“No. Sarah le susurró, por eso Freya no logró grabarla”. Eliza negó con la cabeza. “Solía ​​quedarme en el mismo patio que la Tía Jennifer cuando era joven. Ella fue muy amable. Siempre iba a su casa a comer. Charity era mi amiga. Murió tan miserablemente, e incluso su familia fue asesinada por Sarah…”.

Chester de alguna manera sintió que algo le apretaba el corazón. Él estaba tan exasperado que bajó la voz. “Entonces, ¿eso significa que serás mía si mato a Sarah?”.

Eliza levantó la cabeza y lo miró antes de decir con firmeza: “Sé cuáles son tus sentimientos por mí. No me perseguirás”.

“No te subestimes”. Chester se rio. A pesar de decir eso, la admiraba bastante. Esas mujeres que se acercaban a él en el pasado no sabían su posición. Siempre intentaban ganarse su corazón.

“Sarah tiene la protección de Rodney. Rodney es tu buen amigo y, además, el estatus de él es inusual. Una persona inteligente como tú no se pelearía con su amigo por el bien de una mujer”.

Chester no lo negó. Era