Al concluir con su acto de amor y pasión desenfrenada, el matrimonio regresa a la cabaña cuando ven a quien está encargado de cuidar del lugar con un teléfono en las manos.

-¿Qué pasa?

-Vamos Adri – acercándose al hombre – ¿Qué pasa?

-¿Es Jacob?

-No señora, sus hermanas piden que regresen de forma inmediata que ha surgido una emergencia

El matrimonio se mira, pero deciden volver ese mismo día a Washington, mientras que en la ciudad Vladimir trata de comunicarse con el juez en Berna, pero oh sorpresa, el juez se ha ido del país…

-¡Maldición!

-Vladimir ¿Qué haremos?

-No se preocupen, cuidaré de Jacob y la cuñada…lo que sea que tenga en mente Roger no se logrará

Las hermanas apenas se miran – dime ¿Qué ya tienes algo?

-Estoy rastreando, por fortuna los números de pasaportes son únicos

-Gracias Cristofer

Cosette llega con los bebés pues ambos están clamando por las atenciones de sus madres.

Jacob duerme despreocupadamente…

-Están intranquilos, ellos sienten su angustia – dando un suspiro