De la semana que tienen viviendo juntos, Alessandro puede decir que es la primera comida que hacen en silencio. Si bien el ambiente no es del todo pesado o tenso, la dinámica de conversación entre Nicole y Thiago, no está y eso es bastante raro, en esos días le ha quedado más que claro que ambos son capaces de hablar incluso del vuelo de una mosca. Por su parte, Nicole, a pesar de sus intentos por concentrarse en la comida, no puede evitar notar la tristeza en los ojos de su hijo, y eso es algo que la llena de culpa.Thiago, por su lado, siente la mirada de su mami, y con la inocencia propia de su edad, piensa que puede hacer para aliviarla. Tras unos largos minutos de silencio, el pequeño rubio se arma de valor y toma un trozo de su comida, haciéndolo balancear en su tenedor de forma exagerada antes de llevárselo a la boca, imitando los movimientos de un avión. Hace un sonido divertido al "aterrizar" el bocado en su boca, mirando a su madre con una sonrisa esperanzada.Nicole, al ve
Su corazón no debería estar latiendo de la forma en que lo hace. Nicole puede sentir como sus miradas se quedan perdidas entre ellas, su pulso se acelera y su cuerpo se tibia ante la cercanía de Alessandro. Cuando el rubio endereza su cuerpo y ella puede estar firme una vez más, entonces, ese debió ser el momento ideal para que ambos se separasen, pero eso simplemente no ocurre.El mundo fuera de ellos se detiene y no existe nada más. El agarre de Alessandro en su cintura se vuelve más firma, más fuerte, negado a permitir que ella se separe. Por su parte, Nicole coloca sus manos sobre el pecho del rubio, y mientras sigue perdiéndose en esa mirada sus manos se cierran y se aferran a Alessandro. Saben que, aunque lo quieran negar y ninguno se atreva a decirlo en voz alta, los sentimientos que permitieron que surgiera por el otro sigue allí, oculto, herido, pero más vivo y latente que nunca.—¿Mami? —llama Thiago.Y solo eso es lo que rompe la burbuja en la que se encuentran. Nicole es l
Mientras Alessandro y Thiago salen de la habitación, Nicole se queda allí, observándolos mientras se alejan. Una mezcla de emociones la embarga: una profunda ternura al ver a Alessandro interactuar con Thiago con más libertad y la felicidad en el rostro de su hijo, y una confusión abrumadora sobre el porqué cada parte de ella reaccionó de esa forma ante su cercanía, se supone que ella ya no siente nada hacia él. La imagen de Alessandro, con su chándal y ese tatuaje inesperado, sigue rondando su mente. ¿Quién es este nuevo Alessandro? Y más importante aún, ¿cómo se supone que debe manejar todo lo que está sintiendo? Toda esa incorrecta emoción que simplemente no debería de existirAntes de que pueda seguir sumida en sus pensamientos, Alessandro vuelve a aparecer en la puerta.—Volveremos para la cena —dice con una mirada que refleja algo más que simple cortesía—. Ten cuidado en tu viaje. Te veo luego.Y con eso, se marcha, dejando a Nicole sola con sus pensamientos y su agitado corazón
Mientras Alessandro se encuentra en su auto, estacionado a las afueras de la escuela de Thiago. La tarde avanza lentamente y él repasa el informe que Mateo le entregó a primera hora de la tarde. Cada palabra le genera una sensación de inquietud en el estómago, especialmente las secciones que detallan las amenazas recientes dirigidas a Nicole. Frunce el ceño mientras relee los párrafos de hace tres días, analizando cada detalle, buscando algún punto débil, alguna pista que le indique cómo proceder a continuación.El sonido del timbre de la escuela lo saca de sus pensamientos. Alessandro deja el informe a un lado y sale del auto, cerrando la puerta con un suave "click". Su imagen ha cambiado desde la mañana; ya no viste el traje formal que llevaba al dejar a Thiago. Ahora luce una camisa ligera y unos pantalones casuales, pero la calidad de la ropa y su porte dejan en claro que sigue siendo alguien con un evidente nivel de poder y dinero.Mientras se dirige a la entrada de la escuela, la
Nicole camina de un lado a otro en su habitación, los nervios haciéndose cada vez más evidente en sus pasos. Han pasado poco más de tres horas desde que le envió un mensaje a Alessandro, preguntando por Thiago, y la falta de respuesta la tiene al borde de la desesperación. Siente cómo la presión en su pecho aumenta con cada minuto que pasa. Se detiene frente a la ventana, observando el paisaje, pero su mente vuelve al querer saber cómo está su hijo. El primer día de convenció termino hace hora y media, y ella por fin pudo ir a su departamento en las residencias, ya desempacó para distraerse, pero está que se tira de los pelos. Otra parte de ella se recrimina el que no esté confiando en Alessandro para cuidar a Thiago. Caminando hasta la cama, se deja caer en ella, soltando un suspiro agotado mientras cierra los ojos, tratando de calmarse, de recordar que Thiago está en buenas manos y en un lugar seguro. Pero la ansiedad no cede.El sonido de una notificación la hace abrir los ojos rá
El fuerte sonido de un trueno rompe la tranquilidad de la noche, despertando de golpe a Thiago. Sus ojos se abren en la oscuridad, y al darse cuenta de que está en una habitación que no reconoce al instante, el miedo lo invade rápidamente. Sin la presencia cálida y reconfortante de su madre cerca, se siente muy pequeño y vulnerable. Las lágrimas comienzan a brotarle de los ojos, y con la voz temblorosa, comienza a gritar.—¡Mami! ¡Mami! —llama mientras llora desesperado, su voz quebrada por el pánico.En la habitación contigua, Alessandro se despierta al instante al escuchar los gritos desesperados de Thiago. Sin perder un segundo, se levanta de la cama y corre hacia la habitación de Nicole, donde dejó a Thiago durmiendo. Al abrir la puerta de golpe, un rayo ilumina momentáneamente la habitación, seguido por un trueno aún más fuerte que sacude las ventanas.Thiago, al ver la figura de Alessandro entrar en la habitación justo cuando el rayo ilumina todo, rompe en un llanto aún más fuer
Mientras Nicole se encuentra en el salón de eventos, rodeada de personas charlando animadamente y preparándose para el comienzo del segundo día de la conferencia. El sonido de las conversaciones a su alrededor apenas llega a sus oídos, ya que su mente está en otro lugar. Desde que llegó al salón, ha estado buscando a George con la mirada, pero no lo ha visto por ninguna parte. Es más, él no ha respondido a ninguno de los mensajes que le ha enviado en las últimas horas. No puede evitar sentirse extraña por ese comportamiento, George suele responder rápidamente a los mensajes que le envía. Tal vez es por eso que Nicole no puede evitar preguntarse si algo le ha sucedido, pero intenta no darle demasiada importancia. Sin embargo, no puede apartar la sensación de que algo está fuera de lugar. Decidida a poner fin a esa duda, considera llamarlo, pero justo cuando está a punto de hacerlo, su teléfono vibra en su mano.Al mirar la pantalla, ve el nombre de Alessandro. Deteniendo su caminar, no
Mientras Rosangela avanza con ira hacia Nicole, su intención es más que clara, abofetearla. Es evidente en su expresión y en el movimiento decidido de su mano. La atención de la mayoría en el salón alcanza aquel altercado como su punto de interés. Nicole, con una mezcla de rabia y sorpresa, se prepara para enfrentar la posible agresión, pero antes de que el golpe pueda ser dado, una figura interrumpe la escena.Thalía, está de pie junto a ellas mientras sostiene la mano de Rosangela con fuerza. Su presencia es imponente y su mirada posee una frialdad calculada. Mientras su postura es firme, su rostro se mantiene exento de emoción alguna, pero sus ojos transmiten una advertencia clara.—Rosangela—dice con voz fría y autoritaria—, creo que deberías controlar tus impulsos. Si no lo haces, no dudaré en mandar a sacarte fuera de este lugar, querida.Rosangela está detenida en seco, su mano todavía levantada en el aire. La sorpresa y el enfado se mezclan en su rostro, y su mirada se dirige h