormir como un príncipe encantado. Te juro que por un momento contemple el despertarte con un beso.A pesar del intento de broma por parte de Anastasia, hay un deje de cansancio en su voz que no puede pasar del todo por alto.—Lo siento… —repite Arman, bajando la mirada.—No te atrevas a disculparte, ni tampoco a sentirte culpable por lo que ocurrió —responde Anastasia sin dudarlo, pero también reprendiéndole pues conoce muy bien la forma de ser de su mejor amigo—. Lo importante es que estás bien, y que pudiste descansar un poco.Al ver la f