Audrey se sentía cansada, Jenny la había hecho recorrer todo el centro comercial, había comprado ropa que jamás en la vida había pensado que podía, y eso la hizo sentirse feliz, ya que las pocas cosas que tenía era porque se las habían regalado y todo era ya usado, una que otra era nueva y eran regalos de William o de su madre.
Jenny tenía un gusto increíble por la moda, su offits era increíbles, y su lencería era preciosa, no podía faltar bolsos, zapatos, carteras, maquillaje, perfumes, cremas, todo para uso personal, incluso los jabón de baño y para la tina escogieron fragancias que a Audrey le gustara ya que nunca había tenido ni una tina. Todo era un cambio radical.
—¿Quieres irte ya? — preguntó al ver que ella ya estaba en silencio.
—Sí, la verdad es
Gael había salido algo dolido, pero sabía que era normal, su reacción, ella debía procesar lo ocurrido, salió rumbo a su casa, no quería trabajar, quería estar solo para pensar cómo ayudar a Audrey en lo que ella había pasado. Así ella no le volviera a hablar él volvería hacer lo mismo una y otra vez, no se arrepentía. Recordó las palabras de la doctora y luego lo que Audrey le había dicho y decidió llamar a la doctora insolente y preguntarle por el lugar que le había mencionado.Luego de conseguir el número de la tal Montserrat Valencia, la llamó de inmediato.—Hola — una voz muy dulce contestó al otro lado.—Sí, hola, ¿Montserrat Valencia?—Sí, ella habla.—&iq
—Es increíble el parecido con mi esposo, si hasta parecen gemelos — dijo sin poder dejar de verlo.—Sí, y como usted ha dicho no es normal, pero ahora lo que importa es Audrey, lo único que deseo es que ella no me odie. — Montse lo miró con dulzura.—Y no lo hará. — En cuanto las puertas del ascensor se abrieron en el penthouse de Audrey, él la buscó con la mirada, pero no la vio.—No voy a pasar, ella no quiere verme, así que la dejo aquí — Montserrat salió del ascensor mientras observaba el lugar, escuchó ruidos no muy lejos de ahí y se dirigió al lugar, al entrar era una cocina enorme, y vio a una hermosa joven acomodando cosas.—Hola — dijo Montserrat asustando a Audrey.—¡Oh por Dios!
Cuando Gael entró de nuevo a su apartamento y respiró profundo, esto era una situación extraña, Gabriel daba vueltas de un lado a otro y cuando vio a Gael se detuvo.—¿Qué día naciste? — preguntó Gabriel—1 de enero. Voy a cumplir 37 años. — contestó Gael, Gabriel negaba con la cabeza—Igual que yo, definitivamente esto no es normal. ¿Tienes padres?—Sí, pero no me llevo con ellos. — Gabriel frunció el ceño—¿Sé parecen a ti? — Gael se quedó pensando por un momento.—Sólo a mí hermana.—Mira, creo que debemos averiguar qué somos, porque es lógico que somos hermanos, y alguno no está en la fami
Habían pasado 3 días desde que Gael se había dado cuenta que lo más seguro tenía un gemelo, y desde que Audrey dormía con él, ella por las noches tenía pesadillas, pero él siempre la calmaba. Gabriel y Montserrat había partido el día anterior, ella había seguido aconsejando a Audrey, que por cierto a ver a los dos hombres juntos también se sorprendió, todos habían intercambiado números de teléfono, Gabriel le dijo que sería mejor hablar con su madre en persona y que apenas supiera algo le avisaría, Gael por su parte le prometió también buscar a sus padres y hablar con ellos, por lo que justo en ese momento se encontraba se encontraba en la gran casa de sus padres, a su lado estaba Audrey que se ofreció a acompañarlo, quería darle apoyo y no dejar que se sintiera solo.—Creo que lo mejo
En cuanto Gael llegó al club llamó a Gabriel para contarle lo que a él le habían contado. Gabriel le contestó desde el primer todo ya que él también tenía información y pensaba llamarlo.—He hablado con mis padres — dijo Gael.—Sí, yo también, y me dijeron algo increíble.—Sí, los míos también.—Somos trillizos — dijeron los dos al mismo tiempo.—A mi me gustaría empezar a buscarlo, pero tengo encima el aniversario de mi hotel, además que me gustaría conocer a tu mamá, ya que al parecer es la mía también.—Así es, sabes, es la mejor madre del mundo, y en cuanto se enteró que sus hijos no habían muerto en el part
El tiempo empezó a pasar volando, Audrey empezó de nuevo a trabajar y a organizar el aniversario, su relación con Gael cada vez era mejor, se habían vuelto tan cómplices y aunque seguían durmiendo juntos aún no habían tenido intimidad. Sin que él sospechara nada, veía por las tardes a Jenny quién se había convertido en una hermana para ella y le ayudaba con la sorpresa que tenía para Gael.Gael por su parte estaba más en contacto con Gabriel quién al mes de descubrir que eran trillizos ya sabía quién era el tercero, al parecer se llamaba Andrew Tremblay, estaba casado y tenía hijos trillizos. En cuanto Gabriel le dijo que iba a ponerse en contacto con él, Gael también quiso, nada era fácil y normal, pero deseaba poder estar presente, por lo que Gabriel le ofreció solo comunicarse por teléfono, hab&
El gran día había llegado, Gael se encontraba más que nervioso, pero también feliz, su gran proyecto y por lo que había trabajado muy duro cumplía 7 años y no sólo eso, este año era diferente porque había conocido el amor, estos dos meses al lado de Audrey se había dado cuenta que estaba enamorado de ella, por esa razón se había abstenido tanto hacerla suya, Audrey no era una mujer de una sola noche, ella era para todas sus noches y toda la vida y pensaba demostrárselo. Además que tenía una nueva familia, tenía hermanos, no sabía que pasaría cuando los tres estuvieran juntos, sería algo único, y la verdad esperaba que se llevaran super bien.La mañana pasó muy rápida, no había visto a Audrey, porque ella también había pasado muy ocupada con que todo estuviera más
Audrey había decidido arreglarse en su habitación, estaba realmente nerviosa, deseaba verse bien para Gael.Sabía que él había estado nervioso con todo esto de su familia biológica, pero poco a poco cuando todo transcurrió normal, él se había relajado y disfrutado de un buen almuerzo, por lo que deseaba que las cosas siguieran igual y que todo saliera a la perfección.No podía negar que se encontraba algo nerviosa hoy era un día especial para ella, en muchas formas, ya que todos verían el trabajo que ella había realizado y aunque a la fecha nadie había tenido queja, hoy era el día de fuego, donde ella iba a demostrar de lo que era capaz. Quería que Gael se sintiera orgulloso de ella, — suspiró como tonta al recordar la noche anterior — por primera vez en su vida deseaba a un hombre y lo hac&iac