Aria
Siento manos en mí, un cuerpo sudoroso que no deja de moverse, dedos que me aprietan muy fuerte, cierro los ojos.
Odio verlo, odio su olor, lo odio a él, a veces odio a mi padre por dejar que el monstruo invadiera nuestra vida, nuestra casa, nuestra familia, pero quizás el no sabía el monstruo que tenía bajo su techo, él no sabía que existía el monstruo de la oscuridad y mamá creo que tampoco.
- Me gusta cuando estas así de calladita, chiquilla - odiaba que me dijera así, odiaba que tuviera poder sobre mi, sobre mi cuerpo.
Con sus manos gira mi cara hacia él, sigue golpeando, duele, cada vez lo hace de maneras diferentes, siempre decía que todos lo hacían, que era normal, yo le creía, pero siempre dolía, siempre apretaba muy fuerte, mis piernas no dejaban de tener marcas, por eso lo odiaba.
Mamá siempre decía que tenía un cuerpo de porcelana y que solo si quería dejar que lo tocaran, pero aunque gritara y pateara el nunca escuchaba cuando decía que no, ya veces solo dejaba que hiciera lo que quería, era menos doloroso, cuando me negaba me golpeaba más y era mucho más salvaje.
- Por qué me haces esto? - le preguntaba yo
- Nadie sabía la m****a que tenías de mama, por eso siempre estarás podrida por dentro, no sirves ni servirás, porque vienes de ese hijo de puta- respondía el.
Y ahí siempre acababan las preguntas, porque se ponía más salvaje, me agarraba más fuerte, daba estocadas mucho más dolorosas y me tapaba la boca para que no gimiera del dolor que ocasionaba pudriendo así, mi alma por dentro.
...
Estoy sudando, tengo la respiración agitada, las manos hechas puños y lo que más odiaba seguía en mi cabeza, imágenes que se colaban, que me enterraban, que dolían.
Era una pesadilla, con él para ser exactos, odiaba tenerlas, porque solo significaba que tenía que volver a ver a mi psicóloga, que tenía que volver a los medicamentos que hacía que pareciera un zombi, Rancee odiaba verme así, Kathe vivía triste cuando andaba así y lloraba porque no sabía cómo podría ayudarme sin meterme tanta m****a en el organismo, por eso lo odiaba, porque hacía que todos a mi alrededor sufrieran, odiaba las pesadillas, odiaba los recuerdos, lo odiaba a él, solo tenía 4 años when empezó todo, decía que era normal y yo le creía, todo empeoro a los 5 años, se volvió el infierno más grande, pero luego al ver todo lo que pase, me di cuenta que eran mentiras de él.
Mamá viajaba mucho, abogada de las buenas, lastima que no pudo resolver lo que pasaba bajo su propia casa, ella me dejaba sola a cargo de él, del monstruo, no recuerdo que lo hizo así, era la persona que me hacía sentir más protegida sin contar a mamá, lo amaba, lo quería, pero, un día todo cambio y se convirtió en el monstruo, el que me persigue en pesadillas, el que me ataca en las noches sin previo aviso, el que me deja sin respiración y me vuelve nada.
Siento unas pequeñas manos en los dedos de mis pies, reconozco esos deditos, es Rancee, odio despertarlo, aunque sigo con los ojos cerrados sé que aún es de madrugada, quizás grite en medio de pesadillas y el me escucho, when sucede eso, el viene a mi cuarto y me toca los dedos, dice que es su manera de calmarme, que nada mejor que el afecto físico, toca con tanta delicadeza que duele, estoy podrida por dentro, no merezco que me toquen así, pero con el gesto viniendo del pequeño terremoto me hace sonreír con la boca cerrada.
- ¿Aria? - susurra él.
- mmm
- Estas despierta? - vuelve a susurrar
- Si, pequeño terremoto - abro los ojos y me incorporo en la cama, prendo la luz de la mesita de noche y le sonrió de medio lado y como cada vez, me sonríendo enseña todos sus dientes faltando dos que me hace recordar al niño de ojos azules con el cual a veces sueño.
- ¿ Puedo acostarme contigo? Así no tendrás mas pesadillas, lo prometo- deja de acariciarme los pies para caminar hasta donde estoy y estirar su pequeña manito para darme su dedo meñique.
- Lo prometes? - le tiendo mi dedo y lo junto con el de él.
- Lo prometo- susurra
......
Me despierto con una pequeña mano atrapándome un pecho y una pequeña pierna por encima de mi cadera, Rancee es así, se duerme en un sitio y despierta en otro como si nada, a veces me deja sin respiración cuando me saca el aire a mitad de la noche, adoro a ese niño, fue una pequeña luz que llego a la vida de kathe y de la mía.
Trato de quitarlo de encima cuando se abre la puerta y entra Kathe estrujándose un ojo para luego tirarse del lado que no ocupa nadie y darme un abrazo de oso, sé que me escucho anoche, solo que sabe que tenemos un mini guardián en casa que nos protege hasta de los osos de peluches. Son las únicas dos personas que dejo que me toquen de esa forma, llámenme paranoica pero siento que cualquiera puede venir y hacer lo que hacía el, la única diferencia que habría que es que ahora si puedo defenderme o eso quiero creer.
- Lo siento cariño- lo dice con la cabeza en mi pecho, no deja de repetirme eso cuando sabe que tuve una noche de m****a.
- Tranquila kathe, no es tu culpa que las putas pesadillas regresen.- susurro
- Vocabulario Aria- sonrió con su respuesta, amo a estas dos personas y aunque nunca se los digo, en el fondo sé que lo saben.
- Ya se fue el amor- suspiro- necesito levantarme o llegare tarde a clases, así que separa tu cuerpo y báñate- sé que el comentario me costara un golpe, solo que esta vez no llega, si no que me abraza más.
Desde ese día Kathe ha estado para mí, en mis pesadillas, cuando entro en pánico, cuando sonrió, pero sobre todo, cuando no sé qué hacer cuando la m****a quiere llegar a mí, a lo largo de mi vida luego de ese día he conocido a mucha gente que mantiene alejado al monstruo de mí y Kathe es una de ella, sacrifico su estabilidad para llevarme al otro lado del mundo para que él no me encontrara luego que saliera, nunca se ha separado de mi lado y por eso y más le devuelvo el abrazo quitando como puedo al costal de papas llamado Rancee.
- ¡ Dios! Deja de darle comida a Rancee, pesa como un costal de papas- ella suelta una risa baja y yo sonrió por ese gesto, odio hacerla sentir triste, dejo de abrazarla y salgo de la cama, volteo a verla y veo que me sustituyo por Rancee , vuelve a quedarse dormida como si nada, muerte súbita la llamo yo, esa mujer cuando duerme no hay quien la levante desearía poder dormir así.
Procedo a ir al baño a ducharme y hacer mis necesidades de chica, salgo del baño y como es uno de esos días abro el closet y procedo a colocarme la ropa que más grande me queda, agarro mi mochila y salgo de la habitación, paso por la cocina a agarrar las llaves y salgo del apartamento cerrando con sumo cuidado la puerta del apartamento, al voltear me encuentro con un cuerpo en traje formal, debo decir que tiene un buen trasero, tiene buena maleta diría Zoe, sonrió y camino directo al ascensor , pero luego when me doy cuenta de quién se trata se borra mi sonrisa y me coloco justo a su lado.
- Buenos días mariposa.
- Que tienen de buenas? .
Voltea a verme para sonreír como el gato de Alicia en el país de las maravillas.
- ¿Sabes? No me conoces y ya parece que me odias, que te hice?
- Quizá llamarme mariposa o ser idiota, puede ser las dos- le doy mi mejor sonrisa- o quizás simplemente ser tú, no necesito conocerte, punto.
- Tristemente aunque no lo quieras lo harás, ya veo que no me recuerdas - me sigue mirando con una sonrisa que por primera vez no me incomoda viniendo de un hombre que no conozco, les dije que tiene una muy bonita ?.
- Si, como sea, pedirás el ascensor o es que te me vas a quedar viendo toda la mañana con esa sonrisa de come m****a? - suelto ya molesta, su sonrisa crece más como si no le hubiera dicho lo anterior.
- Pediré el ascensor solo porque también voy tarde mariposa, te seguiré viendo las veces que quiera- se encoje de hombros.
- Eso es muy extraño y raro lo sabias? - me cruzo de brazos, el baja sus ojos hacia dicha acción y pienso que me está viendo los senos, aunque no hay mucho que ver en realidad, pero igual enarco una ceja, si, es idiota - Y mis ojos están aquí arriba.
- Como te hiciste esa cicatriz? - Pregunta sin dejar de verla con curiosidad, me tenso y me descruzo de brazos.
- No es tu puto problema- coloco mi brazo detrás de mi espalda, doy media vuelta y me alejo para bajar por las escaleras, ni siquiera llevo media mañana y ya mi día va como la m****a, pesadillas y preguntas que no estoy dispuesta a respondedor , su voz me detiene y sin voltear quedo a medio de open the puerta que me llevara a las escaleras ya alejarme de él.
- El miedo es relativo, tú y solamente tú puedes dejar que te consuma o quizá, luchar contra él.
- Yo no necesito luchar contra nada- le respondo y volteo a verlo sería- no me conoces y no hagas como si lo haces, lo que te ha contado Kathe o Rancee es totalmente diferente a la persona que soy cuando estoy con extraños, así que , cierra el pico y déjame en paz.- no espero que responda, si no que me marcho dejándolo con la palabra en la boca.
Bajo hasta llegar a planta baja para salir y respirar aire fresco, saco el teléfono y procedo a colocarle mis audífonos, pongo música para emprender mi camino y relajarme, pero como mi día no puede estar lleno de paz, escucho cuando me llaman, y no necesito voltear para saber quién es.
- Que puta m****a quieres Boris? - exclamo y dicho ser que se hace llamar por ese nombre levanta las manos en señal de paz.
- Visitas de rutina, ya veo que sigues siendo la misma Aria de siempre, un sol brillando a todo su ser- responde y sonríe- necesitamos hablar, algo paso, lo dejaran en libertad- suelta sin más serio.
Y con eso ultimo que me dice emprendo mi camino dejándolo en la acera sin escuchar una m****a lo que me tenga que decir, el monstruo de la oscuridad estará en libertad, el me quito lo más preciado que tenía, esto son malas noticias.
Escucho pasos que me siguen hasta colocarse a mi lado y caminar en silencio, sabe que es lo único que necesito, porque esto es un triple de m****a que no quiero soportar ahora, ni nunca.
- No dejaremos que te toque, ni que se te acerque eso puedes jurarlo Aria- dice
- Eso ni tú mismo te lo crees- paro en seco y hago que deje de caminar y se me coloque frente de mi- es millonario entiéndelo, así como saldrá puede hacer lo que se le venga en gana, sabe dónde estoy?
La mirada de Boris me lo dice todo y es lo único que necesito para saber que ya en ningún lado estar protegido.
Lo que miro en el reflejo del espejo es el vivo ejemplo que no he dormido mucho los últimosdías, suspiro, estoy cansada, tanto que respirar duele. Lo que hago es cerrar los ojos y vuelven las pesadillas, quiero suponer que Kathe no se ha dado cuenta, Rancee lleva dos días quedándose con su abuela por parte de papá por lo tanto tampoco me dirá que parezco un mapache. Sin contar que ver las cicatrices cuentan mi historia de m****a todos los días, soy de tez blanca, cabello negro, ojos color miel. Muchas personas dicen que es lo que más resalta de mí, mis ojos, luego están las cicatrices que hay dispersas por mi cuerpo, toco la que se encuentra en mi muñeca, piel abultada que me da escalofríos, fue mi primer intento de suicidio, cicatrices que me recuerdan tiempos oscuros, dolor, repulsión y asco, el hecho de mirarme solo provoca querer que aquel día el monstruo acabara conmigo. Bajo la mano y las pa
Ojos color mielTez blanca y cabello negro.Recuerdo perfectamente la primera vez que la vi.Fue en la playa, siempre iba con mi padre, a él le encantaba, éramos tan unidos que a veces pensaba que éramos uno solo, mientras que a mí ,me gustaba la tranquilidad que esta transmitía, el sonido de las olas siempre me hacíasonreír,bajo del auto y ayudo a papá a bajar unas cosas de la misma, para luego desprenderme de mis zapatos y tocar la arena con mis pequeños pies, al mirar a mi alrededor me percate de otra pequeña persona, era una niña en realidad, cabello negro que se movía con el viento, postura rígida, manos hecha puños, como si quisiera golpear a
AriaDespierto sintiendo que no descanse, vaya mierda, rasco la cicatriz que tengo en la muñeca, la ansiedad está llegando a mí de manera intensa, el no dormir y el pensar está jugando tenis en mi cabeza, suspiro quitando la colcha de mi cuerpo para levantarme de la cama, necesito la receta para poder comprarme las drogas, y no, no hablo de verdaderas drogas, si no, esas dichosas llamadas medicinas que hacen que parezca un puto zombi.Entro al baño quitándome la ropa en el proceso, me miro en el espejo, odio lo que veo, ojeras, piel pálida y labios sin color, esto es lo que hace el, el monstruo cada día, es un hijo de puta si me lo preguntan, al pensarlo me doy cuenta que al ir con Dana tendré que hablar un poco, pero como soy la hija de puta mayor ,sé que entrare, insultare un poco, y listo, difícil para muchos, pan comido para m
ZacharySuspiro cansado, pongo los ojos en blancos y sigo viendo al mismo hombre en la misma posición como si de un militar se tratara.- Tarde o temprano se va a enterar- estoy cansado de esta mierda y de su sonrisa de puto de mierda- que carajos quieres que haga?- Que hagas el puto trabajo que te di- gruñe- que dejes de verle el culo y no pienses con esa cabeza si no con la otra, no eres un niño Zachary, mantén tu jodida verga en tus pantalones- me riñe.Odio esta mierda, Dios, el no entiende que cada vez que me acerco a esa mujer todo en mí se debilita, mi corazón empieza a acelerarse, y la sangre abandona mi cerebro para dirigirse un poco hacia abajo, no sabe mi pasado, solo sabe lo que conoce desde hace 3 a&n
AriaSiempre he pensado que conoces a una persona por una simple razón, destino, muchas personas dicen que creer en Dios también hace que conozcas a personas extraordinarias.Hace años mi Dios no existía, conocí a uno de los peores monstruos que pueda existir en la tierra, lo llamaba el monstruo de la oscuridad, a veces cuando duermo, siento como me asfixia, no paraba de apretar hasta que no sintiera que dejaría de respirar, no paraba de golpear hasta que estuviera satisfecho, no dejaba de cortar al menos que dejara de gritar, el, el monstruo, me quito a mi ángel de la guarda, a quien fue mi Dios, le hizo la mayor de las atrocidades, esas son las personas que Dios debe pudrir en la cárcel, no dejarlas en libertad para salgan a seguir arruinando personas.Desde que Boris hablo conmigo he tratado de dormir lo más
ZacharyDiez minutosDiez minutos fue lo que tuve que invertir en tiempo para darme cuenta que algo pasaba con ella, cuando llegue al salón de clases ya se encontraba ahí, recostada en el pupitre viendo un punto fijo en la pared, tenía más ojeras desde la última vez, Boris no me había pasado información para saber cómo iba el caso, no quería que leyera su expediente y eso me estaba cansando, no sabía contra quien luchábamos ni porque, no tenía miedo por mí, sino por ella, lo que sea que esté pasando la estaba atormentando en todos los sentidos.Podría decir que ahorita estaba bajo los efectos de antidepresivos y ansiolíticos, para un ex marine, que había tenido miles de batallas, donde veía gente bajo los efectos de otro tipo de drogas, sabia c
AriaManosSiento manos que recorren mi cuerpo, abro los ojos, mirada gris es lo que me recibe, respiración agitada, sudoroso, se lo que hace, hoy no siento dolor, hoy no siento nada, había días que solo dejaba que esto pasara sin luchar, mis huesos dolían, volví a cerrar los ojos, pero esta vez cuando volví a abrirlos, no era una mirada gris la que me recibía, sino una azul cielo, azul del mar, azul de tormenta, me estaba sonriendo, le faltaban dos dientes, recuerdo eso, fue cuando lo conocí, la primera vez en mucho tiempo que le sonreía a un desconocido, el niño de ojos azules......Unos gritos hace que me levante exaltada, estoy respirando rápidamente, era una pesadilla que se convertía en un sueño, siempre era lo mismo, niño, ojos azu
ZacharyDos días han pasado en los que Aria no ha dicho ni una palabra, llego de mi apartamento, se encerró en su cuarto y es como si fuera una sombra, sale solo para comer y vuelve a las cuatro paredes de su habitación sin emitir palabra, eso es lo que me ha dicho Colton, él ha estado con ella, mientras yo arreglo otros asuntos.-¿Niño me estas escuchando?- espabilo-¿Qué?- miro a Dorothea, mi abuela, un ser al que amo con toda mi alma, ahorita se encuentra con mamá, es la única manera de que vuelva a esta casa del carajo o que siquiera la pise.Mi relación con mamá no era, ni es la mejor, pero vamos, no te vas de casa dejando a tu hijo solo y esperas que luego de años todo sea color de rosas, porque si, nos dej&o