Era otro día de clases en la que los niños se habían divertido demasiado, de a uno se iban yendo y ya solo quedaba Luis, pero este no estaba preocupado de que aun no llegaran por el, en realidad estaba concentrado jugando con Karla que no notó el pasar del tiempo. Charlotte los dejó jugar y se fue a trabajar con Dalin, esta estaba con el maniquí cruzando algunos alfileres. Concentrada en su trabajo no se dio cuenta cuando Charlotte entró en la habitación y se puso a remendar una falda que solo había que cambiarle el elástico. Dalin aun le daba la espalda y no la notaba, su mirada viajó del maniquí a la ventana por donde vio pasar al hermano de Luis. -¡Charlotte!.. -¡¿Que?!..._Gritó del susto que le había dado su amiga. -¿Cuanto llevas ahí?..._Preguntó extrañada de no haberla sentido. -No mucho, ¿Por qué gritas?..._Tocan a la puerta y Dalin le hace señas de que vaya a ver quien es, Charlotte camina extrañada mirando hacia atrás por la actitud de su amiga. Una vez que abre la puerta
Charlotte está hermosa, Dalin se había encargado de ayudarla a vestirse y peinarla, había dado todo de si para dejar a su amiga deslumbrante para la cita. Dalin le habla sobre muchas cosas que pueden pasar en esta salida, pero Charlotte le corta el royo afirmándole a su amiga que nada de eso sucederá, no está ni lo más mínima e interesada en salir con alguien como algo más, su vida ya está bien como está. No necesita que llegue alguien con intenciones amorosas, no tenía cabeza para eso. El tema del amor era uno muy cotidiano entre las mujeres, siempre hablando sobre como se sienten cada vez que sus maridos llegan y las consienten o ven al chico que les gusta. El tema del amor estaba demasiado sobrevalorado, solo pensaban en enamorarse, casarse y tener hijos, un estilo de vida que Charlotte detestaba, ella siempre quiso hacer algo diferente, siempre quiso ser diferente y ahora lo había logrado. Veía como niñas llegaban contándole que ese vestido que le pedían arreglar lo querían usa
El ambiente era tenso, las madres pensaban lo peor que se les pusiera cruzar por sus pensamientos. Estaban preocupadas desde el primer instante que escucharon que a la tutora Charlotte se la habían llevado los guardias reales sin alguna razón. Ellas no perdieron el tiempo y corrieron a casa de Charlotte para saber que había sucedido, pero Dalin no pudo darles la información que querían porque estaba igual que ellas.Ahora de ya la tutora se encontraba aquí en casa podían estar más tranquila, por un momento pensaron que la encerrarían, pero gracias a Dios no fue así. -Señoras lamento informarles que no podré darle clase a los niños todos los días..._Todas la miran preocupada. -Solo podré darles clases dos veces a la semana.Los murmullos entre ellas se escuchan en todo la habitación, ¿Cuál era la repentina razón para esto? ¿Acaso Charlotte se había metido en problemas por estarles enseñando a sus hijos?-Esto debido a que el rey y la reina me han pedido ser la tutora del príncipe..._C
El fatídico día para Charlotte había llegado hoy era Lunes, lo que significaba ir al castillo. Como se lo había pedido el rey se había levantado temprano y aunque estaba muerta de sueño, ahí estaba bañándose con agua helada para despertar por completo. Era un método que servía mucho, pero en el momento se echarse esa agua tan fría en la mañana, le estaba haciendo doler los huesos, no es algo que volvería a repetir, solo mojarse la cara con agua fría sería suficiente.Al terminar de bañarse se abraza a sí misma tiritando de frío, camina a su habitación y quedando frente a su armario se sienta dejando que el frio se pase un poco, mientras ve lo que se pondrá. Dejando pasar algunos minutos se levanta y comienza a vestirse, no puede perder mucho tiempo, aun le falta desayunara, pero sabe que en eso no va a perder mucho tiempo solo comerá un pedazo de pan con queso y una tasa de de té.Prepara su desayuno y se siente ansiosa, era algo inevitable de sentir y odiaba eso, desearía poder contr
-Su majestad ya están de vuelta..._Sale Wilfred a recibirlos.Ya habían vuelto de su cacería y el ganador había sido Charle cazando a un ciervo, el resto habían logrado cazar conejos y zorros. En su regreso al castillo Kyle y Charle le insistían porque querían ir a conocer a la susodicha, era mucho el interés ya que le primera vez que oyeron de ella al momento la asimilaron como una "bestia" por como Arthur decía que se vestí y como era, nada una damita para andar corriendo y saltando por ahí, pero con lo que ahora habían escuchado, parecía que había sido educada.-Wilfred ¿Dónde está Amalia?..._Preguntó Arthur.-La reina se encuentra con la tutora y el príncipe William..._Responde recibiendo el equipo de cacería.-Bien, iré ahí.-Si su majestad...-Oh y Wilfred.-¿Si su majestad?-Cierras las piernas..._Dice haciendo obvia referencia a que anoche se había acostado con Kyle.Luego de que Arthur dijera estas palabras, Wilfred abrió la boca para decir algo, pero la risa de Charle le int
El almuerzo había acabado y ya todos se estaban retirando para seguir con sus labores. Charlotte se fue con Amalia y el príncipe de nuevo a la sala de aprendizaje para seguir con su trabajo. Por otro lado el trío de reyes se fueron al despacho de Arthur, este estaba sentado en su silla tras el escritorio revisando algunas peticiones y cartas, mientras Kyle y Charle estaban sentados en los sillones mirando a Arthur, esperando a que tome la iniciativa de armara un plan para pasar tiempo con Charlotte, pero no, ahí estaba sentado su amigo, trabajando y no dándole importancia a algo único que debe de aprovechar.Arthur a pesar de estar sumido en su trabajo, escuchaba a sus amigos armar un plan sin su consentimiento, era increíble que ellos se motivaran más que el para esto, pero no había nada que pudiera hacer. Había contratado a Charlotte para enseñarle a su hijo, si de la nada cancelaba una clases solamente llevarla a cazar sería algo muy extraño para ella de seguro.Aun no podía creer
La cena transcurría en un cálido ambiente, y aunque Dalin sentía que Charlotte estaba ansiosa no quiso abordar a su amiga con sus preguntas. Esperaría a que Charlotte se sintiera cómoda para hablar y la escucharía atentamente.Cuando la cena acaba se despiden y Dalin abandona la casa junto con su pequeña hija. Charlotte sabía que su amiga estaba preocupada por ella, pero no podía decir nada, no por ahora. Sin más que hacer organizó la cocina mientras esperaba a Nala, su mente estaba absorta de tanta cosas, no podía dejar de pensar en como Nala la había reconocido y luego estaba también el recuerdo de Arthur siendo amable con ella, ambas situaciones estaban por volverla loca. Habiendo terminado con la cocina toma asiento en uno de los sillones, toma uno de los libros y los ojea mientras espera. Sabe que Nala podría tardar en venir, pues no debe ser vista saliendo a tan altas horas de la noche. Las horas pasan y Charlotte anota las paginas que le hará ver a sus alumnos al día siguiente
Los toques insistentes en su puerta la despertaron de su profundo sueño, se quejó del ruido y si más se levanta. Va hacia la puerta y mira por la venta antes de abrir, Dalin está con sus alumnos esperando a que abra. Alarmada corre a cambiarse de ropa, ve la hora y ya son pasada de las una del día. ¿Qué había pasado? Nunca había dormido tanto tiempo, siempre despertaba temprano, lo máximo era dormir hasta las once, pero en los fines de sema se daba ese lujo, del resto no.Apenada volvió cambiada y abrió la puerta, Dalin le preguntó que le había sucedido, pues había estado tocando la puerta desde hace mucho rato. Charlotte solo se excusó diciendo que estaba muy cansa y por eso había seguido de largo durmiendo. Para cambiar el tema le enseña los libros a sus alumnos, estos emocionados los abren y gritan agradeciéndole a su profesora, al fin tenían los libros que les faltaba, pero aunque antes no lo tuvieran, Charlotte les hablaba de su conocimiento sobre la historia de Neria. Cuando los