"Lo haré yo misma". Catherine no estaba acostumbrada a que él fuera así y cogió el cepillo de dientes antes de ir al baño.

Mirando su miserable yo en el espejo, se sintió extraña de repente y cayó en un trance.

Ahora, ni siquiera podía controlar su propia vida o muerte.

¿Acaso iba a renunciar a sí misma por completo y vivir una vida degenerada cada día?

No, ella no podía hacer eso.

Ahora que ya no le temía a la muerte, ¿qué más podía importarle?

Mientras siguiera respirando, lucharía contra ese hombre.

Cuando salió de nuevo, Shaun la miró y vio que parecía haberse cambiado. "Puedo acompañarte a ir de compras o a ir de vacaciones a algún sitio".

"Me voy a la oficina". Catherine entró al vestidor y buscó un atuendo profesional.

"...".

Shaun observó la mirada de su rostro con una expresión extraña. "¿Vas a ir a la empresa así?".

"¿Por qué? ¿Asustará a los demás?". La mirada de Catherine era oscura y tranquila, como si no hablara de sí misma.

Shaun frunció el ceño pero dijo des