Pov Nikolav
Acabo de ir a dejar a Lena y ya la extraño. Maldita sea esa caliente gringa se me está metiendo hasta en los huesos y no estoy haciendo nada para impedirlo, también es que no quería. Su cuerpo, su voz, sus ojos, su personalidad todo en ella me atrae de una manera inexplicable.
—Señor.
—Dime Cipriano.
—Acaba de llegar este sobre— mi ceño se arruga— no tiene remitente— lo deja encima del escritorio.
—¿Quién lo trajo? — pregunto mientras lo abro.
—Un mensajero. Lo interrogamos, pero no sabía quién lo enviaba, solo recibió órdenes de su jefe— asiento.
Leo una y otra vez, no creyéndome lo que veo. Miro las fotos que en este contiene y veo rojo. Me llevarla rápidamente saliendo de mi despacho.
—Cipriano —gruño—. T
¿Cómo se puede pasar de querer matar a una persona a querer comérselo a besos en unos simples minutos? Solo el estúpido hace eso posible.—Porque eres así— golpeo suavemente su pecho— parezco una jodida embarazada con las hormonas a mil— reímos mientras limpio mis lágrimas— es muy tierno cuando se lo propone Sr. Ivanov.—Solo para usted Srta. Petrov— lo abrazo, mientras guardo en mi corazón y mente aquellas palabras tan hermosas que sé que recordare siempre. No todo el tiempo Nikolav es romántico.—Yo también…me enamore de ti— susurro. No sé si lo han notado, pero soy un poquito difícil para esto de confesar los sentimientos, pero por Nikolav haré lo mejor— hace un…un tiempo atrás entregue todo de mí, ame con un ímpetu que no sabía que tenía, lo d
—Nikolav— abro mis ojos sorprendida mientras corro rápidamente los metros que nos separan.Quito su camisa para así tener una mejor visión de la herida, cuando la revise.—Sabía que te gustaba esa mierda del BDMS, pero no sabía que tLara — gruñe.—Lo siento, enserio— lo ayudo a levantarse— No sabía que eras tú. No debes de correr así estúpido— lo regaño.—Nunca me imaginé que tendrías una maldita arma en tu casa y menos que me dispararas estúpida— alzo mi ceja, mientras le doy una mirada letal— puedo sentir esa mirada de muerte que justo ahora me estás dando Lena.—Tenemos que ir al hospital.—Aun no. Mis hombres se están corroborando que no queden más.—Tengo que sacarte ya mismo esa bala— cuestiono.—Lo har&a
—Nunca nadie había hecho lo que acabas de hacer. Y si lo llegara hacer, moriría — exclama.—No soy nadie…. Soy tu novia —me cruzo de brazos.Se acerca lo suficiente para inclinarse y susurrarme.—No te aproveches cara. No lo hagas.Eso sonó a una clara advertencia.—¿Me estas advirtiendo? — pregunto incrédula.—Solo te informo Lena —sube su mano para acariciar mi cabello — estoy demasiado estresado y no quería tener que descargar mi ira contigo.—Yo descargare mi ira contigo si no me dices porque llamaste a Britney la creadora de toda perra habitante en la tierra.Emite una pequeña risa, pero mi mirada de advertencia lo hace callarse rápidamente.—¿Se conocen?—No tienes derecho a preguntar, no ahora — lo señalo. A
El voltea rápidamente a mi dirección.—Leni—dice mientras corre a mi encuentro. Solo él me llama así y enserio ya extrañaba que me llamaran de esa forma.Soy envuelta por sus brazos mientras me aprieta demasiado a él……demasiado—No…. No pued—do…res…respirar— digo entrecortadamente.—Lo siento— me suelta mientras sonríe— no me di mi fuerza.—Si claro— respondo sarcástica – que hermoso estas. Me siento demasiado orgullosa de que seas mi hermano.—Yo siento todo lo contrario— arruga su entrecejo mientras me da un análisis rápido— estas en un estado deplorable. Parecieras que no hubieras dormido hace una semana, al menos no hueles mal.—Bueno, gran parte es verdad— confieso—pero….—Srta. Lena— uno de los hombr
—Petrov— dice apenas llega Sokolov.—Lo hice Sokolov — sonrió e igual que yo, también lo hace.—Felici…—Acaba de entrar en paro— habla el anestesiólogo.Volteo a mirar la escena horrorizada.¿Qué hice mal?—¿Cómo?—¡La perdemos! — continua un enfermero.—Desfibrilador— de manda Sokolov mientras corre rápidamente para hacerle compresiones— ¿Qué rayos hiciste Petrov? — me pregunta con enfado.—N—nada—tartamudeo mientras veo como trata de reanimarla— solo lo que se hace. Saque las dos balas.—¿Hiciste radiografías? — pregunta en un gruñido.—No había tiempo— respondo rápidamente.—¿Cómo que no había tiempo? ¡&
Ya se imaginarán que sucedió.Sí, me fui con Nikolav.En mi defensa, que te busque y te diga semejante declaración automáticamente cualquier enojo se evapora al instante, y no es como si fuera estado enojada con él.Nikolav en plan romántico me enamora cada vez más. Nunca imagine verlo en este plan, sonare egoísta, pero quería ser la única que logre ver esta faceta cariñosa de él.— ¿En qué piensas?— su mano se posa en mi muslo. Me mira rápidamente para después dirigir de nuevo su mirada a la carretera.— En que soy muy egoísta— confieso.— ¿Por qué?— pregunta al instante.— Quería ser la única persona que admire esa faceta tuya — susurro.— ¿Cuál?— empieza a realizar peque&
—Contesta. ¿Quién nos quiere separar? – vuelvo a preguntar. Camino hasta quedar detrás del escritorio donde se encuentra Nikolav.Veo como su manzana de adán sube y baja. Todo su cuerpo está en tención.—Yo me retiro— habla un incómodo Cipriano.Nikolav asiente.Cuando la puerta es cerrada habla.—¿Quién te dio permiso para escuchar mis conversaciones Lena? –me riñe.Abro los ojos sorprendida.—¿Necesito permiso?— inquirí incrédula.—Si Lena, lo necesitas— masculla entre dientes— ¿Ya te encuentras de buen humor?—Siempre estoy de buen humor.Alza una ceja mientras me da su estúpida mirada de ¿enserio?—Bueno está bien— levLara las manos en forma de derrota— últimamente estoy de mal humor.
—No lo vayas a dejarlo solo, aún es muy pequeño y se puede perder, tampoco dejes que coma mucho dulce y no quería que este mucho con tu celular— ordeno mientras termino de alistar mis útiles. Hoy me toca asistir a la universidad.—Está bien amor, ya entendí— asiente mientras una de sus manos pasa paulatinamente por la espalda de Noah, quien se encuentra dormido.—Vete tranquila estaremos bien.Me mira serio tratando de verse intimidante y responsable, pero no le creo. Algo me dice que llegare y todo será un desastre.—Solo no hagan una locura— lo señalo.Me acerco a la cama en donde se encuentran dos de los cuatro hombres de mi vida. Le doy un beso a cada uno y me marcho.—¡¿Cómo así que tienes un hijo?!— grita Lara .Si ya se reintegró en el grupo. No quiso decir absolutamente n