Al dia siguiente me desperté sintiendo un dulce placer en mi clitoris, levanté la sabana fijandome en que Adam tenia la cabeza en mi sexo, notando el rotar de sus dedos dentro de mi, me quise poner de lado por el placer que sentia, pero Adam no me dejaba al tener mis piernas cogidas por su brazos, cuando grite al tener mi orgasmo, Adam fue subiendo poco a poco, lamiendo mi cuerpo hasta llegar a mis pechos, haciendome sentir lo que ningun hombre que yo me acordara me habia echo sentir, jadee, gemi, senti como por mi espalda subia una corriente electrica, teniendo que coger las sabanas con una mano estirando del pelo a Adam con la otra mano, hasta que su caliente boca se junto con mi boca— Me encanta tu sabor preciosa, buenos días — me dijo sintiendo como ya era suya, moviéndonos los dos con pasión y deseo, hasta que sentí como palpitaba su miembro dentro de mí al dejar su semilla caliente en mi ser.— Quiero este despertar todos los días cuando nos casemos — le dijeDe un salto Adam s
ADAMDeje a la mujer que amo sola en la habitación para enfrentarme al hombre que tan desgraciada la hizo, subir a un ascensor que bajó hasta el hall del hotel, sali de él dirigiendome hacia la cafeteria del hotel para hablar con Mario y con Mark, entre en la cafetería fijandome que estaban en la terraza con una copa en su mano cada uno, me fui a la barra para que me pusiera una copa de whisky el barman, cuando ya la tuve delante, la cogi con la mano acercándome a donde estaban los dos hombres.— Buenas noches — les dije— ¿Que haces con mi mujer aquí?, y encima en un hotel — me preguntó Mark— Por favor sentémonos ya que lo que os lo que tengo que contar es bastante largo — les dije muy tranquilo, a pesar de ver a Mark muy nervioso y muy alterado— Y a estamos sentados como tu querias, empieza ha hablar ahora, o voy a por mi mujer a su habitación y me la llevo a Nueva York — me dijo Mark— Tranquilo Mark, deja que Adam nos explique primero que le pasa a Katia — respondió Mario— Kati
Después de la sorpresa que me dio Adam con nuestro viaje a París, volvimos a Irlanda en el avión privado de mi padrino, cuando el avión aterrizó y bajamos por las escaleras, lo primero que vimos en la pista de aterrizaje fue la limusina y el chofer con la puerta abierta sonriendo mientras nos acercabamos al vehículo— Felicidades señores O”Brien y bienvenidos a casa — nos dijoLe dimos las gracias sentandonos dentro del vehículo, arrancando el chofer cuando se sentó en el asiento del conductor. Llegamos a la casa de mi padrino, recibiendonos como siempre lo hacían Anastasia y Flor, sonriendo—- Felicidades a los dos, formáis una pareja preciosa — nos dijo Anastasia— Gracias a las dos ¿está mi padrino en casa? — pregunte muy nerviosa— Si cariño, esta en el salón esperandoos a los dos — me dijo FlorEntramos Adam y yo en la casa acercándonos al salón, viendo a mi padrino sentado en su sillón, levantándose de él cuando Adam y yo entramos en el salón, acercándose a nosotros— Felicidade
Cuando entró esa mujer que decía que me conocía en la habitación donde yo estaba y la mire, miles de imágenes pasaron por mi mente, no pudiendo percibir ninguna de aquellas imágenes claras, que me dijera quién era realmente esa mujer y para qué había venido desde tan lejos para verme— No Adam, déjala pasar cariño por favor — le dije— Hola Katia, ¿como estas cariño? — me pregunto— Quiero acordarme de ti, pero me cuesta mucho saber quien eres y el caso es que sé muy bien que te conozco, por favor siéntate a mi lado y hablame de ti y de mi — le dijeLa mujer se sentó a mi lado en la cama y empezó a hablarme de cuando eramos pequeñas y más cosas, hice un esfuerzo para acordarme, pero lo tenía todo tan nublado en mi cabeza, que las imagenes que tenia estaban difusas, como si hubiera algo que no me dejará exactamente recordar mi pasado.Me dijo que se llamaba Johana, me enseñó fotos de ella y mio con otra chica de nuestra misma edad, pero me era casi imposible acordarme de lo que me estab
Nos marchamos las dos de la casa, acercándose Johana a un coche que había aparcado no muy lejos de la vivienda, subimos al vehículo, recorrimos casi media ciudad, hasta que por fin Johana aparcó su vehículo enfrente de un moderno edificio. Bajamos del coche acercándonos hasta la portería, nos fuimos a la zona donde estaban los ascensore, apretando ella un botón, cuando ya llegamos a la planta, me quedé unos segundos dentro del ascensor, mirándome Johana muy extrañada— Tranquila, veras como va a ir todo bien, ven conmigo — me dijoJohana y yo nos paramos delante de una de las puertas que habían tocando ella al timbre, cuando abrieron la puerta, vi al hombre que me llamó por mi nombre y a un niño en sus brazos, fijándome que eran los dos como dos gotas de agua.— ¿Katia, estás aquí mi amor? — me dijo aquel hombre— Mark tranquilo, ha venido Katia por voluntad propia, démosle su espacio para que ella misma vaya recordando poco a poco — dijo el otro hombre que tambien estaba alliEntramo
La pregunta que Mark me hizo, me dejó fuera de mi sitio, ¿lo amaba aun? esa era la pregunta, fue muy importante en mi vida, me dio un bebe precioso y siempre ha estado a mi lado cuando Erik se utilizó como puta o como vientre de alquiler, siempre estuvo a mi lado sin pedirme explicaciones, ¿como no le iba a amar?, pero ahora Adam también se portó bien conmigo, era un rompecabezas que me tocaba ahora descifrar.— Mark, te amo como el padre de mi hijo, que fue el mejor regalo que me pudistes hacer, pero te pido tiempo para esclarecer un poco, por favor — le respondí— Lo comprendo cariño, sé que últimamente has pasado por mucho, pero siempre estare a tu lado, siempre te amare Katia y espero que algun día tu tambien me ames como te amo yo a ti, brindo por la mujer que me hizo ver la vida de color rosa y me enseño a amar — dijo Mark, chocando los cuatro las copas, acercando Mark sus labios a los mios, besandome suavemente en mis labios.Esa tarde la pasamos los amigos, bebiendo y contando
Después de desayunar Mark y yo, Johana y Mario se quedaron con nuestro hijo para que nos pudiéramos marchar de la casa, ya que nos esperaba el neurólogo que me iba a tratar en el hospital salimos a la calle acercándonos cogidos de la mano hacia donde tenía su coche, Mark me abrió la puerta ayudándome a sentarme dentro, sentándose él seguidamente en el otro asiento, marchandonos hacia el hospital, cuando llegamos y bajamos del vehículo, entramos en el hospital saludandome todas las compañeras que me conocieron, vi a Hanna en uno de los pasillos acercándonos Mark y yo hasta ella, abrazandonos las dos llorando, como si hiciera años que no nos habíamos visto— ¿Ya te acuerdas de nosotras? — me preguntó Hanna— Si cariño y tengo una buena resaca que lo demuestra — le dije sonriendo— Mark tienes visita en tu despacho, lleva horas esperando — le dijo mi amiga— Ahora iremos a mi despacho, para ver quien me esta esperando, gracias Hanna — le dijo Mark— Creo que es mejor que Katia se quede c
Cuando el neurólogo se marchó, Mark y yo nos fuimos a la cafetería buscando a mi amiga Hanna, viendo que estaba sentada con Oscar y Hector almorzando, nos acercamos hasta la mesa donde estaban sentados, levantándose enseguida los dos chicos, abrazándonos los tres con mucho cariño, sentandonos Mark y yo en las sillas que habían vacías — ¿Has venido para quedarte a trabajar con nosotros? — me preguntó Oscar— No lo creo, el director no me quiere aquí — le conteste riendo— Lo que el director no quiere es, que te vuelvas a marchar de su lado — me dijo Mark— Bueno Katia cariño, nosotros nos tenemos que marchar ya a trabajar, pero no tardes en volver por favor — me dijo Hector— Os lo prometo, pronto me veréis otra vez por aqui, sabeis que os amo, tontorrones — les dije— Yo también me marcho, no quiero que el director me pille holgazaneando — dijo Hanna— Hanna, quedate un momento, necesito hablar con vosotros dos — les dije a ella y a Mark— ¿Qué pasa Katia? ¿qué nos tienes que decir?