En la villa

Rodney le entregó a Sarah el acuerdo que había redactado su abogado. “Dijiste que querías recibir tratamiento en los Estados Unidos, así que te voy a dar una villa y una mansión. Tienen una buena ubicación, especialmente la mansión que tiene una ubicación céntrica. Además de eso, también te daré 100 millones de dólares… Esto es todo lo que puedo darte. Te estoy dando todo el efectivo que tengo disponible y también le pedí prestados 50 millones de dólares a mi papá…”.

“¿Cómo pudiste pedir dinero prestado a tu papá?”. Con los ojos llenos de lágrimas, Sarah rápidamente dijo: “De ninguna manera. No puedo aceptar esto. Tu empresa está pasando por un momento delicado. Si me das todo el dinero que tienes, ¿qué pasará contigo?”.

“Recientemente invertí en algunos proyectos. Si llego a necesitar dinero, puedo venderlos”.

Rodney estaba secretamente conmovido por lo comprensiva que era. Aunque él había dejado de amarla y no quería estar más con ella, después de todo, habían estado