Mundo ficciónIniciar sesión
Capítulos relacionados
Recibiendo al pequeño Degél
El bebé lloraba y se movía sin parar, Alejandra, lloraba de emoción, se desplomó en la camilla, estaba exhausta, se había esforzado mucho por dar a luz al bebesito, pronto el médico, lo acercó a su padres para que lo conocieran Alejandra le acariciaba una mejilla, mientras que el padre le tomaba la mano, el niño empuñaba uno de sus dedos — ¡Deeguel, tiene tus ojos, son azules como un zafiro, son tan hermosos! bienvenido Degél, (Dejel) tu padre y yo te elegimos este nombre apenas supimos que eras un varoncito! la madre, estaba muy emocionada, por fin tenía a sus hijos en sus brazos — Carajo, te pareces muchísimo a mí, eres tan bello, soy papá, Degél, el mismo que te hablaba todas las noches antes de dormir, estaba ansioso por conocerte, bienvenido al mundo, tu madre y yo vamos a amarte y cuidar de tí... ¡doctor, cubranlo con algo, se me va a morir de frío el niño, aquí parece congelador! — el niño estaba desnudo, parecía llorar de frío, el padre se preocupó — Dios, esto de d
Enfrentando a la muerte
El mafioso mexicano, bajo hasta la entrada del hospital, tomó de uno de sus hombres una metralleta corta además de la nueve milímetros que siempre portaba, los enemigos estaban haciendo de todo para entrar Les fué lanzada una granada de humo, eso los hizo toser muchísimo, cinco matones italianos ya estaban por entrar, incluso dos de ellos lograron traspasar las puertas, Deeguel, de lió con ellos en una lucha cuerpo a cuerpo — ¡Hijos de puta, van a morir aquí, su peor error fue venir a enfrentarse al Rey Black! — Golpe tras golpe les daba el bien entrenado mafioso — La preparación de Deeguel, había sido dura, la batalla cuerpo a cuerpo era una de sus grandes habilidades, aunque los matones eran fornidos y bruscos, él les estaba dando una paliza Dante, estaba tratando de controlar a los hombres que estaban disparando desde afuera, quería poder ayudar a su amigo, pero cuando por fin pudo estar un poco libre, lo vió que si podía con esos dos gorilas — Carajo, que bueno eres para
¡No voy a soltar a mi hijo!
Joshua, había logrado entrar al hospital, subía las escaleras matando a los enemigos que encontraba a su paso, de pronto se encontró con la escena donde un matón italiano, apuntaba a su hermano a pocos metros de distancia, también Deeguel, estaba a su alcance, ambos mafiosos ya tenían las manos levantadas, el hombre estaba a punto de dispararles cuando se escuchó, un grito de dolor, a muy alta velocidad, el mafioso Ferreti, había logrado encajar uno de sus cuchillos en la mano del italiano — !Que carajos, pero que velocidad¡ ¿dónde aprendiste a utilizar los cuchillos así? que habilidad tan impresionante — Joshua, traía entre su traje toda una colección de cuchillos de diferentes tamaños, y con ellos iba matando arrojándoselos a los enemigos — ¿No escuchaste la historia de los conejos? papá, me compró toda una granja para que practicara con ellos tiro al blanco, estuve entrenando por años, hasta que me converti en el mejor con las armas blancas, manejo todos los tamaños, y para q
Un bebé muy afortunado
En la mansión Rodríguez, un doctor ya había checado de todo a todo a Alejandra y al bebé, ellos estaban bien ahora, la madre estaba en su habitación siendo arropada por su esposa, la había ayudado a sentarse para que pudiera comer algo — Siento mucho que hayas pasado por esto, cariño, apenas nació el bebé, tu no debías pararte de la cama, pero te agradezco infinitamente por tu valentía, de haberte quedado en la habitación, los habrían matado antes de que yo pudiera llegar, ¿podrás perdonarme? — Deeguel, estaba aterrada, creí que matarían a mi hijo, es tan pequeño, tan indefenso, no soportaría que me lo arrebatan, mi hijo es mi vida, eso de que una madre puede amar a su bebé más que así misma, es verdad, quiero que te deshagas de esos matones que querían quitarle la.bida a mis hijos, matalos, de lo contrario no tendré paz y Degél, ni Emill, tendrán un futuro — Alejandra... te envolví en mi mundo de peligro, quisiera que no fuera así, pero te amo, soy egoísta, no puedo dejarte
Un mafioso inmortal
El mafioso dió un manotazo en su escritorio, no se explicaba como las cosas habían salido tan mal, el hospital y las calles aledañas, habían quedado llenas de sangre y muertos — ¿Les puse al Rey Black, en el hospital, él estaba vulnerable, tuvieron a la mano a su bastardo, tan cerca y ni siquiera así pudieron matarlo! ¿Qué más necesitan, Sorrento? y ustedes Colombianos, ¡¿acaso es inmortal ese mafioso?! — ¡Lo teníamos, nuestros hombres estaban en su lugar tal como habíamos acordado, pero esos griegos y el mano derecha de Rodríguez, nos aguaron la fiesta, al niño estuvieron a punto de matarlo, estuvieron a nada pero fallaron! — ¡Es que no lo entiendo, somos poderosos, tenemos armas, el talento, los contactos, llegamos hasta nuestro enemigo, y aún así logró salir con vida y salvar a su esposa y el niño! debemos dejar de fracasar, en estos momentos deben estarse burlando de nosotros, tenemos que idear otro plan — Uno de los colombianos, se paseaba de un lado a otro enfurecido Mie
El adorable Degel
Esa tarde, los esposos hablaron de los negocios de la mafia, transportes, países a los que la llevaban, incluso se habló de las cantidades estratósfericas que ganaban cuando coronaban — Deeguel, ¿es verdad que debido a la buena reputación que tienen como cartel, los compradores pagan por adelantado lo que van a recibir? — Si, es verdad, pero en mi caso, yo no lo hago totalmente, pido la mitad y cuando entrego la otra mitad, pero eso sí, mucho cuidadito con no querer pagarme lo que me resta, los mato a todos después de recuperar mi dinero — En el caso de nosotros la mafia griega, nunca, pero jamás, hemos quedado mal con un embarque, a nosotros si nos pagan por adelantado, entonces la presión es enorme, no tenemos permitido fallar, papá nos ahorca, él, cuando nosotros eramos pequeños, manejaba todo el negocio junto a su mano derecha excelentemente bien, para ese entonces había hecho más dinero del que se puedan imaginar, es por eso que mi padre, es una leyenda en el mundo enter
El tercer bebé Ferreira
Drago, se pasaba la mano por el cabello, podía presidir juntas con empresarios millonarios y poco tratables sin ningún problema, pero cuando se trataba del nacimiento de uno de sus hijos, los nervios se le venían encima — Drago, cálmate, ayúdame a quitarme la ropa que estoy toda mojada, se supone que tú eres el que me debes confortar — Lo siento, querida, sabes lo mal que me pongo cuando vas a dar a luz — El CEO, comenzó a quitar con cuidado las ropas de su esposa, Aithana, quiso usar una bata cómoda para salir de casa, la pareja tomó la maleta con las cosas del niño y partieron a la clínica Al llegar a la clínica, Aithana fue pasada al área de maternidad, debía de ser revisada — Señora Ferreira, le voy a hacer un ultrasonido para saber cómo está el niño, no se preocupe, todo va a salir bien — El buen médico, calmaba la ansiedad de la madre — La verdad es que tengo miedo, apenas está comenzando el parto y yo ya estoy aterrada de lo que sé que me va a doler — Esto Aithana,
La llegada de los Ballesteros
El bebé fue recibido por el padre, en la habitación privada que pagó para su esposa y el niño, era amplia, tenía un clóset dos sillones para una persona y un sofá lo suficientemente grande para dormir ahí, una cama mediana, baño, y también una cocina donde podías preparar café, los biberones del niño y lo que tú quisieras Drago, estaba cambiando a su hijo con la ropa que le habían traído de la mansión, con mucho cuidado le puso las calcetas una camisa de manga corta, un enterito azul, el gorro y los guantes, por último lo envolvió en una frazada blanca y lo cargó, lo estaba arrullando para que se durmiera, más el bebé solo disfrutaba del arrullo — No te piensas dormir, ¿cierto? ¿quizás estás esperando a mamá? yo también la estoy esperando — El niño a pesar de estar recién nacido, se movía bastante — ya veo porque te enredaste en el cordón, eres muy inquieto, ahhh... algo me dice que vas a ser muy travieso A la madre, la llevaron a la habitación dos horas después, Aithana todav