Estábamos los cuatro sentados en el porche, cuando vimos entrar en el rancho un coche precioso bajando del vehículo un hombre alto, de pelo castaño claro y muy bien vestido.— Ya llego mi enlace con mis socios en Norteamérica — dijo Diego levantándose para estrechar la mano al desconocido— Buenas, me llamo Maximo — nos dijo dandonos la mano— Ellos son unos buenos amigos míos de Italia, pero hombre siéntate con nosotros — dijo Diego— No gracias, tenemos que hablar Diego — dijo Maximo— Esta bien, David acompañamos ya que vas a ser mi mano derecha — le dijo DiegoLos tres hombres entraron dentro de la casa dejándonos a Helena y a mí en el porche. — David es un buen hombre, Diego y él se conocieron cuando hubo un problema con un cargamento, tu marido dio la cara y lo defendió como si fueran hermano y Diego le está muy agradecido, daría su vida por él — me dijo que Helena— Yo, si no te importa Helena me voy al dormitorio a tumbarme un poco, el viaje ha sido muy largo — le dije levant
Me quedé mirándo a David extrañada, preguntandome si nos había visto a Maximo y a mi en la cocina, confirmándolo David poco después.— Eres mía, mi mujer, ¿que te estaba haciendo ese? no tuviste bastante anoche, Bianca eres una zorra — me dijo— No soy de tu propiedad, ¿te enteras? y follo con quien yo quiera, tu no eres mi dueño — le griteDavid cogió mis brazos levantándome de la cama acercando su cara a la mía con el semblante muy serio— Todo tu me perteneces, no se te ocurra otra vez porque aunque estés embarazada, no voy a medir mis fuerzas contigo ¿enterada? — me amenazóSe marchó del dormitorio dando un portazo, y yo sonreí pensando en que si flirteaba con Maximo sería la única forma de que se cansara David de mí y me dejara marchar, aunque para mi desgracia no fue así, si no que fue lo contrario, aún se puso mas rudo conmigo. Después de comer, tuve que acompañarlos a un almacén que tenían lleno de cocaína colombiana, mientras estuvieron acordando las condiciones, David no dej
Aunque el trayecto en avión desde Colombia a Florida no era muy largo, a mi se me hizo eterno, Maximo hizo aterrizar el avión en un terreno escarpado para que los de la Dea no nos localizara por la cocaína que contenían, Maximo me cogió en brazos para bajarme del avión, llevándome hasta un coche que allí estaba esperando, entrando él conmigo en el asiento trasero, dándole una orden que no entendí muy bien al conductor. Poco tiempo después el vehículo paró al lado de una casa grande de madera saliendo una mujer mayor a recibirnos. — Mamma ella es Andrea y creo que está de parto ¿la puedes atender mientras voy a buscar al médico? — le preguntó Maximo — Claro que si mi niño, llevala enseguida al dormitorio — dijo la mujer Máximo me dejó muy despacio encima de la cama, y cuando se giró para marcharse le cogi la mano mirándonos.. — Busca a Liam Curtis por favor Maximo, quiero que vea nacer a su hijo — le rogué — No entiendo mucho de partos Andrea, pero no creo que le dé tiempo a llega
Me quedé de pie en la puerta del dormitorio, viendo como Priscilla llorando intentaba arrebatarle a Liam mi hijo de sus brazos, mientras él lo cubría con su pecho. — No es tuyo Liam, mi padre me lo dijo esa zorra te ha absorbido el cerebro, — dijo ella — Te puedo asegurar que es mío, tu padre es un sinvergüenza y nuestro matrimonio es una mentira, amo a Andrea y ni tú ni nadie me volverá a separar de ella, quiero el divorcio — le dijo Liam — Qué pasa con nuestro hijo, estoy embarazada Liam y es tuyo — le decía Priscilla llorando sin consuelo — Si me demuestras que es mio, me haré cargo, pero quiero a Andrea y nadie me separara de ella ni de mi hijo — le dijo — Esto no quedara asi Liam Curtis, mi padre te lo hará pagar muy caro y a esa puta también — contestó Priscilla antes de darse la vuelta y marcharse Por un momento sentí que las fuerzas se me iban, me apoye en la pared mientras me arrastraba por ella sentándome en el suelo, hasta que la mamma de Maximo se dio cuenta viniendo
LIAM Cuando llegue al piso y vi a los dos guardaespaldas muertos en el suelo y la puerta de la casa abierta, me dieron ganas de vomitar, entre corriendo mientras llamaba a Andrea sin obtener respuesta por ella, mire en el salón y estaba todo destrozado como si alguien hubiera cogido un látigo ya que todo estaba lleno de girones, fui inmediatamente al dormitorio y no la vi, me fui al dormitorio de mi hijo temiendo lo peor, pero tampoco estaba. Me senté en el suelo llorando como un niño negando la evidencia de lo que acababa de ver cuando escuche pasos en la entrada del piso, me levante enseguida, fui al dormitorio de Andre y mio, abri la mesita donde yo guardaba un arma, la cogi volviendo despacio hacia el salón, apuntando al hombre que allí se encontraba.— ¿Quién eres? y ¿qué haces aquí? — pregunté al hombre que estaba de espaldas a mi— Tranquilo hijo, han llamado algunas personas denunciando que escuchaban a una mujer gritar pidiendo socorro — me dijo Jones, un policía que siempr
ANDREAMe desperté dolorida en una especie de celda, con varias camas a mi alrededor, intenté ponerme en pie pero me fue imposible, por los dolores que tenía por todo mi cuerpo de los azotes con su correa que me dio el padre de Priscilla..— Ya se ha despertado, llama al jefe — escuche aunque no vi a nadieMe quedé tumbada en lo que parecía una cama, cuando vi entrar a un hombre mayor que se acercaba a donde yo estaba.— Levantarla y llevarla al señor Jhonson, el sabrá que hacer con ella — dijoEntre dos hombres me cogieron de los brazos y arrastrando me sacaron de allí, entrando seguidamente en un cuarto que había un poco más alejado sentándome en una silla.— Nos volvemos a ver mi querida esposa — vi y escuche a David— ¿Dónde está mi hijo? — pregunté— Tu y yo aún no tenemos un hijo, pero no tardarás en darme un heredero — me dijo— Ni en tus mejores pesadillas cabrón ¿dónde estoy? — pregunté— Muy lejos de tu querido Nueva York, si quieres recuperar a tu bastardo tienes que hacer
Una vez que ya me repuse del dolor, me acerque a David rendida, rodeandome él mi cuerpo con sus brazos, juntando sus labios con los míos, en un beso lujurioso y apasionado vitoreando nos todos los invitados — Ya eres mía, todo su ser es mio — me dijo David La fiesta siguió como si no hubiera pasado nada, aunque la mujer que se atrevió a acercarse a mí, me cogió del brazo haciéndome entrar con ella en la casa, nos fuimos al salón sentandonos las dos en el sofá y sacando de su bolso un tubo me empezó a poner una especie de crema en la marca. — Si tu marido te ha marcado es, porque debe quererte mucho, eso lo hace para protegerse de quien quiera hacerte daño — me dijo — Gracias por todo, me llamo Andrea — le dije — Yo me llamo Fiorella, y no me tienes que dar las gracias aunque me gustaria ser tu amiga si tu quieres — me dijo rozando sus labios con los míos mientras nos mirábamos — ¿Volvemos a la fiesta? — le pregunté La fiesta duró hasta altas horas de la madrugada, Fiorella no se
El que me acostara con el hombre que le debía dinero a mi marido, dio su resultado a los pocos días, le pagó todo lo que le debía haciéndole un pedido de veinte toneladas más, pagándole en efectivo. La noche que tenían que preparar las lanchas con la cocaína acompañe a David al puerto, de donde iban a salir los barcos cargados de polvo blanco, viendo como se acercaba hasta donde yo estaba, a Fiorella acompañando también a su marido que junto a David, eran los encargados de controlar que los pedidos de cocaína salieran bien y a su hora para que los del DEA no los pillaran. Una vez que los barcos salieron del puerto para su destino y todo estaba muy tranquilo, regresamos en nuestro coche hasta nuestra casa, acompañados por Fiorella y Luis su marido. Llegamos y entramos los cuatro en la sala, mi marido sacó del mueble bar, una botella de whisky y otra de tequila dejando cuatro vasos en la mesita, poniendo Luis un tequila para su mujer y otro para mi, sirviendose los dos hombres en el vas