El carruaje llegó al límite de la manada luna roja, los centinelas se acercaron para ver quienes eran y que era lo que querían exactamente — Identifiquense, ¿Qué es lo que quieren en este territorio? no pueden pasar si no están invitados por nuestro rey, además... — Los lobos, comenzaron a olfatear al vampiro, su enemigo natural de siempre, lo que los puso muy alerta — ¿Un vampiro? ¡si intentas algo te vamos a exterminar, váyanse de aquí! — Los centinelas ya estaban mostrando los colmillos — Tranquilos, soy el Alfa Damiano Volkov, vamos de camino pero necesitamos descansar, mi cachorro ya está incómodo y cansado, el vampiro viene conmigo y es inofensivo, avísale a tu Alfa que estoy aquí A regañadientes los centinelas avisaron a su Alfa, cuando supo de quién se trataba y sin sabiendo que un vampiro venia con él, autorizó que pasara a su pacifico territorio, el carruaje avanzó hasta llegar a la enorme villa del rey Damiano, bajó del carruaje para saludar y mostrar que venía
Cuando el Alfa subió a la habitación, el cachorro ya estaba dormido junto a su luna, como el lobezno estaba en el medio, el solo puso su brazo sobre su luna, así prácticamente los abrazaba a los dos Al beta Leonardo le dieron otra habitación, él pronto se fue a descansar, mientras que Luciano y el fiel Nicolay, salieron a tomar un poco de aire, de todos modos ellos no iban a dormir — Amo, lo noto inquieto, ¿Qué le preocupa? — Me preocupa que las dudas que tengo resulten ser reales, que Evelyn, resulte no ser mi alma gemela, eso no lo entendería, y en un ser inmortal como yo que ha vivido tanto, estoy confundido y desolado, tanto como nunca lo he estado — Se aclarará todo, amo, sé que así será, todo sucederá a su tiempo y tendrá todo más certero, sabes si es aquí donde pertenece o si hay algo más para usted, después de todo tiene toda una eternidad para amar y ser amado Al día siguiente la familia Volkov y el vampiro, fueron despedidos por el Alfa Israel, volvieron a tomar
En el mundo humano, en la civilización rusa, Angelo, se había mudado con Dominic, a la mansión Volkov, ellos estaban cada día más felices, más enamorados y su conexión era muy profunda, siendo dos bestias salvajes, y deseándose como lo hacían, todos los días hacían el amor Alexander, que vivía también en la mansión, tenía que soportar verlos tan melosos todo el tiempo, cada vez le hacían recordar que el seguía sin encontrar a su luna, y eso cada día que pasaba lo ponía de muy mal humor, la necesitaba, quería tenerla a su lado El Alfa, había salido a la parte trasera de la enorme mansión a sacar una basura, cosa que no era muy común que hiciera, pero no le gustaba la suciedad, solo que mientras más se acercaba al contenedor, un aroma peculiar llegaba a sus fosas nasales, era delicioso, madera, era un aroma a fina madera, el lobo lo iba siguiendo — *¡Luna, luna, está cerca, búscala Alexander, no puedes dejar que escape!* — El lobo Rui, estaba muy inquieto, saltaba de un lado a otr
La hermosa y etérea sirena, de bellos ojos violeta, sabía que había llegado el momento de tomar una decisión, ella pidió hablar con cada uno de los reyes antes de proceder al ritual Dentro de la casa la bruja hablaba con los reyes — Es momento, Evelyn debe decidir entre quedarse con los dos por el resto de la eternidad, o elegir a solo uno de ustedes — Esperen, quiero hablar con Luciano, unos momentos, por favor acompañame afuera — ¡Evelyn....! — El Alfa, tenía su corazón intranquilo, tenía que reconocer que el rey de los vampiros era poderoso e imponente, un ser extraordinario que a pesar de ser su enemigo desde el principio de los tiempos, era un digno rival de amores y bien podría arrebatarle a su luna, si a ella le llamaba más la misteriosa magia que poseía el antiguo rey, que su poderosa fuerza demoníaca y oscura El Alfa, caminaba de un lado a otro con su cachorro, le dejaba besos en los cabellos de vez en cuando, era como si a través de él se los hiciera llegar a
En la mansión Volkov, Alexander, estaba terminando de trabajar, había tenido una larga jornada laboral aún sin haber asistido a la compañía, apagó su computadora y la cerró para ponerse de pie y estirarse un poco para ir a darse una ducha El Alfa pudo ver qué la mapache se estaba moviendo por la cama — Ya despertaste, eh, justo a tiempo para nuestro baño, no creas que vas a dormir en la cama sin antes acicalarte La mapache le bufó, se veía adorable así enfadada — Mirate nada más como te molestaste, ¿acaso no te gusta bañarte? hmmm... qué mapachita tan sucia El animalito, sacó sus garritas y le dió un zarpazo al lobo, él solo siseó y se alejó un poco — ¡Solo es un baño, no hay por qué ponerse así, Pero que mal carácter tienes...! — Alexander, ¿Con quién demonios hablas? — Angelo, entró a la habitación sin tocar, fue entonces que vió al mapache arriba de la cama y a su hermano sangrando de la pierna — ¿Qué hace este animal aquí? ¡Estás herido, ahorita te ayudo a sacarlo,
El Alfa Damiano, se había quedado profundamente dormido con su luna y su cachorro, lo había puesto en la orilla, con unas frazadas para que no se callera de la cama, así durmieron abrazados esa noche dándose calor corporal, la familia de nuevo estaba unida y sus corazones podían descansar Al Alfa Rey, el aroma de su luna, lo tenía en completa paz, lo mismo pasaba con Alejandro, la mapache no quiso ir con él al cuarto de baño, se habían quedado dormidos mientras el lobo la abrazaba a la regordeta mapachita, se veían tan lindos como una escena muy inusual Más de pronto el Licántropo, sintió las manos vacías y la cama fría, lo que lo hizo abrir los ojos y buscar a su destinada, se levantó buscando por todas partes, levantó las almohadas, debajo de la cama, pero no había nada — Hey... pequeña, ¿En donde estás? cuando me quedé dormido estabas justo aquí, ¿dime qué no escapaste? — El Alfa estaba que se jalaba los cabellos, no podía perderla, ¿Cómo era posible que siendo un lobo tan
El llanto del lobezno Darío, despertó a los padres, el cachorro colgaba de las frazadas que le habían puesto con mucho cuidado para que no se cayera de la cama, pero no había logrado mucho al parecer, era demasiado inquieto — ¿Pero que carajos? Darío, ¿Cómo llegaste a casi caerte? si no te sostienes con las garritas, te rompes la cabeza — El Alfa se apresuró a levantarlo, su hijo lloriqueaba, quizás su instinto le decía que le iba a doler si terminaba de caer — Le haré un biberón, revísale el pañal, Damiano, seguro que está muy mojado, eso es lo que lo tiene incómodo, ya sabes cómo es de delicado — A ver, ven aquí, voy a ponerte en la cama para traer tu maleta, no te muevas demasiado, El Alfa tuvo listo y limpio en menos de nada a su pequeño, la madre fue quien lo tomó y le dió de comer — Bajaré a echar un vistazo, si todo marcha bien, apenas desayunemos nos pondremos de camino a la manada, pero antes... ¿cómo amaneciste? ¿está todo bien? ¿Tú... extrañas a...? — No, no lo
Alexander, estaba trabado de celos, su molestia era enorme, caminaba de un lado a otro, se pasaba la mano por el cabello, y hasta bufaba un poco — ¿Me estás diciendo que estabas comprometida? ¡tú no puedes estar prometida a otro hombre o cualquier otra especie que no sea yo, ese mapache se puede ir olvidando de ti, no le voy a permitir que se acerque de nuevo a ti nunca más! — Calmate Alexander, toma en cuenta que tú te acabas de encontrar con tu luna, es normal que ella haya tenido una vida antes, un novio o un prometido, ¿Por qué te pones así tan cerrado? — ¿Y todavía lo preguntas? ¡Si Dominic, hubiese tenido una relación antes de ti, y tú lo supieras, te aseguro que no estarías tan tranquilo como me pides estar! — Bueno si, tienes razón, Dominic, llegó herida al castillo Drácula, ella no tiene familia, ni ningún novio, solo me tiene a mí — Este... yo... Angelo, hay algo que no te he dicho, el clan que lideraba fue atacado por la manada Night Star, dentro del clan, yo