Los jóvenes estuvieron charlando por un largo rato, Alessandro, que se había sentido bastante mal cuando su amigo Emill, fue elegido por la bella Ale, ahora entendía que lo que era para él iba a llegar tarde que temprano y está vez llegó mucho antes de lo que hubiese imaginado — Alessandro, ¿si yo llegase a ser la líder del Cártel que mi familia dirige, ya no te gustaría? ¿no me considerarías para tú novia por el trabajo que tendría que hacer? — Por supuesto que te consideraría, el que fueras una mafiosa no tiene nada que ver, si te digo que no querría que te dedicaras a eso es por qué no quiero que nadie te haga daño, que tengas atentados, y gente que siempre está tras de los líderes de mafias para matarlos y tomar su lugar, yo... solo quiero que estés a salvo, que nadie te ponga un solo dedo encima — Dios, que hombres tan protectores me rodean, tendré suerte si logro casarme en el futuro, mis hermanos y mi padre van a intimidar a cualquiera que se quiera acercar a mí — D
El apuesto abogado, se llevó dos dedos al puente de su nariz, ya le había explicado a su hijo Adrián, que no era posible que eso pasara en estos momentos — ¡Papá, no va a convencerme de nada, eres todavía un crío como para irte tan lejos y vivir tú solo y sin reglas, no señor, no estoy de acuerdo! — Vamos, vamos, mantengamos la calma, tú Adrián, ¿Por qué tienes tanta prisa por irte? ya lo podrás hacer dentro de pocos años, tampoco deberías encapricharte con algo como eso, no tienes la edad adecuada para estar por tu cuenta — Abuelo, sé que puedo, que voy a estar bien, solo deben darme un voto de confianza — ¡Ya he dicho que no, cuando seas mayor de edad entonces podrás irte a China, si quieres, pero hasta entonces seguirás mis reglas! — El elegante y entrajado padre, no iba a dar su brazo a torcer — Tu padre tiene razón, Adrián, eres su único hijo, no puede simplemente dejarte a la buena de dios, no estás en una edad conveniente para estar sin reglas y sin límites, a mí
Adriano, llamó a uno de sus hermanos para ir a un exclusivo bar al sur de la ciudad, el importante abogado llegaba en su costoso coche — Abogado De Luca, adelante por favor, ¿La misma mesa de siempre? — Si, vendrá mi hermano, hágalo pasar por favor hasta mi mesa — El bar ya sabía lo importante que era el abogado, así que lo atendían de la mejor manera posible, el hombre apenas se sentó encendió un cigarrillo, su vida se había vuelto vacía y solitaria desde que había perdido a su esposa, si no hubiera sido por su hijo.... Dante, vestido en un fino traje, llegó hasta él, los hermanos se dieron un abrazo, tenían una buena relación, le había llevado tiempo al mafioso quererlo, Dante, era muy territorial y no le gustaba compartir a sus padres, pero conforme crecieron, se hicieron más cercanos — ¿Cómo estás, Adriano? no traes bien semblante — Ahhh... desde la muerte de Emma, me siento muerto en vida, ella lo era todo para mí, todavía no puedo entender cómo la perdí, ¡y encima
El abogado se quedó pensando por unos momentos en qué podría estarle sucediendo a su suegro para llamarlo de forma tan angustiosa, las palabras de su hermano fueron las que lo sacaron de sus pensamientos — ¿Qué sucede, De Luca? Parece que te ha dejado preocupado la llamada de tu suegro — El quiere verme en su mansión ya mismo, pero lo que me salta es que no quiere que lleve a Adrian, pero si que alguien cercano a mí me acompañe, así que vamos, algo me dice que sucede algo muy fuerte, camina Dante, no puedo esperar a saber de que se trata El hermano mayor, se puso de pié y abrochó su saco, cada quien subió a su coche y salieron a toda prisa con rumbo a la residencia Cevallos, en todo momento permanecía la intriga por saber el motivo de la llamada del poderoso CEO Al llegar la muchacha del servicio les abrió la puerta y los dirigió al despacho, ella ya tenía órdenes de pasarlos de inmediato, así fue que ambos entraron al elegante lugar decorado sobriamente con valiosas piezas de
Adriano se quedó reflexionando por unos momentos con dos dedos puestos en el tabique de su nariz y con una mano en la cintura, el aberrante escenario lo sobrepasaba, la sola idea de lo que su esposa había estado sufriendo los últimos meses en manos de la desquiciada de Adela, lo llenaba de furia, habían despertado a un Adriano, de diente de venganza y sangre— ¡Adriano... Adriano, reacciona! ¿Tienes que decirme que quieres hacer? ¿Vas a ceder a las demandas de Adela y te casarás con ella?— ¡Por supuesto, haría cualquier cosa por Emma, haré todo lo que me pida para que la libere, eso sí, una vez que esté seguro de que mi esposa esté a salvo, yo mismo voy a matar a esa maldita! — En la mirada de Adriano, de podía ver un profundo odio— No es necesario que lo hagas tú, nunca has matado a nadie, eres un hombre que se ha dedicado a su profesión, no tienes sangre de asesino en las venas, yo lo haré, terminaré lo que debí de haber hecho en aquella fiesta, debí ahorcarla hasta la muerte, de
Todos los varones Ferreti, a excepción de Dante que ya sabía de la situación, permaneció en silencio, se quedaron clavados en su sitio, su hermano debía estar alucinando o algo parecido — ¿Tú... te has vuelto loco? lo que dices no puede ser verdad, Adriano, Emma, murió de cáncer hace seis meses, sé que es duro pero debes dejarla ir, debes resignarte — Joshua, estaba tratando de hacer entrar en razón a su hermana Adriano, estaba realmente mal, se frotaba el rostro, caminaba de un lado a otro, volvió a servirse otro trago y lo bebió de golpe, preocupando así a todos — Adriano, creo que... tú necesitas ayuda profesional, papá, debes internarlo en una clínica psiquiátrica — ¿Cómo así? ya estoy aquí, Adriano, ¿Dime qué es lo que te pasa? te escuchabas muy mal por teléfono, soy tu padre, yo te voy a apoyar y estaré para ti siempre — El elegante Lizandro De Luca, llegaba también a la mansión, su hijo le había llamado, necesitaba todo el apoyo y fuerza de su familia en estos mome
Adriano, recogió una maleta con sus cosas de su mansión y abordó su avión privado, iría directo a las Vegas, el tiempo de vuelo le pareció eterno, su único pensamiento era rescatar a su esposa en el menor tiempo posible Al llegar al aeropuerto un coche enviado por adela ya lo estaba esperando para llegar a la mansión que la mujer estaba ocupando, el chófer le abrió la puerta al abogado, y apenas entró a la sala de estar, Adela Cevallos, bajó las escaleras con premura — ¡Querido, por fin estás aquí, que gusto me da verte! ¿pero por qué estás tan frío y callado? saludame, no seas timido — Adela, se le colgó al hombre y lo besó en las mejillas — Bueno, ya estoy aquí, pasemos a sentarnos, tenemos cosas de que hablar — Nooooo, hace mucho tiempo que esperaba poder tener algo contigo, me gustaste desde aquella cena en la mansión Cevallos, en la que nos conocimos, eres tan apuesto, tan elegante, tan inteligente, Emma, siempre fue muy poca cosa para ti, en cambio yo era perfecta par
Una de las cosas que a Adriano, no se le iban a olvidar es la frialdad de Adela, la mujer no mostraba remordimiento alguno, ni arrepentimiento, la realidad era que la suerte de su hermana, no le importaba en lo absoluto Se detuvieron frente a una casa, era una pequeña residencia, pronto unos hombres vinieron a ver qué se trataba de su jefa, ellos saludaron pero ella los ignoró — Demonos prisa, no me gusta venir a este lugar, huele a miseria — Adela, guió al abogado por las escaleras y después por un pasillo hasta llegar frente a una puerta, fue el entrar que por poco Adriano, pierde su papel Emma, estaba en esa cama, ella estaba pálida, muy delgada, alrededor había una mesa con jeringas que contenían un líquido transparente, toda la escena parecía ser sacada de una película de terror, su esposa había recibido semejante trato por su propia hermana, era verdaderamente inconcebible — Bueno pues ahí está, ¿Ahora ya me crees que está viva? le advertí que me quedaría con todo