Capítulo 1: Ascensor

14 años después

Aria.

-! Ariaaa! mueve tu culo ahora - grita kathe

Desde que vivo con ella hace aproximadamente 14 años, siempre anda gritando, sigo sin entender porque lo hace si solo vivimos nosotras tres, dogui el gato de la vecina que a veces se cuela en el apartamento y Rancee, el pequeño terremoto de la tía kathe .

- Mami, esa es una mala palabra- escucho que le dice Rancee.

Yo rió entres dientes

Termino de colocarme la chaqueta y me veo en el espejo, suspiro, esto de no dormir mucho me lleva agotada, paso mis dedos por la cicatriz que tengo en la muñeca, un escalofrió atraviesa mi espina, los recuerdos tratan de llegar a mi, pero el grito de Kathe me hace espabilar, bajo la manga y agarro la mochila para salir de la habitación.

- Eso es correcto pequeño terremoto- le digo cuando llego a el, le revuelvo el cabello y el sonríe sin tener dos dientes delanteros, dicha imaginen me recuerda al niño con el que sueño en ocasiones, son imágenes que siempre se repiten en mi cabeza.

 Nuestro apartamento es pequeño, tres cuartos, sala y cocina pequeña, por lo tanto en pocos pasos me encuentro en el cocina donde esta Kathe, el cual me recibe con una mala mirada.

- Escucha cariño- mira a Rancee- solo los adultos pueden decir esa palabra cielo- le habla ella.

- Pero si dices que nada de malas palabras en el apartamento- se encoje de hombros el niño - Aria a veces también las dice y no la regañas- refunfuña, Kathe voltea a verme con cara de pocos amigos, a lo que yo le sonrió con una cara de ángel caído del cielo.

- Aria, no me mires así, el demonio antes fue un ángel, recuérdelo - al escucharla ruedo los ojos y me encojo de hombros, veo la hora en mi reloj, m****a, voy a llegar tarde.

- ¿Nos vamos ya? llegare tarde a la universidad Kathe! - Me mira con cara de asesina serial y sin más ya se lo que vendrá a continuación.

- Primero que nada, soy tía Kathe, no Kathe, segundo y más importante, vamos a llegar tarde porque no mueves el culo, ahora- aplaude lo que hace que Rancee se sobresalte- salgan los dos, Rancee hijo, agarra tu mochila, Aria no olvides el desayuno- Ese señoras y señores es el discurso de todos los días de Katherine Montgomery.

- Si mamá - respondemos ambos a la vez.

Ella nos sonríe a ambos y nos lanza un beso para luego voltear y caminar a su cuarto a buscar no sé qué, justo me llega un mensaje, saco el teléfono para revisarlo, es de Alam, mi mejor amigo y futuro padre del bebe de mi mejor amiga Zoe, es muy gracioso la manera en la que se enamoraron esos tórtolos, me avisa que me van a esperar en la cafetería, los tres estudiamos arquitectura, vamos en el tercer año y desde el día en que Zoe conoció a Alam nos volvimos inseparables.

Le respondo que está bien y guardo el teléfono, agarro la mano de Rancee para llamar el ascensor mientras Kathe sale.

- Vamos pequeño terremoto- El me sonríe como todas las mañanas, no sé cómo puede estar tan alegre a esta hora del día.

Salimos del apartamento y justo cuando voy a tocar el botón para llamar el ascensor se abren las puertas de este, un hombre con la vista hacia abajo viendo no sé qué en su teléfono es lo que me recibe, me le quedo viendo y creo pensar que no se ha dado cuenta que las puertas se abrieron y debe salir ahora, Rancee y yo volteamos a mirarnos y justo alza un poco la comisura del labio, se lo que significa eso y estoy a punto de dárselo.

Carraspeo mi garganta fuerte para que el desconocido de la gorra alce la vista, en lo que la alza, le doy mi mejor sonrisa.

- Creo que es momento que salgas del puto ascensor si no quieres que llegue tarde a la cafetería donde me espera mi mejor amiga embarazada, porque créeme que no sabes lo que es lidiar con las hormonas de una mujer así, ahora, como diría Kathe mueve el culo desconocido de la gorra - El desconocido de gorra alza la vista y me mira, abre los ojos sorprendidos, luego sonríe como el gato de Alicia en el país de las maravillas y sinceramente no sé qué es peor, que sonría o que luego suelte una carcajada como si yo fuera un payaso.

- Pequeño amigo, pensé que bromeabas cuando decías que tenías una prima muy hermosa - Dice el desconocido de la gorra, debo de decir que es atractivo, alto, parece atleta pero no sabría decirte, tiene una sonrisa hermosa y una barba de días, seh , muy no mi tipo, lo pienso y llego a la conclusión que no se cual lo sea en realidad.

 Dirige su mirada a Rancee y levanta la mano para darse un saludo con el pequeño terremoto al que veo con una mirada de confusión.

No entiendo que le pudo haber dicho a alguien al que no conozco y dudo que Kathe lo haga, tenemos reglas, especificas y una de ellas es, no hablar de mi, no me gustan que pasen estas cosas, soy un poco paranoica con los desconocidos. Tampoco entiendo que tanto está haciendo para no terminar de salir del apartamento e irnos, llegare tarde, ¡maldición !.

El Desconocido le sonríe a Rancee y vuelve su mirada hacia mí dando tres pasos para salir del ascensor y quedar justo frente de mí.

- ¿Te conozco? - le Pregunto

- Dudo que puedas olvidar a alguien como yo- Exclama él y yo ruedo los ojos

- Si- suspiro y sigo- dudo también que puedan recordarte, porque no lo hago- me encojo de hombros- tampoco entiendo porque le hablas a mi primo como si lo conocieras de toda la vida- le respondo dándole por ultimo una sonrisa que en realidad es la que denota molestia de mi parte.

- En realidad si nos conocimos- responde tranquilo- solo que aún no lo recuerdas - dice el, aun con una sonrisa de come m****a que me dan ganas de quitarle de la cara, frunzo el ceño - Sabes, me han hablado tanto de ti que siento que te conozco desde hace muchos años - da otro paso hacia delante.

Yo doy uno atrás con Rancee, el desconocido de gorra me mira a los ojos y lo noto, son azules, y si, conozco esos ojos, solo que no recuerdo en estos momentos de donde.

 Se coloca justo a mi lado pero con la cara hacia la puerta del apartamento casi chocando nuestros hombros y siento que empiezo a hiperventilar, normalmente los que me conocen no se me acercan tanto y menos los hombres, el parece notarlo, se aleja un poco, su boca llega a mi oreja para susurrarme.

- Me dijeron que eras bonita, pero no que tenía que lavarte la boca con agua y jabón- respira hondo- ahora que lo pienso, mala idea no es - susurra tan bajo para que Rancee no escuche.

- Vete a la m****a - le susurro entre dientes y aunque estoy con la vista hacia al frente, sé que sonríe.

Se voltea hacia Rancee, se agacha y lo abraza a lo que el pequeño terremoto le responde abrazándolo más fuerte, los miro confusa, sigo sin entender que m****a esta pasando.

- Debes portarte bien con la mariposa- revuelve el cabello de Rancee- no queremos que use las malas palabras hacia ti o si campeón? - le pregunta el desconocido a Rancee.

Rancee le sonríe y le contesta.

- Aria nunca utiliza malas palabra conmigo Zachi, en realidad suele ser bastante cursi, aunque no le gusta que la toquen mucho - le responde Rancee y bajo la cara para darle la mirada de que necesita cerrar el pico, él entiende y solo le sonríe al ahora no tan desconocido que tiene por nombre Zachi, lo llamaremos Zach o quizá idiota. 

Zach se levanta y me mira, no dude que fuera alto, pero así de cerca, Dios, ojos azules como el cielo, y su mirada es intensa, me da una sonrisa de medio lado a lo que yo me le quedo viendo con una ceja enarcada y me cruzo de brazos, eso hace que su sonrisa ya no sea de medio lado si no una sonrisa completa.

Esa acción me saca de des balance y hace que me recuerde del sueño que siempre tengo con el niño de ojos azules que siempre sonríe, mi psicóloga dice que el sueño puede tener un significado, solo que aún no lo descifro, pero como ella dice tanta m****a siempre lo dejo estar, le mantengo la misma postura mientras el no deja de sonreír.

- Fue un gusto conocerte Aria, una linda bienvenida en realidad, pero ojo, para mi serás mariposa - dice el sin quitar su sonrisa.

- Ni te conozco - Le replico.

- Pero yo si - Se voltea hacia Rancee - Hasta luego campeón, cuida a Kathe ya la mariposa por mí, si?

- No necesito que me cuide nadie - el voltea a verme serio y yo solo le doy mi mejor sonrisa aun con los brazos cruzados.

- Lo necesitas aunque no lo creas - dice él.

- Deja de llamarme asi- Replico.

Voltea a ver a Rancee para mirarlo como yo lo miraba antes, con una ceja enarcada y los brazos cruzados.

- Lo prometo Zachi - es todo lo que responde Rancee para que el desconocido ahora llamado Zachi deje su postura de hombre serio.

- Bien - voltea a verme y luego solo se aleja al apartamento del frente de nosotras, ni sabía que teníamos vecinos nuevos, tenía que hablar con Kathe para que aleje a Rancee de los desconocidos y más de uno tan extraño como él.

Veo a Rancee con una ceja enarcada y el solo se encoje de hombros.

- Debo guardar un secreto, se lo prometí a zachi ya mami- tiene la osadía de mirarme como cachorrito y yo solo pongo los ojos en blanco y lo dejo estar, y pienso en donde carajos se metió Kathe, llegare tarde y tendré una mañana de m****a porque las hormonas de Zoe hace que se ponga a pelear hasta con una mosca.

- Ve a buscar a mami pequeño tremendo- Rancee asiente con la cabeza y se aleja para entrar en el apartamento.

Escucho la puerta del frente de nuestro apartamento y volteo y me encuentro saliendo a la señora Dorothea, me ve y me sonríe, es una señora tan amable que nunca le digo que no a nada, mayormente la ayudo a arreglar su apartamento y las matas.

- Buenos días mi linda Aria, espero y mi Zachi no te esté molestando, puede ser un idiota pero es un buen muchacho - me dice

- Espere, el idiota de gorra es su hijo? - le pregunto y luego me arrepiento porque no quite lo de que es idiota de la oración.

Ella suelta una carcajada

- No mi linda, es mi nieto, un amor al que hay que tenerle mucha paciencia- responde Dorothea.

- Genial tengo un idiota de vecino- respondo, frustrada

- En realidad me visita todos los días, desde siempre, solo que creo que no está puesto topado antes, sé que es un idiota, pero cualquier cosa que necesites y él pueda ayudarte lo hará sin chistar, siempre ayuda a Kathe con Rancee.

Y dicho eso entiendo porque de tanta confianza entre ambos, lo único que me extraña es que Kathe no me lo hubiera dicho.

Pero lo que no sabía

Es que mi vida cambiaría, daría un giro que ni yo me esperaba y quizá el menos. 

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