Concentrarme en mis reuniones y en lo que cada persona en la empresa necesita de mi es casi una misión imposible. Estoy agobiado y los empleados lo notan ya que me tienen un poco más de paciencia. Parecía que no terminaría más de reunirme con gente y firmar documentos, pero finalmente estoy solo en mi oficina.Me levanto de mi silla, camino hacia los ventanales y me quedo parado mirando el paisaje frente a mi como si esto me ayudara a encontrar la paz que necesito. Mi mente es una especie de montaña rusa donde por momentos todo pareciera ir bien y otros donde caigo en caída libre sintiendo esa extraña sensación de vacío en mi estómago.Mis impulsos me llevan a buscar mi celular y abrir esa aplicación que pocas veces utilizo llamada Instagram. No soy del tipo de personas que publica fotos allí, nunca sentí la necesidad de mostrarle al mundo cosas de mi vida, y sigue siendo así. Sin embargo, hoy utilizo esta herramienta para tratar de averiguar algo de ella.Observo sus fotos y como sie
El tiempo pareciera haber reducido su velocidad al mínimo. Cada minuto que pasa es uno lleno de incertidumbre. Sentía que moría en la ambulancia cuando los paramédicos trataban de que ella no volviera a sufrir un paro cardiorrespiratorio. Todavía no comprendo que sucedió, ¿Quién le disparo? ¿Por qué? ¿Cuándo?Los pasillos de este hospital son un tempano de hielo, hay ruido a mi alrededor, pero yo solo escucho silencio, uno donde la voz de mi consciencia me aturde. No debí hacer que ella regresara a mi lado, soy un peligro para ella y para nuestro hijo.«Nuestro hijo… ¿y si le paso algo al bebé?» me cuestiono sin dejar de caminar de un lado a otro.—Señor Danek, ¿Cómo esta su esposa? —me pregunta Carlos, el gerente de producción.—No lo sé, la están interviniendo para tratar de salvar su vida y la del bebé, pero ni siquiera entiendo que paso ¿tu viste algo? —averiguo tratando de mantener la calma.—La verdad es que solo vimos a un hombre a lo lejos, entro por el área de delivery y lueg
Al día siguiente: 1 de agostoTodavía no he podido ver a Haizea y esto ha hecho que fuera la noche más larga de mi vida. Aun no la han sacado de cuidados intensivos, y su pronostico sigue siendo reservado. Con solo pensar en que su vida y la de nuestro hijo están en peligro tiemblo. No sé cómo seguiría adelante sin ellos dos, me sentiría demasiado culpable por todo lo que esta pasando y es que en el fondo sé que todo esto esta ocurriendo por mi causa.—Amigo —escucho la voz de Lucas y al voltear lo veo junto a Alex.—Hola, pero ¿Qué hacen aquí? —averiguo confundido mientras que me pongo de pie y ellos se acercan a mí.—Fuimos a verte a la empresa y tu secretaria nos conto lo que estaba sucediendo, ¿Cómo esta ella? —explica Lucas.—Y tu amigo, ¿Cómo te sientes? —añade Alex.—Aun no me dan noticias, está en cuidados intensivos y todavía no ha pasado el peligro —les cuento y hago una pausa—. Esta embarazada —concluyo y es que hasta ahora no había podido decirlo.—¡¿Qué?! —exclaman ambos
Días después: 4 de agostoDespués de haber estado lejos de ella en aquellas semanas tan difíciles lejos de ella, estas han sido las horas más largas de mi vida. Pensé que jamás saldríamos del hospital, que todo podría empeorar de un momento a otro, pero afortunadamente me equivoque y finalmente estamos en la casa.A pesar de que ya estamos aquí en nuestro hogar, los dos sabemos que no podemos bajar la guardia, que ella debe hacer reposo absoluto y cuidarse para que nuestro hijo consiga llegar a este mundo.—¿Estás cómoda? ¿Quieres que busque otra almohada? —pregunto preocupado.—Me gustas mucho en este modo sobreprotector —me dice con una media sonrisa que aprecio mucho dada las circunstancias.Yo no sé si es que ella esta pretendiendo que todo esta bien para no preocuparme, o es que realmente esta así de animada. Sea cual sea el caso, ella siempre me parecerá la mujer más fuerte e increíble del mundo.—Siempre los voy a cuidar, aunque lamentablemente siento que fui yo quien los puso
Al día siguiente: 5 de agostoNo puedo decir que he dormido bien porque no es así. Me he pasado la noche mirándola como si estuviese asegurándome que ella se encontraba bien. Como si eso no hubiese sido suficiente, tampoco he podido dejar de pensar en el tipo que arrestaron.¿Quién será? ¿Por qué le disparo a Haizea? ¿Quién lo envió? Son muchas las preguntas que tengo, pero como siempre las respuestas no aparecen.—Amor, ¿estás bien? —escucho que me pregunta ella y al voltear la veo abrazándose a la almohada para acomodarse mejor.—Si, solo pensaba —miento, pero esta claro que ella no me cree ya que levanta su brazo para acariciar mi rostro con esa ternura que solo ella sabe hacerlo.—No te creo nada, pero hare de cuenta que si —bromea y no sé cómo lo hace, pero me hace sonreír tal y como si nada estuviese pasando a nuestro alrededor.—No pasa nada, créeme. Cuando tenga algo que contarte lo hare, por ahora debes saber que anoche me atreví a llamar a tus padres y les pedí si podían ade
No sé porque razón tenía otro concepto acerca de los padres de Haizea, ellos son muy diferentes a como los imagine, y afortunadamente me han sorprendido para bien. Son personas muy educadas, inteligentes, y simpáticas. Ahora entiendo porque ella es así de educada, amable, y dulce, pero sobre todo porque los cuida tanto y el miedo que tuvo cuando amenazaron con hacerles daño.El peligro no ha pasado, eso lo tenemos claro, pero también sabemos que vivir con miedo no es negocio. Lo que si podemos hacer es cuidarnos y tomar las precauciones necesarias para estar a salvo.—Debo irme a la oficina, pero los agentes de la DEA están custodiando la casa. Si tus padres preguntan, ya sabes, son guardaespaldas para evitar que vuelvan a intentar robar la casa —le explico a ella aprovechando este momento de soledad en nuestro cuarto.—Lo sé, ya les conté de ese incidente y no sospecharon nada. Ya sabes que no quiero que se preocupen —me informa y me inclino hacia ella para besar su frente.—Te amo,
—Señor Danek, hemos llegado a la oficina —indica el chofer y ni siquiera me había dado cuenta de que estábamos frente al edificio.—Gracias —digo y me bajo del coche.Siento que mi cuerpo esta aquí, pero mi mente no lo está, y es que no dejo de pensar en lo que me ha pedido Miguel. Es una locura, pero también entiendo que es la única salida que tenemos para que todo esto termine ya, pero ¿Cómo le explico a Haizea lo que debo hacer?Sé muy bien que no estará de acuerdo con esto, pero no me queda otra salida si lo que queremos es poder vivir en paz. Sin embargo, eso no es lo único que me preocupa. Lo que me preocupa también es convencer a Lorena de tener esa reunión, ni hablar de como plantarle un micrófono, y acercarme lo más posible a ella para poder hacerlo.«La única forma que tienes de conseguirlo es seduciéndola» piensoRespiro en un intento por encontrar la calma que he perdido y tengo claro que no podemos perder el tiempo, por ende, decido tomar el valor y llamar a Haizea para c
Tres días después: 8 de agostoDefinitivamente, la llegada de los padres de Haizea ha sido de gran ayuda. Ellos no solo están al pendiente de ella, sino que también hacen que todo sea un poco mejor. Gracias a ellos, Haizea está tranquila a pesar de todo lo que nos esta pasando. No voy a negar que a mí no me pasa lo mismo, yo estoy con mi mente dispersa por todas partes mientras que trato de hacerme a la idea de que tendré que utilizar todos mis encantos para sacarle la información que necesito a Lorena.—Te ves muy guapo —me halaga mi prometida desde la cama mientras que yo acomodo el cuello del saco de mi traje frente al espejo.—La verdad es que estoy un poco nervioso —admito y me giro para verla.Observo lo bella que luce con ese camisón blanco y sonrió.—Lo sé, pero es por el bien tuyo y de nuestra familia. Aren, yo confió en ti —me recuerda—. Sé que me amas y que si te acercas a ella es para poder ponerle ese micrófono —me dice con seguridad.No sé como lo hace, pero me da calma