En la mansión Volkov, Alexander, estaba terminando de trabajar, había tenido una larga jornada laboral aún sin haber asistido a la compañía, apagó su computadora y la cerró para ponerse de pie y estirarse un poco para ir a darse una ducha El Alfa pudo ver qué la mapache se estaba moviendo por la cama — Ya despertaste, eh, justo a tiempo para nuestro baño, no creas que vas a dormir en la cama sin antes acicalarte La mapache le bufó, se veía adorable así enfadada — Mirate nada más como te molestaste, ¿acaso no te gusta bañarte? hmmm... qué mapachita tan sucia El animalito, sacó sus garritas y le dió un zarpazo al lobo, él solo siseó y se alejó un poco — ¡Solo es un baño, no hay por qué ponerse así, Pero que mal carácter tienes...! — Alexander, ¿Con quién demonios hablas? — Angelo, entró a la habitación sin tocar, fue entonces que vió al mapache arriba de la cama y a su hermano sangrando de la pierna — ¿Qué hace este animal aquí? ¡Estás herido, ahorita te ayudo a sacarlo,
El Alfa Damiano, se había quedado profundamente dormido con su luna y su cachorro, lo había puesto en la orilla, con unas frazadas para que no se callera de la cama, así durmieron abrazados esa noche dándose calor corporal, la familia de nuevo estaba unida y sus corazones podían descansar Al Alfa Rey, el aroma de su luna, lo tenía en completa paz, lo mismo pasaba con Alejandro, la mapache no quiso ir con él al cuarto de baño, se habían quedado dormidos mientras el lobo la abrazaba a la regordeta mapachita, se veían tan lindos como una escena muy inusual Más de pronto el Licántropo, sintió las manos vacías y la cama fría, lo que lo hizo abrir los ojos y buscar a su destinada, se levantó buscando por todas partes, levantó las almohadas, debajo de la cama, pero no había nada — Hey... pequeña, ¿En donde estás? cuando me quedé dormido estabas justo aquí, ¿dime qué no escapaste? — El Alfa estaba que se jalaba los cabellos, no podía perderla, ¿Cómo era posible que siendo un lobo tan
El llanto del lobezno Darío, despertó a los padres, el cachorro colgaba de las frazadas que le habían puesto con mucho cuidado para que no se cayera de la cama, pero no había logrado mucho al parecer, era demasiado inquieto — ¿Pero que carajos? Darío, ¿Cómo llegaste a casi caerte? si no te sostienes con las garritas, te rompes la cabeza — El Alfa se apresuró a levantarlo, su hijo lloriqueaba, quizás su instinto le decía que le iba a doler si terminaba de caer — Le haré un biberón, revísale el pañal, Damiano, seguro que está muy mojado, eso es lo que lo tiene incómodo, ya sabes cómo es de delicado — A ver, ven aquí, voy a ponerte en la cama para traer tu maleta, no te muevas demasiado, El Alfa tuvo listo y limpio en menos de nada a su pequeño, la madre fue quien lo tomó y le dió de comer — Bajaré a echar un vistazo, si todo marcha bien, apenas desayunemos nos pondremos de camino a la manada, pero antes... ¿cómo amaneciste? ¿está todo bien? ¿Tú... extrañas a...? — No, no lo
Alexander, estaba trabado de celos, su molestia era enorme, caminaba de un lado a otro, se pasaba la mano por el cabello, y hasta bufaba un poco — ¿Me estás diciendo que estabas comprometida? ¡tú no puedes estar prometida a otro hombre o cualquier otra especie que no sea yo, ese mapache se puede ir olvidando de ti, no le voy a permitir que se acerque de nuevo a ti nunca más! — Calmate Alexander, toma en cuenta que tú te acabas de encontrar con tu luna, es normal que ella haya tenido una vida antes, un novio o un prometido, ¿Por qué te pones así tan cerrado? — ¿Y todavía lo preguntas? ¡Si Dominic, hubiese tenido una relación antes de ti, y tú lo supieras, te aseguro que no estarías tan tranquilo como me pides estar! — Bueno si, tienes razón, Dominic, llegó herida al castillo Drácula, ella no tiene familia, ni ningún novio, solo me tiene a mí — Este... yo... Angelo, hay algo que no te he dicho, el clan que lideraba fue atacado por la manada Night Star, dentro del clan, yo
Alexander y Elizabeth, estaban desayunando, la bella mapache, le seguía tratando de explicar que solo quería volver a su manada para terminar su compromiso con el príncipe de los mapaches, y que después volvería con él — No, me rehúso, o vas a ir allá, no voy a perderte de vista, te puede comer una bestia salvaje, te pueden secuestrar y obligarte a desposar a ese príncipe adorable, mi respuesta es no, Elizabeth — Eres muy intransigente, ¿Sabías? yo quiero hacer las cosas bien — Querida, mientras estás aquí conmigo, estás haciendo las cosas magníficamente bien, ahora disfruta de tu desayuno, al terminar saldremos de compras — Alexander, solo necesito un par de mudas de ropa, tengo unos pequeños ahorros en lo alto del árbol donde suelo vivir, quisiera ir a por ellos, así podré comprar cosas de aseo personal — Ahhh... a ver, dime algo, ¿A cuanto ascienden tus ahorros? — El Alfa, observaba desde su silla a la bella mujer — ¡Es mucho, pase casi tres años buscando aquí y a
— Alfa, ¿Puedo pasar? — Adelante — Tengo ya los resultados de los estudios que le hicimos a su luna, aquí se los entrego — El médico vampiro, le entregó un sobre blanco en las manos El Alfa se apresuró a abrirlo, Angelo, leyó con avidez, le preocupaba muchísimo la salud de su pareja destinada, fue una gran sorpresa leer que estaba escrito {Embarazo Positivo} la mirada azul del poderoso licántropo, subió hasta el vampiro — ¿Mes estás diciendo que mi luna... está embarazada y que esa es la razón de que se haya quedado dormida? — Así es Alfa, ella siendo una vampira, por si sola no va a dormir nunca, pero en este caso lleva un cachorro en su vientre, él le está robando la energía a la madre, además si el carrocho tiene hambre, ella tendrá hambre y lo mismo pasa con el sueño, si él lobezno quiere dormir, la madre también dormirá, esa es la explicación de que su luna haya tenido estos cambios — ¡Carajo, no lo puedo creer, tendremos un cachorro, mi amada luna y yo, seremos
En la habitación de Adrien, las lunas, disfrutaban de su tiempo con los dos cachorros que cada día crecían más y se ponían más hermosos, ellos jugaban con unos muñecos de peluche y otros juguetes didácticos que los padres habían mandado comprar del mundo de los humanos — ¡Adrien, Pierre, está muy hermoso, es tan parecido a Drako, ha crecido bastante desde la última vez que lo ví! — Si, y se ha vuelto más travieso, no le podemos quitar los ojos de encima, me da mucho gusto que estés aquí, solo me extrañó que el rey vampiro no viniera con ustedes — El no vendrá nunca más, gracias a una amable bruja que vive en el pueblo en el que nací, la maldición fue rota, ahora somos de nuevo solamente Damiano y yo — Wow... vaya, ¿Cómo te sientes con eso? — A decir verdad me siento liberada, nunca me sentí cómoda con la idea de tener dos destinados, nunca me agradó ver cómo Damiano, sufría por eso, eso me ha dolido muchísimo, ese Alfa lo es todo para mí, lo amo demasiado, Adrien, no p
— ¿Qué...? ¡Embarazaste a Dominic, joder, Angelo, que buena noticia! ¿Cómo está ella? oye espera, ¿Va a ser un lobo o un vampiro? — No lo sé Drako, esto es completamente nuevo para mí, no sé si nuestro hijo será un Alfa o un no vivo, lo que si sé es que será un Volkov, lo que me lleva contarles que mi luna tiene horas dormida, ella parece la bella durmiente — ¡No jodas, los vampiros no duermen! — Esa fue la razón por la cual llamé a un médico porque ella se quedó dormida, me preocupé y la hice revisar, los análisis dieron positivo, tiene dos meses de gestación, de hecho estoy aquí esperando que despierte para darle la noticia — No inventes, ¿Qué no la noticia del embarazo debería dártela ella? — Dimitrie, cuestionaba a su hermano — Bueno, me enteré primero, ¿Qué puedo decir? — Creo que los hermanos Volkov, estamos en nuestro mejor momento, tenemos por fin a nuestras lunas con nosotros, somos bendecidos Más en ese momento se escuchó a dos cachorros llorar, las muc