Eliza se puso de pie y chasqueó los dedos. Tristán y unos cuantos hombres más se acercaron poco después.

"Tirenla a ese tanque".

Eliza alzó un poco su barbilla.

Antes de que Sarah pudiera reaccionar, la levantaron y la arrojaron a un tanque enorme. El tanque tenía un asfixiante y horrible olor, que casi la hizo enloquecer.

Le costó mucho sacar la cabeza. El rostro de ella y su nariz quedaron cubiertos por el agua sucia y repugnante. ¡Qué asqueroso! También había muchos gusanos moviéndose adentro.

"¿Huele bien?". Eliza posó su tranquila mirada en Sarah. "Te gusta arrojar las cenizas de otras personas al desagüe, ¿cierto? Ahora, prueba quedarte ahí y saborear el agua. ¿Qué te parece?".

Con eso, ella personalmente presionó la cabeza de Sarah hacia abajo. Luego, le jaló el cabello y le preguntó en voz baja: "¿Cómo se siente?".

"¿Quién... Quién diablos eres tú?". Sarah se atragantó y tembló por todas partes. "¿Estás aquí para vengarte en nombre de Jennifer? Eres Freya, ¿cierto?".

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