Lucía
No puedo describir como me siento ahora, es como si algo se rompiera en mi pecho, no puedo creer que Esther esté aquí y tampoco la manera en la que David le ha hablado. Tengo mi corazón dividido en dos, por una parte me duele muchísimo dejar ir a mi hermana de esta manera y por otra sé que no tengo mucha opción con David, sé que no llegué aquí para ser su amiga y tampoco que lo nuestro haya sido un gran amor, aquí las cosas se construyeron y como él dijo, yo fui quien decidió venderse.
Doy varios pasos en dirección a las escaleras para ir directo a la habitación cuando David me sostiene de la muñeca.
—Lucía, has hecho un buen trabajo —lo miro con el ceño fruncido y no puedo creer que
LucíaLos días han pasado y no logro sentirme de mejor manera, no he salido de casa y tampoco he continuado con las clases de pintura, sin embargo Pía parece estar mucho mejor desde que llegó Leo y eso me pone bastante feliz.Tomo un sorbo a la limonada y disfruto de la brisa que hace un par de minutos acaba de comenzar, parece que va a llover y bastante. Me es inevitable pensar en mi hermana Esther, en cómo estará y si tiene un buen lugar en donde quedarse, incluso tal vez ya haya vuelto a Chicago.David se ha mantenido bastante distante conmigo y yo lo he resentido debido a las hormonas del embarazo, lloro constantemente y las náuseas se han intensificado a tal punto que no soporto muchas comidas. ÉlLas palabras de Lucía aún van y vienen por mi mente, no puede creer que haya aceptado el hecho de que no hablar conmigo le trajo paz, esto me lleva a preguntarme si es que en realidad estoy haciendo las cosas bien, con ella, con mi hijo.Esto me hace pensar que el peor error que pude cometer es el haberla distanciado de su hermana, pero ella accedió, es verdad que no le di ninguna otra opción y la joven mujer parecía ser bastante altanera, lo que menos quiero es más problemas aquí, por eso el hecho de negarles su relación no me pareció una idea tan descabellada.He terminado de ducharme después de haberla rescatado de esa tormenta tan agresiva, he perdido la cabeza cuando la vi allí con mCapítulo 54
ÉlHemos tratado de rastrear a Alonzo por toda la ciudad y no tenemos ni idea de donde se encuentra. Carmina ha desaparecido y también su hijo, esto está comenzando a inquietarme y sé que no se avecina nada bueno, es por eso que he reforzado la seguridad y he pedido a mi familia que no salga de casa.He lanzado el rastreo de la hermana de Lucía porque tengo el ligero presentimiento que ella también podría estar en peligro después de todo esto.Mi despacho se ha convertido en nuestro centro de operaciones. Constantemente Ron está buscando alguna señal pero no hay ni un solo indicio.No he dicho nada a mamá ni a Lucía, salvo que podr
LucíaDespués de la revisión del médico por fin me siento un poco más tranquila, mi bebé está bien y vivo, tengo que aprender a controlar mis emociones e impacto, porque no quiero por nada del mundo dañarle.Pía está junto a mi sentada en una de las sillas más cercanas a la cama, pienso qué tal vez Esther también podría estar aquí si David hubiese aceptado su compañía desde un principio.No puedo borrar de mi mente la imágen que vi hace un par de minutos, Carmina se ha ido de este mundo y Piero… era solo un jovencito no tenía ni una sola culpa de todo esto y ahora está muerto. No puedo evitar pensar que todo esto pudiera alcanzarme a mi o a mi hijo o hija, hablo de esta vida, y no
ÉlNo hemos podido localizar a Alonzo, sigue perdido en alguna parte del mundo, los cuerpos de Carmina y de Piero han sido sepultados, he hablado con mi padre y estoy a punto de hablar con mamá, sé que esto no le vendrá nada bien, sé que le dolerá mucho, era su nieto, era su nuera y no encontramos a su hijo.Por otro lado he rastreado cada día de actividad de la hermana de Lucía y se ha detenido desde hace 3 días, eso me tiene algo consternado porque aún no puedo traerla a casa y no puedo parar con el sufrimiento de Lucía al no tenerla.Voy hacia la casa de mi madre cuando noto que mi padre está hablando con ella, le he pedido que se me adelante un poco para simplemente llegar a tranqu
LucíaPía está en su móvil y yo en el mío, de manera inconsciente espero alguna señal de que la búsqueda de Esther va bien, todo marcha de la mejor manera. Los pensamientos negativos fluyen con intensidad, sobre todo tomando en cuenta lo que he visto.Es cuando escuchamos la puerta y veo como es que David ingresa a la habitación, tiene muy mal aspecto como si algo oscuro lo haya invadido y eos me hace sentir bastante nerviosa.—¿Qué pasa? —pregunto con rapidez pero él no dice nada, se acerca hasta donde estoy y Pía no le aparta la mirada. Temo que vaya a decir algo de Esther, algo que me diga que no voy a poder recuperarla.—Hemos
ÉlHa oscurecido ya y como lo planeamos los ataques simultáneos están a punto de comenzar. Sé dónde se encuentran cada uno de los idiotas, algunos en sus casas con su familias, otros con amigos y otros más en solitarios, pero al final todos tendrán el mismo final. Su muerte.—¿Listos? —digo y Antonio va conmigo en el auto, el resto se ha repartido a lo largo de Milán y pueblos colindantes. El viaje transcurre en silencio, la realidad es que nadie tiene ánimos de hablar tomando en cuenta que está será nuestra última noche en operación como familia perteneciente a la mafia de Italia.Nuestras vidas acaban hoy, nuestro pasado será sepultado, nuestras actividades
LucíaPía y yo estamos en la sala de estar de la casa de Rossana, estamos en silencio y pensantes debido a que sabemos la situación en la que se están metiendo ahora toda la familia. La retirada.—Tengo miedo —dice Pía mientras sigue masajeando mi cabeza. Hoy me comenzó una fuerte migraña y no hay poder humano que la aminore salvo los masajes en la sien y parte de la cabeza de Pía.—¿De qué?, has vivido tu vida entera en esta familia, te ha cuidado y protegido hasta la muerte, hoy no será la excepción —ella asiente—Tengo miedo a que recorten a Leo, ya ves… con eso de que nos iremos, las cosas van demasiado bien entre nosotros y no quiero perderlo, de verdad, no