Mundo ficciónIniciar sesión
Capítulos relacionados
Emill, dice la verdad a Alessandro
en la mansion Rodriguez, los herederos se concentraron en hacer el proyecto, todos y cada uno eran muy inteligentes, así que era pan comido para ellos, lo que no esperó Emill, fué lo que le dijo uno de sus mejores amigos — Emill, aprovechando que estamos aquí, quiero decirte que no me voy a esperar mas tiempo para declararme a Alessandra, hemos sido amigos por muchos años, la conozco lo suficiente, lo tengo decidido, le hablaré para novia Oliver, se quedó pensando en lo que Aless, decía, ya que él sabía que la joven Black, y Emily, eran novios desde hace algunos meses, el heredero de la mafia mexicana, había conquistado el corazón de la chica que le había gustado desde que eran niños, se preguntaba que es lo que iba a suceder con ese secreto — Alessandro, no deberías adelantarte a Emill, sabes que también le gusta la señorita Black, ¿no entiendo por qué de pronto tienes tanta prisa? — Oliver, estaba tratando de mediar las cosas — No, no esperaré, ella es muy bella, otro pued
Un Alessandro, muy enfadado y celoso
Oliver, defendía a su amigo de los otros dos herederos, sabía bien que Emill, era un excelente amigo, que era integro, honesto, sincero, y que no había nadie como él en el grupo, tan valiente, y tan derecho, digno hijo de su padre, solo que está vez se trataba de la chica que quería, y que uno de sud mejored amigos también tenía sentimientos por ella, lo que le había complicado las cosas — Alessandro, todos aquí sabemos que la bella joven Black, siempre te ha gustado, al igual que a Emill, esto es tan sencillo como que ella ya ha elegido, si la ojiverde te quisiera como tú a ella, te habría elegido a ti, pero no lo hizo, de eso Emill, no es culpable, lo de ellos es el destino, se quieren, también hay que saber perder, aunque sea difícil — Tuviste suerte esta vez, Emill, te quedaste con Alessandra, a final de cuentas, pero soy un hombre que sabe perder aunque le cueste, así que les deseo lo mejor — Como ya habían terminado, el joven Ferreti, recogió sus cosas y se despidió de su
Un corazón roto
El mafioso hizo que su mujer subiera a la habitación conyugal, le había costado por qué estaba muy preocupada por su hijo, el hombre seguía vestido de traje, no había subido una sola talla Dante, tomó su celular para marcarle a su mano derecha, Jonathan, hijo de Darriel, quien fuera mano derecha de su padre por muchos años, pero justo en ese momento una llamada del celular de Alessandro, así que contestó de inmediato — Alessandro, ¿Qué sucede contigo? mira la hora que es y no has llegado a la mansión, ¡¿En dónde diablos estás?! — Por la preocupación de su esposa y de él mismo, el mafioso ya estaba molesto — Señor, su hijo se encuentra en un estado muy inconveniente, tuvimos que quitarle el celular para marcarle, él quiere conducir pero está muy ebrio, vino aquí con un amigo, déjeme ver, su nombre es Dallán, ¿Puede venir por ellos al bar Océano? Enseguida estoy ahí, atelos si es necesario pero no les permita conducir, ¿Me escuchó? yo llamaré a su padre de camino — Dijo el
El duro castigo de Dante Ferreti
El CEO Ferreira, que en su época de adolescencia siempre estuvo concentrado en sus estudios y solo bebía ocasionalmente, en comparación de su primo Andrés, que se excedió en muchas cosas, no se imaginó que se encontraría ante esta escena con uno de sus hijos — Solo vinimos a beber unos tragos, papá, acompañé a Alessandro, por qué no se veía muy bien, Alessandra, no lo eligió para novio, y sabes que a él le gusta desde que éramos niños — Con las palabras arrastradas pero el joven Ferreira, les estaba contando a su padre, Drago, de pronto frenó por qué él semáforo se puso rojo, lo que ocasionó que su hijo rodara a la parte de abajo y se diera un golpe — Auchhh... ¿Dónde aprendiste a manejar, papá? pareces un cafre del volante, eres más peligroso que yo — ¿Más peligroso que tú? mírenlo a este, estás cayéndote de borracho, ¿Sabes lo que te pudo haber pasado si conducías así? eso es ser demasiado irresponsable, te quitaré el coche, los permisos, la mesada, vas a tener que trabajar
Los severos padres de los herederos
El joven Ferreti, estaba muy enfadado con su padre, había escuchado historias sobre él, pero nunca se imaginó que también con él se pondría así de duro y estricto, de haberlo sabido se la habría pensado dos veces antes de entrar a ese bar y beberse esas costosas botellas que al final de cuentas su padre fue quien pago por todo el servicio Alessandro subió a su coche, el padre mafioso ya lo había mandado traer a un par de sus hombres, era un auto deportivo muy costoso y de edición limitada que le había obsequiado a su hijo al cumplir los dieciocho años, pero la llave no se encontraba ahí, así que volvió sus pasos de nuevo hacia dentro de la mansión — Papá, necesito las llaves del coche, no están donde siempre y ya tengo que irme a la escuela — Ah, eso, te irás a la escuela con él chófer al igual que Diane, de regreso del colegio será de la misma forma, ¿Alguna pregunta? — ¿Por cuánto tiempo? — Preguntó el jóven bastante molesto — Dos meses, ahora apresúrate, vas a hacer
Pidiendo trabajo al CEO Ballesteros
Andye, que era de sus amigos de los más emocionalmente responsables, al igual que Oliver, hacía mención de ese hecho — Cállate, Andye, ¿Qué no ves que es un tema delicado para Alessandro? no es agradable que la chica que te gusta elija a otro chico en vez de elegirte a tí — ¿Seguro que me estás ayudando, Joshua? — Por supuesto, eres mi primo, te voy a defender siempre — Ahhh... nunca quise hacerte daño, ¿si tú quieres que termine mi noviazgo con Alessandra, yo....? — ¿Lo harías? ¿La terminarían por mi? vaya que inesperado, ¿creí que dijiste que la querías, y ahora renunciarías a ella tan fácilmente? — Yo... no iba a decir tal cosa, lo que quería decir era que aunque siento un cariño enorme y una gran lealtad hacía ti, no puedo dejarla, por qué la quiero, Alessandro, ella es la chica de mis sueños — Pero que diablos, ¿Con que sueñas con mi hermana, Emill? ¡no te atrevas a soñar cosas pervertidas, o entonces si te daré una paliza! — Bueno, es verdad que quiero a
El primer trabajo de los herederos
Después que el joven Alessandro Ferreti, mal mirara a su amigo por ponerlo en evidencia, ambos jóvenes se quedaron esperando una respuesta del CEO — Vaya, que inesperado suceso, pensaré en algo, por lo pronto coman con calma, después pasaremos a mi despacho Los jóvenes disfrutaron de una deliciosa comida, a Alessandro, le timbró nel celular, era su padre, el chico de disculpó para salir a contestar — Hola, ¿Qué sucede papá? — ¿Cómo qué qué sucede? llegué a casa y no te encuentro aquí, se supone que estás castigado, así que trae tu trasero hasta aquí — No puedo, estoy ocupado, iré más tarde cuando ya tenga una respuesta — ¡Alessandro, estás jugando con mi paciencia y de eso no va a resultar nada bueno! ¿En qué demonios estás ocupado? — Buscando empleo, ¿en qué más estaría ocupado, necesito trabajar para ganar dinero para pagar la mensualidad del colegio por qué cancelaste mis cuentas, me dejaste sin mensualidad, y no permites que los abuelos me ayuden, estoy cumpli
Los novatos en ventas
Joel González de inmediato se concentró en darles un curso detallado acerca de las magníficas casas que eran operados con avanzados sistemas tecnológicos, estás eran vendidas por todo el mundo y en cualquier país El vendedor estrella estaba muy empapado sobre el asunto, Dallán y Alessandro, lo escuchaban atentamente, era impresionante lo modernas y funcionales que eran, Dallán, que sabía mucho del proyecto por qué su padre se lo había enseñado desde muy niño y se había encargado de que lo conociera de arriba a abajo, ahora que lo escuchaba de ese hombre, admiraba aún más la inteligencia de su padre — Entonces una vez que repasen está información que les acabo de dar que está en estás carpetas, podrán salir a entrevistarse con los posibles compradores — Queremos comenzar mañana mismo — Pidió, Alessandro — Imposible, está fue su primera exposición, todavía tienen mucho que aprender, ¿Qué le van a decir a los probables compradores cuando les pregunten los costos para que no l
Último capítulo