CAMILA
Si hay algo que odio en la vida, es sentir que alguien está husmeando en mis asuntos.
Y si ese alguien es Nicolás Montenegro, entonces lo odio el doble.
No sé cuántos días lleva en el pueblo, ni me interesa saberlo. Lo único que sé es que desde que volvió, mi paz se ha ido al carajo.
Primero, su presencia inesperada. Luego, la incomodidad de coincidir en eventos del pueblo. Después, su maldita insistencia en mirarme como si estuviera esperando algo de mí.
Y ahora… esto.
Que ande preguntando por mí como si tuviera derecho a saber algo de mi
NICOLÁSCamila se marchó sin mirar atrás.Y yo me quedé ahí, de pie, sintiendo cómo el suelo se desmoronaba bajo mis pies.Las palabras que me soltó siguen resonando en mi cabeza, una y otra vez, como un eco maldito que no quiere desaparecer."Tuve que aprender a seguir sin ti.""Tuve que levantarme sola."¿Qué demonios significa eso?Yo recuerdo lo que pasó.
CAMILAQuiero odiarlo.Debería odiarlo.Después de todo, él me rompió el corazón.Pero aquí estoy, sintiendo que cada vez que lo tengo cerca, mi cuerpo me traiciona.Mi corazón late más rápido.Mi piel se estremece con su voz.Y lo peor de todo… es que él lo sabe.Nicolás Montenegro no es tonto.Sabe que aún me afecta.Y eso lo vuelve aún más insoportable.
NICOLÁSLa tuve.Por un maldito segundo, la tuve.Cuando Camila dijo que todavía me odiaba, supe que estaba mintiendo.Porque nadie odia con tanta intensidad sin haber amado primero.Porque esa chispa en sus ojos, esa furia con la que lo dijo, me gritaba que aún le importo.Pero, como siempre, en cuanto se dio cuenta de lo que estaba dejando ver, se escapó.Se alejó antes de que pudiera decir nada.Antes de que pudiera responderle.Antes de que pudiera hacer algo estúpido&h
NICOLÁSLa tuve.Por un maldito segundo, la tuve.Cuando Camila dijo que todavía me odiaba, supe que estaba mintiendo.Porque nadie odia con tanta intensidad sin haber amado primero.Porque esa chispa en sus ojos, esa furia con la que lo dijo, me gritaba que aún le importo.Pero, como siempre, en cuanto se dio cuenta de lo que estaba dejando ver, se escapó.Se alejó antes de que pudiera decir nada.Antes de que pudiera re
CAMILA
NICOLÁSCamila se aleja.Otra vez.Y me jode admitirlo, pero esta vez siento un pánico real instalándose en mi pecho.Porque no es solo su cuerpo el que se aleja.Son sus ojos.Su voz.Su esencia.Es como si ya hubiera tomado una decisión.Como si ya hubiera cerrado la puerta…Y yo estuviera golpeando el otro lado sin que ella tenga la más mínima intención de abrir.***Salgo de la tienda sintiéndome más jodido que
CAMILANo me reconozco.No soy la mujer segura que juré ser cuando Nicolás se marchó de mi vida. No soy la Camila que se prometió a sí misma que nunca más dejaría que él tuviera poder sobre sus emociones.Soy un desastre.Y todo por su culpa.No importa cuánto intente convencerme de que lo mejor es alejarme, de que todo esto solo me llevará al mismo dolor de antes. Mi cabeza lo sabe, pero mi corazón… mi corazón está empezando a traicionarme.Cada vez que lo veo, cada vez que su mirada se clava en la mía con esa intensidad que me desarma, siento que todo mi esfuerzo por mantenerlo a raya se desmorona. Nicolás no e
NICOLÁSDicen que uno nunca debe mirar atrás. Que el pasado es mejor dejarlo donde pertenece: atrás. Y yo, hasta hace unas semanas, creía firmemente en esa idea.Pero aquí estoy. De vuelta en el único lugar al que juré no regresar jamás.La carretera serpentea entre colinas cubiertas de árboles, y a medida que el auto avanza, la sensación de encierro se vuelve más sofocante. Años acostumbrándome a los flashes de los paparazzi, a las luces brillantes de Los Ángeles y a los hoteles de cinco estrellas… para terminar aquí, en este maldito pueblo donde cada esquina me recuerda quién fui antes de ser lo que soy.Antes de convertirme en el actor de moda. Antes de que mi nombre estuviera en las marquesinas de los cines. Antes de que cada paso que diera se convirtiera en carne fresca para la prensa sensacionalista.—No tienes opción, cabrón —gruño en voz baja, golpeando el volante con los dedos.La verdad es que esto no es un viaje de placer. No es que haya decidido venir a reencontrarme con m