Sin embargo, desde que Eliza metió a Chester a la cárcel, Monte se dio cuenta que había cometido un gran error de juicio en el pasado.

En otras palabras, él nunca había entendido a esa mujer en absoluto.

Aunque Eliza había estado con Chester antes, la virginidad de una mujer ya no era importante para los hombres como ellos. Lo más importante era la naturaleza única de la mujer.

Además, Eliza estaba absolutamente impresionante y tenía una fuerte presencia ese día.

“Joven Amo Patterson, ¿Eliza es fenomenal en la cama? De otra manera, ¿por qué usted y el Joven Amo Jewell la querrían tanto?”. De repente, un hombre obeso al lado de Monte se burló de él con picardia.

“Ja, ja. ¿Qué estás hablando Presidente Laurent? El Joven Amo Patterson ya la había tenido hace tiempo. Chester estaba simplemente jugando con las sobras del Joven Amo Patterson”. Un viejo presidente que necesitaba la ayuda de Monte dijo en broma.

Monte sostuvo su vaso en alto y se volteó para mirar a las dos personas. “¿