Dorian pidió a su chófer salir de inmediato de la compañía, el semblante del CEO, no se veía nada bien, su avecilla corría peligro, estaba herida, si la llegaba a perder, él.... ni siquiera quería pensar en esa posibilidadLos guardaespaldas no perdieron tiempo, ellos mismos trasladaron a Alina, al mejor hospital que había en la ciudad, tenía que salvarse, la señorita Altamirano, tenía que salvarse o sus vidas se terminarían con ella, su jefe no perdonaba errores— La diseñadora, no podía abrir los ojos, solo podía escuchar lejanos murmullos y sentir un dolor punzante y ardiente a un costado del abdomen, fueron pocos minutos los que estuvo consiente hasta que la oscuridad llegó y no supo más de ella— El Ceo llegó y detrás de él su séquito de guardaespaldas, se dirigió de inmediato a los dos hombres bajo su mando y sostuvo a uno de la camisa — ¿cómo está ella? ¡te pago para que la cuides! ¡y tú dejas que casi la maten! ¡¿cómo es que fuiste tan estúpido?!La voz furiosa del hombre, mez
La resistencia de Rodrigo, ante Dorian, era bastante buena, ambos eran Ceos imponentes, los dos tenían un interés demasiado fuerte por Alina, el ex novio decía estar arrepentido de no haber confiado en ella y que la quería de vuelta, pero el poderoso Dorian, no estaba dispuesto a dejársela arrebatar— Los guardaespaldas de Dorían, los separaron y terminaron por sacar a Rodrigo, el Ceo Montana, ordenó rodear el hospital con sus hombres, tenían la órden explícita de no dejar acercarse al lugar, Rodrigo, era poderoso, pero Dorian, era como un emperador moderno— El asistente Aníbal, hizo que el cirujano plástico del hospital curara las heridas en el rostro de su jefe, al Ceo le dolía. los golpes, pero no los tomaba en cuenta por qué su mente estaba concentrada en el estado de salud de la diseñadora— Sin moverse un solo momento del hospital, Dorian, fumaba un cigarrillo tras otro, el Ceo que siempre tenía los nervios de acero hoy parecía estar a punto de entrar en un ataque de histeria,
Alina, en su inconciencia y su miedo a ser lastimada una y otra vez, llamaba en sueños a la única persona que la había cuidado, ese amigo que nunca conoció pero que siempre había estado ahí para protegerla, más desde que comenzó su relación de contrato con Dorían, no había vuelto a saber más de él— El Ceo se acercó, le sostuvo la mano para tratar de tranquilizarla, podía ver y sentir el miedo de Alina, la mujer abrió sus bellos ojos violeta y lo miró, el Ceo, estaba preparado para que lo echara de la habitación a gritos, pero lo que pasó lo dejó clavado en su sitio— ¡Dorian, estás aquí, viniste, tú... tú me salvaste, me salvaste de una muerte segura¡ —Alina, lloraba desconsolada escondiendo su rostro en la camisa blanca que el Ceo llevaba puesta, ella deseaba poder abrazarlo, pero no podía moverse mucho, la herida le dolía — Calma, ya pasó todo, ahora estás conmigo, estás a salvo, no voy a permitir que nadie de haga daño de nuevo, estás segura bajó mi... mis alas — el poderoso empe
Las palabras de Dorían, hicieron sentir mejor el corazón de Alina, por alguna razón le gustaba escuchar de los labios del poderoso Ceo, que ella era su única mujer, pero aún así debía aclararle algo, si había algo que Alina no iba a consentir, eso era ser una más de las amantes del atractivo hombre— Dorían, voy a pensar en tu propuesta, pero te diré que si teniendome a mí, buscas a otra mujer, no voy a quedarme a tu lado, ni siquiera te voy a decir nada, simplemente me iré, puedes rechazar ahora mismo mis condiciones si así lo deseas, si crees que no puedes cumplirlas se honesto y dímelo— El Ceo, sonrió un poco de lado, su respuesta fue besar suavemente los dulces labios de la hermosa mujer, ella estaba pálida en estos momentos ,pero aún así su belleza nunca se iba de su rostro — Sueltame, no te aproveches de mi mal estado de salud — reclamó Alina, haciendo un lindo puchero, a Dorian le pereció encantadora, la candidez de esa mujer lo envolvía en una atmósfera agradable— El asiste
En la oficina delas empresas Fernández, el joven amo Rodrigo Fernández, bebía de su copa de vino, estaba frustrado y molesto, no había podido ver ni hablar con Alina, en todos estos días, Dorian Montana, la tenía bajo sus cuidados impidiéndole encontrarse con ella y poderle decir que ya no se casaría con Sofía, que su único amor era ella— La familia Altamirano estaba furiosa por el grave desplante que le había hecho Rodrigo a la señorita de la casa, no se enfadaron cuando Sofía quedó embarazada por qué ese bebé significaba ala unión de dos buenas familias de sociedad pero ahora que Sofía, habia sido abandonada tan de repente y sin una explicación de suficiente peso, se sentían ofendidos y humillados, los señores Altamirano, exigían saber ¿por qué? ¿cuál era la razón de semejante acción?Para su familia, Sofía era una muy buena candidata a ser esposa del joven amo de la familia Fernández, ella era bella, socialité encantadora, rica, no era posible que Rodrigo, la dejara y la convirtier
Alina, se debatía en una lucha interna, por un lado Dorian, podía llegar a ser un hombre demasiado cruel, no se tentaba el corazón con sus enemigos, pero también había sido la persona que desde que lo conoció, la había apoyado y protegidoAl final abrió la puerta, el Ceo, se encontraba de pie frente a la puerta, ella se secaba las lágrimas con la yema de los dedos — bien, habla, te voy a escuchar— Al poderoso hombre no le gustaba verla molesta y tan fría con él — Alina, escucha, estoy completamente seguro que lo que Valery, dijo, es mentira, solo estaba intentando chantajearme, está obsesionada conmigo aunque le dejé claro que tú eres mi mujer— ¿Tú... le dijiste que yo era tu mujer? ¿porqué? no soy tu novia, ni tú prometida, el decir que soy tu mujer es solamente para que otro hombre no se me acerque, ¿creés que me quedaré contigo y no me daré la oportunidad de conocer a alguien más? alguien que quiera lo mismo que yo quiero en un futuro¡Alina! no has entendido que tú tienes prohib
Alina, se había quedado veinte minutos más con su abuelo, pudieron platicar de lo sucedido, el viejo amo Altamirano, ofreció todo su apoyo para lo que decidiera hacer, su querida nieta, la diseñadora salió de las empresas con la intención de ir a su departamento y quedarse ahí, pero el asistente Aníbal ya estaba esperándola en un lujoso auto para llevarla con su CEOEn la mansión Tigre Azul, un muy molesto Dorian, aguardaba el regreso de Alina, había escuchado todo lo que se había dicho en la discusión, había implantado por supuesto un localizador en ella, no quería que volviera a correr riesgosLa diseñadora, logró salir por un costado del lugar, tomó un taxi para ir a su hogar a trabajar en algunos diseños, eso era lo único que la relajaba, tenía la cabeza hecha un caos, había sido difícil enfrentar la verdad que ocasionó su ruptura con el hombre que había amado tanto, pero eso no significaba que podían regresar atrás— Señor, la señorita Alina, se a ido de las empresas Altamirano,
|∆|La hermosa diseñadora temblaba entre sollozos, mientras le suplicaba al poderoso Ceo que no la obligará a abortar a su hijo, ella estaba dispuesta a hacer lo que sea para que los dejara irEl Emperador de los negocios, observaba con detenimiento a la mujer que se había convertido en su mujer favorita, ¿cómo podía pensar ella que él podría llegar a lastimarla, ¿no la había protegido por mucho tiempo? ¿no la había cuidado de todo y de todos?— Lamento mucho que tengas esa mala imágen de mí, podré ser cruel con el mundo entero pero no contigo, contigo solo puedo ser posesivo por qué... me perteneces — Nos dejaras ir entonces, te prometo que no vas a volver a saber de nosotros— Asshh... deja de decir tonterías, nunca podría dejarlos ir, escucha Alina, me hace muy feliz saber que estás embarazada de mi hijo, estaba haciendo algo muy importante cuando me avisaron que algo malo te había ocurrido y que te habían traído al hospital, ¿quieres saber que era lo que estaba haciendo?— Alina,