Lucía
Un fuerte dolor me despierta. Ardor, peso, apenas logro ubicarme cuando siento como me penetran. Me sacudo pero pronto escucho la voz de David.
—Cuando yo quiera —dice alargando las palabras, está alcoholizado. Siento como me embiste una y otra y otra vez, duele.
—David… —quiero decirle que me lastima pero no me atrevo. Me toma del cabello y sostiene mi cabeza pegada en el colchón. Las heridas duelen.
—Eres mía… mía Lucia, tienes que obedecer a lo que te digo —se escucha demasiado lento para ser David.
—David me estás… —y me embiste de tal manera que no puedo evitar gritar pero su mano me silencia y luego una
Lucía—Ven, ven aquí —digo con la voz temblorosa y en segundos está caminando hacia la cama. Sube y su enorme cuerpo hunde el colchón. El leve movimiento de las olas es casi imperceptible, apenas puedo recordar que estoy en un yate. David se detiene justo frente a mí y toma mi mano con sus dos manos. Dejo caer mi cuerpo en reposo y él solo me mira espantado.—Ven aquí —mirándome detenidamente se recuesta pero alejado de mi—. Acércate a mí.—No puedo —muerdo mi labio y me siento terrible, debo de lucir espantosa.—Lo siento, debo de lucir horrible —trato de sentarme de nuevo cuando él me detiene.
LucíaEl espacio fuera es bastante grande pero nuestra habitación es la única en este lugar.Cruzamos hasta el comedor y sala de estar que está pegado a la cocina. Escucho voces y mi corazón se dispara. Solo espero que esto no sea un desastre.La mano de David está fija en la mía. Y de pronto la sala de estar aparece llena por los pasajeros, todos menos los hermanos de David, ellos están en la parte de afuera del yate-casa.La mirada de Pía va directo hacia mí y mis marcas, sus ojos se abren como platos y luego niega. La madre de David luce muy nerviosa, Piero solo mira de un lado a otro y Orazia se concentra en sus manos. Carmina es la única que me mira con desdén y los chicos se mantiene ca
LucíaLa comida llega de inmediato y la mujer del apartamento se maneja con bastante ligereza alrededor de David. Sirve su bebida, luego extiende un par de pastillas para él, que no sé en qué momento se las ha pedido. Vuelve con otro vaso y no puedo evitar molestarme. Parece que la chica sabe mucho más… sabe todo sobre él.Todo transcurre en silencio salvo por las preguntas de la chica dirigidas hacia David. Él las contesta indiferente, ni siquiera la mira, pero en ella hay algo… ¿se habrán acostado alguna vez?Una punzada de celos me invade pero me obligo a mi misma a dejarla atrás. Tomo las pastillas que están en uno de los pequeños vasos y las empujo por mi garganta. Espero que esto aminore el dolor.
ÉlMiro a Lucía con la mirada perdida, la abrazo fuerte en mi regazo y nos quedamos un tiempo en silencio. No quiero hablarle más de mi, ni tampoco lo que he hecho, porque además de lo ya sucedido ella pudiera sentir más miedo y yo solo quiero que se sienta con la certeza que ahora yo voy a cuidarla.—¿Qué es lo que haremos en la isla? —pregunta—Refugiarnos por ahora, no quiero que alguien pudiera dañarte… —la miro con las marcas por todos lados y niego varias veces—. Más de lo que yo he hecho.—¿Todos iremos a la isla a vivir?, ¿sabes por cuánto tiempo? —yo niego, la verdad es que no ten
LucíaDespués de la plática tan intensa que tuvimos David y yo nos hemos recostado a descansar. Me he medicado y también eso me ha ayudado a permanecer un poco más tranquila. No he dormido mucho, así que en la primera oportunidad he caído completamente rendida al sueño, por otro lado desde que he despertado no he podido dejar de pensar en las palabras que David ha dicho.Tengo un par de preguntas para él y también he tratado de diseñar la manera de adentrarme en su vida, en su corazón y en su pensamiento, pero dudo que esto sea fácil.Por un lado él dice que quiere cambiar pero la realidad es que no estoy muy segura de que eso pueda ser posible, tiene bastantes años y también un estilo de vida que dudo mucho que pue
LucíaPor lo que he escuchado estamos a punto de llegar a la isla. David ha cambiado su manera de dirigirse hacia mí, simplemente me encanta su manera ahora.Las marcas de los sucesos de hace un par de días han ido cediendo, agradezco tener buena cicatrización. He hablado aún más con Rossana y Pía, son unas mujeres extraordinarias. David se ha comportado de una manera totalmente diferente, aunque sigue siendo mandón y posesivo su manera de hacer el amor es suave y cariñosa. Ahora siento sus abrazos de manera constante y sus besos en la frente, además no despierta sin decir que se siente afortunado de tenerme. La verdad es que mi nivel de estrés ha bajado por mucho.Empujo la copa de jugo de naranja mientras veo a lo lejos esa bonita isla llena de una
ÉlLa llegada a la isla fue tranquila además de lo sucedido en el yate he tratado de controlar las situaciones que me abruman, me he abierto un poco más con Lucía… sinceramente todo esto me resulta increíble porque yo nunca me había sentido así por alguien, mucho menos había querido renunciar a lo que yo soy.Estoy justo en el frente de la casa, no veo la orilla del mar pero puedo escucharla, es relajante y por primera vez en mucho tiempo disfruto de esta extraña sensación, por primera vez me siento a salvo.Miro mi móvil y tengo un par de notificaciones sobretodo por los compromiso cancelados en los últimos días después de decidir que teníamos que distanciarnos.&
LucíaHemos recibido la invitación de compartir la cena con toda la familia, David no estaba muy de acuerdo, en realidad él solo quería quedarse en cama y descansar, pero le he dicho que sería buena idea compartir un momento agradable.La comida es deliciosa y la gente está por mucho muy callada, creo que no tienen mucho que compartir o simplemente no quieren hacerlo.Los chicos hablan en voz baja, los hermanos de David hacen ligeros comentarios y todo parece estar en orden. Parece.—David, ¿cuánto tiempo planeas que debamos quedarnos aquí? —escucho la voz de Carmina e instintivamente me siento molesta. Escucharla decir su nombre no es muy agradable y la verdad no sé si me estoy dejando llevar