Episodio 4

Los años pasaron, al primer año las cosas fueron un poco difíciles para Charlotte, pero con lo que iba juntando lograba comprar algunas cosas para las clases, que pudieran ayudar a los niños a aprender tanto a escribir como leer. También en este año tuvo un largo proceso de enseñarle a Dalin a cocer, le había costado un poco, pero nada que con el tiempo no se arreglara y ella se esforzara por aprender a remendar sin dejar evidencia de que ahí alguna vez hubo un tajo. Gracias a esto ahora Dalin trabajaba con ella, mientras ella daba clases, Dalin se encargaba de algunos pedidos y así iba adelantando trabajo, pero aun no tomaba ningún trabajo de cero, o sea no se encontraba lista para hacer un vestido desde cero, aun le faltaba practica. Charlotte dijo que primero la haría hacer uno que ella misma creara para sí misma y dependiendo de los resultados ahí verían si está lista para tomar estos grandes pedidos.

Al segundo año de anuncia que el Rey Arthur se casa con Amalia Evans hija de un conde cercano a la corona, el pueblo celebra que el rey se haya vuelto a casar y esperan ansiosos el heredero, pero Charlotte solo reza por esa niña que ahora ha caído en las manos de Arthur.

Para este año Charlotte ha progresado mucho como costurera y tutora. Su trabajo como costurera se ha extendido, ahora no solo gente de bajo recursos vienen a ella, sino que también hijas de condes viene por su maravilloso trabajo. Lo bueno es que para estos momentos Dalin ya sabía hacer vestidos de cero, eso alivió aún más la carga de Charlotte. Los pedidos a como llegaban iban saliendo, intentaban ser lo más rápidas posible con su trabajo para que no se acumulara y trabajando juntas lo estaban consiguiendo.

Su trabajo como tutora también estaba progresando, en este año había logrado llevar a los niños a un lago donde se divirtieron nadando y también aprendiendo nuevos nombres de lo que los rodeaba. Como los niños eran curiosos le preguntaban por cualquier cosa que no conocían, así Charlotte iba a notando en un cuaderno, para después repasar estas palabras en clases y también dibujar lo que eran. Por que sí, ahora Charlotte le estaba enseñando a dibujar a los niños, había comenzado con lo principal que era dibujar casitas o frutas, ya después lo niños dejaron fluir su mente dibujando otras cosas.

-¡Señorita Charlotte, mire he dibujado una gran mariposa!..._Una de sus alumnas enseñó orgullosa su dibujo.

-Muy bien María, está muy linda..._La niña sonríe orgullosa de su trabajo y pasa la pagina para comenzar hacer otro dibujo. -Niños les tengo una noticia..._Comenta Charlotte obteniendo la atención de los niños. -Mañana podré por fin comprar los colores..._Los niños se alzan en alegría saltando de emoción. Ya hace un tiempo le había hablado sobre esto a los niños y les explicó que debían ser pacientes ya que estos eran muy caros, pero por fin la espera había terminado. Sus alumnos emocionados les contaron a sus padres sobre lo que sucedió y ellos estaban muy agradecidos por como Charlotte era con sus hijos y también habían notado que lo que ellos pagaban era para los materiales que ella le compraban a sus hijos.

Todos estaban encantados con Charlotte por lo servicial que era, carecía de buenos modales y talentos que solo los nobles los tenían.

Al tercer año se anuncia que la reina Amalia está embarazada, pero lo que el pueblo no entiende es porqué avisaron cuando su vientre está demasiado grande, parecía que ya le faltaba poco para dar a luz. Aun así el pueblo con la duda, estos celebraron la pronta llegada del heredero felicitando a los reyes por su futuro hijo.

Para este año Charlotte había logrado comprarle libro a los niños, en ellos venían varios cuentos, con esto había ayudado mucho a que la lectura de los niños se facilitara más, no habían palabras difíciles y ellos estaba leyendo algo que le gustaban. Charlotte para hacer trabajar sus mentes, seleccionaba un cueto y le sacaba tres preguntas relacionadas con la historia, esto a veces eran actividades para hacer en las clases y otras para hacer en casa.

Todo se estaba dando para ella, con arto esfuerzo, pero lo estaba logrando....

Al pasar de los meses nace el hijo del rey, El pueblo está de fiesta por el nacimiento del heredero que es un niño, todo el reino lo celebra y Charlotte decide suspender las clases, mientras todos salen y celebran ella se queda en su casa adelantando trabajo. No está interesada en lo que está sucediendo, solo se enfoca en su trabajo.

Mientras cose un pantalón piensa en como Arthur ha sido como rey, está feliz y tranquila de que el se preocupe por el reino entero incluso por los pobres. Hace poco se había comenzado a construir un centro medico para las personas que no podían pagar por un medico personal, esto la había tomado por sorpresa, Arthur ayudaba a todos y escuchaba cada petición. Charlotte se sentía feliz de que el no resultara ser el tirano que ella pensaba, porque de ser así ella no podría vivir con la culpa de que aceptó su muerte, para evitar su responsabilidad como reina, pero agradecida de que las cosas no eran así.

Todos admiraban y hablaban sobre los reyes, sobre su hijo que fue concebido con amor, porque se podía notar cuanto se amaban.... Pero si tan solo ellos supieran lo que en realidad sucedió tras esos muros.

Entre Amalia y Arthur no había ni una gota de amor, esto lo sabían los guardias y los empleados. Todos ellos fueron testigos de como fue concebido ese niño, no hubo un acto de amor como habla el pueblo, fue algo forzado lleno de repudio y odio.

Amalia jamás olvidaría la noche en que Arthur llegó enojado después de una reunión con los del consejo. Estos le recriminaron a Arthur que ya había pasado rato desde la noche de bodas y de más noches, como para que la reina esté en embarazo. Arthur enojado por hablar de su vida privada les explica casi rechinando sus dientes, que él no la había tocado hasta el momento, el consejo lo presiona por un heredero haciendo que este se enoje irasciblemente.

Entró en su habitación que hasta el momento compartía con Amalia, esta dormía plácidamente y el la removió buscando despertarla. -Despierta..._Le habla, pero esta no parece reaccionar. -¡Que despiertes te digo!

Amalia despierta asustada y mira a Arthur que está a su lado.

-¿Que sucede?

-Abre las piernas..._Le exigió al quitarse du camisa y luego su pantalón.

-¿Qué?..._Preguntó en un hilo de voz, todo su cuerpo se tensó del miedo.

-¡Que habrás las putas piernas te digo!...

-Arthur por favor cálmate y hablemos..._Habló intentando racionar con el.

-Amalia no lo vuelvo a repetir, abre las piernas a la cuenta de uno.

-Artur por favor.

-Dos

-No lo hagas, solo dime que pasó.

-Tres..._Arthur la agarró a la fuerza atrayéndola hacia el, pero Amalia gritaba por ayuda mientras daba todo de ella por evitar lo que estaba por pasar, pero a pesar de sus gritos nadie la ayudó y entendiendo esto dejó de poner resistencia y solo le pidió que no fuera brusco, pues era su primera vez. Arthur no prestó atención a sus palabras e hizo y deshizo con Amalia.

Después de esa noche Amalia le imploró a Arthur no dormir juntos, lo cual este acepto, no puso alguna queja pues tampoco quería seguir compartiendo cama con ella, no quería nada que ver con ella y tampoco quería un hijo con ella, pero fue presionado a casarse y a tener un hijo. Esto no estaba en sus planes principales, pero ya vería la manera de hacer lo que una vez tanto quiso.

(Cuatro Años Después)

Arthur iba en su carruaje de regreso al palacio, Después de un largo viaje por fin estaba de vuelta, había tenido que ir a visitar un reino vecino con el cual estaba formando alianzas y también aprovechó para hablar sobre algunos tratados comerciales entre ambos reinos. Todo salió a la perfección y ya estaba de vuelta, pero venía muerto del cansancio, solo quería llegar y tirarse a su cama y dormir hasta el día siguiente, pero lo más probable es que su mano derecha lo está esperando afuera del castillo con un pergamino lleno a deberes. De tan solo imaginárselo le dio dolor de cabeza, no quería hacer nada, solo pedía un día de descanso, pero eso era algo totalmente imposible.

El carruaje se detuvo y Arthur miró por la ventana viendo pasar a una joven muy conocida para el, la chica caminaba con unos royos de telas en brazos, por fin la chica se gira y el corazón de Arthur da un salto al verla bien. Era Charlotte la joven chica que vio hace muchos años, ahora estaba muy cambiada y estaba más hermosa que nunca, el jamás podría olvidar el día que una chica corría atrasada por entregar los panes que su padre hacia y aunque el quiso hablarle, su padre jamás se lo permitió recalcando que ella era una pueblerina y él hijo de un conde.

Pero eso no detuvo que Arthur la quisiera ir a ver de vez en cuando, una sola vez compró pan y ella lo atendió y él le sonrió logrando que ella se sonrojara, pues era el primer chico que le sonría.

Luego de ese día el no volvió a verla, pero había quedado deslumbro por su belleza, su manera de ser tan torpe y descuidada. Lo que el ahora veía no se parecía en nada a la Charlotte que una vez conoció.

El carruaje avanzó y el se grabó el lugar para mandar a investigar sobre lo que ella estaba haciendo, no perdería más tiempo, es la primera orden que daría al bajarse de su carruaje. El carruaje prosiguió su camino hasta llegar a palacio, donde lo recibió como era de esperarse su mano derecha con el maldito pergamino en manos y su esposa con su hijo.

-¡Papi!..._El pequeño estiró sus brazos queriendo ser cargado, Arthur lo tomó en brazos y le dio un beso en la cabeza.

-Bienvenido su majestad..._Todos hicieron la reverencia al recibirlo.

-Fue un viaje agotador..._Amalia se acercó para tomar al niño sabiendo que Arthur llegaría directo a trabajar, pero este no se dejó quitar a su hijo de los brazos. -Déjalo.

-Pero... Tienes cosas que atender..._Responde mirando a Wilfred, que es así como se llama la mano derecha del rey. Este asiente dándole la razón a la reina, debe de encargarse de otros temas y no puede estar con el niño en brazos.

-Williams irá conmigo..._Ordenó mirándolos a ambos. Después de esto entra al catillo y es seguido por Wilfred.

Arthur entra a su despacho y seguido de unos segundos entra Wilfred.

-Bueno señor, hay muchas cosa que hacer y...

-Wilfred investiga ahora mismo a Charlotte Wilkinson..._Wilfred lo mira sin comprender esperando a que su rey le de una explicación. Hasta que recuerda sobre una chica que una vez él le habló, pero se supone que esa chica había desaparecido pues no se volvió a saber nada de ella. -¿Que esperas?

-Arthur, ya estás casado olvídate de esa niña..._Dijo dejando de lado el formalismo y hablándole como lo que realmente eran, amigos.

-No me contradigas y búscala. Quiero saber que ha sido de ella, si ha pasado hambre o frio en algún momento, que es lo que hace ahora.

Wilfred suspira sabiendo que no hay manera de llevarle la contraria, cuando algo se le mete en la cabeza a su amigo no hay quien se lo saque. -¿Donde la vista?

-Cerca del comercio..._Wilfred asiente y sale a hacer lo pedido, mientras Arthur se queda jugando con su hijo un rato mientras su amigo vuelve.

No puede dejar de pensar en lo mucho que lo emociona volver a verla, se pregunta si ella se acordará de el y si es así espera que las cosas entre ellos puedan funcionar sin nada de ambientes incomodos. Debía buscar una manera de meterla en el castillo sin manchar su imagen, pero de que la tendría cerca, lo haría.

(….)

Charlotte terminaba de recoger las telas luego de terminar su trabajo, Dalin por mientras estaba preparando algo de comer para ellas dos y su hija. Ambas se habían vuelto muy buenas amigas, casi como unas hermanas. Incluso Karla la llamaba tía desde hace algún tiempo ya y para Charlotte Karla era su sobrina consentida, a ella le hacía lindos vestidos cada que podía, y también ahora era su modelo para hacer vestidos para niñas y venderlos, al igual había comenzado hacer ropa para los niños, sus alumnos barones fueron sus modelos, a ellos igual le dio uno de sus diseños y a la demás niñas también.

Dalin había terminado de preparar la cena y ordenó la mesa para que las demás llegaran solo a comer, para cuando termina llama a su amiga y a su hija a cenar. La primera en aparecer es Karla quien toma asiento de inmediato, segundos después aparece Charlotte.

Comen en silencio disfrutando la cena, Dalin mira a Karla haciéndole señas y su hija se ríe comprendiendo lo que su mamá le trata de decir.

-Por Dios chicas, ya supérenlo..._Dijo rodando sus ojos.

-No puedes negar que el hermano mayor de Luis quedó loco por ti.

-Dalin no lo sé, no me fijé en eso. Solo le explique algunas cosas sobre la tarea de Luis y ya.

-Tu no lo viste pero el estaba embelesado viéndote hablar

-Tía, las señoras dicen que si te casa con un hombre que trabaja en el castillo, no pasarás hambre..._Comentó Karla recordado lo que una vez escuchó en el mercado.

-¿Trabaja en el castillo?..._Pregunta Charlotte.

-Si, es un guardia del castillo y ahora está en sus días libre. Así que lo más probable es que venga a recoger más seguido a Luis..._Dalin codeo a Charlotte y esta solo la ignoró, el chico si le había parecido lindo, pero solo eso. No tenía tiempo para pensar en otra cosa aparte de su trabajo y vocación...

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